Las ideas extremistas indican una pobre capacidad de trabajo mental complejo: estudio
Un hallazgo clave de los psicólogos fue que las personas con actitudes extremistas tendían a pensar en el mundo en blanco y negro. Fotografía: designer491 / Getty Images / iStockphoto

Nuestros cerebros tienen la clave de la ideología que escogemos para vivir, según una investigación que sugiere que la gente que adopta actitudes extremistas tiende a tener problemas para desarrollar labores mentales complejas.

Investigadores de la Universidad de Cambridge trataron de evaluar si la disposición cognitiva, que es la diferencia en cómo se percibe la información y se procesa, esculpe visiones del mundo ideológicas como creencias políticas, nacionalistas y dogmáticas, más allá del impacto de los factores demográficos tradicionales como edad, raza y género.

El estudio, basado en investigaciones previas, incluye a más de 330 participantes de EU de entre 22 y 63 años que recibieron una serie de pruebas, 37 tareas neuropsicológicas y 22 estudios de personalidad durante el transcurso de dos semanas.

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Las tareas se crearon para ser neutrales, no emocionales o políticas e incluían, por ejemplo, memorizar formas visuales. Los investigadores usaron entonces modelos computacionales para extraer información sobre la percepción de los participantes y su aprendizaje, y su habilidad para participar en procesos mentales complejos y estratégicos.

En general, los investigadores encontraron que las actitudes ideológicas reflejan la toma de decisiones cognitivas, según el estudio que se publicó en la revista Philosophical Transactions of the Royal Society B.

Un descubrimiento importante fue que la gente con actitudes extremistas tiende a pensar en el mundo en términos de blanco y negro y tiene dificultades para completar labores complejas que requieren pasos mentales intrincados, dijo el director del estudio el doctor Leor Zmigrod del departamento de psicología de Cambridge.

“Los individuos o los cerebros que batallan para procesar y planear secuencias complejas de acción pueden no ser buenos para regular las emociones, lo que significa que son impulsivos y tienden a buscar experiencias emocionales evocativas”. “Así es que eso nos ayuda a entender qué tipo de individuos podrían estar dispuestos a involucrarse y a cometer actos de violencia en contra de personas inocentes”.

Los participantes que se inclinan por el dogma, que están atrapados en sus costumbres y son relativamente resistentes ante las evidencias de credibilidad, en realidad tienen un problema para procesar la evidencia aún a un nivel perceptual, indican los autores.

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“Por ejemplo, cuando les pidieron que determinaran si los puntos, como parte de una tarea neuropsicológica, se estaban moviendo hacia la derecha o hacia la izquierda, se tardaron más en procesar la información y en llegar a una decisión”, dijo Zmigrod.

En algunas tareas cognitivas, los participantes tenían que responder rápidamente y con toda la exactitud posible. La gente con tendencia política conservadora optaba por la estrategia lenta y firme, mientras que los liberales eran un poco más rápidos y furiosos y seleccionaban el enfoque un poco menos preciso.

“Resulta fascinante porque ser conservador es casi un sinónimo de precaución”, dijo. “Estamos viendo, en un nivel neuropsicológico muy básico, que los individuos que son conservadores, políticamente hablando, simplemente tratan con cuidado todos los estímulos a los que se enfrentan”.

La “firma psicológica” del extremismo en toda la tabla era una mezcla de psicologías conservadoras y dogmáticas, dijeron los investigadores.

El estudio, que observaba 16 orientaciones ideológicas diferentes, podría tener implicaciones profundas para identificar y apoyar a la gente más vulnerable a la radicalización en todo el espectro político y religioso.

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“Lo que hemos visto es que la demografía no explica mucho, apenas el 8% de la variable”, dijo Zmigrod. “Mientras que, en realidad, cuando incorporamos estas evaluaciones cognitivas y de personalidad, de repente, nuestra capacidad para explicar la variante de estos puntos de vista ideológicos salta a 30% o 40%.

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