Inflación médica, un golpe más al bolsillo de los mexicanos en tiempos de pandemia
Imagen: Pxabay.

El aumento en el precio de los productos y servicios médicos en México lastimará aún más el bolsillo de los sectores público y privado, así como el de los mexicanos, que tendrán que pagar más por acceder a ellos en un momento en el que la salud es una de los principales preocupaciones de la población.

La inflación médica -que obedece al tipo de cambio y a la dependencia del país de otras naciones para ciertos insumos y recursos necesarios en el rubro de la medicina- para el sector público, que se refleja en el precio obtenido por el gobierno en compras públicas, los medicamentos y aparatos para la salud se encarecieron 54% más que la inflación general a lo largo de 2020, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Además, México fue el país que más caro adquirió medicamentos entre 22 economías a las que dio seguimiento el Observatorio Regional de Precios de Medicamentos (ORPM-UNOPS) -una herramienta para comparar los precios de medicinas recomendados por la OMS para el tratamiento del Covid-19, muestra que, según datos a agosto del año pasado, el país compró cada unidad en 19.34 dólares, esto es hasta 32 veces más caro que otros países de América Latina, como Brasil (0.59 dólares) y Colombia (0.65 dólares).

Para 2021, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) estima que la inflación médica privada será de 16%, lo que implica que las empresas y las personas pagarán cuatro veces más que la inflación general, prevista en 3.60% por los analistas consultados por el Banco de México, por la atención de salud.

Esto, por ejemplo, se traducirá en un encarecimiento de los seguros de gastos médicos, los cuales han sido útiles para la atención y tratamiento de Covid-19, evitando a sus usuarios desembolsar grandes cifras para tratar este padecimiento cuyo costo medio ronda los 650,000 pesos.

“Lamentablemente la inflación médica -el aumento de los costos de los servicios médicos en los hospitales, de los medicamentos y de los doctores- sigue siendo un punto de preocupación muy, muy importante”, señala Daniel Bandle, director general de AXA México, en entrevista con La-Lista, y explica que la inflación médica privada refleja solo tratamientos otorgados por instituciones privadas sin considerar al IMSS o ISSSTE, debido a que el sistema de salud en el país se encuentra fraccionado.

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El directivo apunta que esto significa que se tiene que pagar por ello, por lo que mexicanos que buscan atención en hospitales privados lo pagarán directamente de su bolsillo, mientras que aquellos asegurados lo verán reflejado en el aumento de las primas. “Y eso nos debe preocupar a todos los que somos participes en el sistema de salud, no sólo a las aseguradoras que pagamos”.

Asimismo, destaca que desde hace ya varios años, la inflación médica ha superado de manera relevante a la inflación general, la tasa media de la tendencia médica en México durante 2018 fue de 12.9%, con un aumento de 14.5% para 2019.

“Un fenómeno que genera particular preocupación es la inflación médica28, el cual se refiere a un crecimiento acelerado en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) para los productos y servicios de salud. Éste se ha presentado en México en los últimos tres años”, destaca el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en su reporte “Pequeños pasos para transformar al sistema de salud”.

En 2016, apunta el informe, la inflación por aparatos médicos cerró en 5% mientras que la inflación por servicios médicos en 3.75%, ambos ligeramente por encima de la inflación general. Sin embargo, la inflación por medicamentos para el mismo periodo llegó a 7.6%, es decir, 2.26 veces por encima de la inflación general.

Golpe al bolsillo del consumidor

En 2018 se estimaba que los mexicanos gastaban en promedio 3,800 pesos al año en salud, siendo las medicinas el rubro en el que más se invierte; mientras que en 2019 se calculaba que pagaban directamente de su bolsillo un promedio de 4,388 pesos para tratar enfermedades y mantener su salud.

De acuerdo con cifras del Inegi, los medicamentos y aparatos médicos para el consumo de los hogares se encarecieron por arriba de la inflación general a lo largo de 2020.

Los datos noviembre del año pasado muestran un aumento acumulado del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INCP) de 2.26 de enero a noviembre, y de un incremento de 3.49% en los precios de los fármacos; a pesar de que en el onceavo mes se rompió una racha de cuatro meses de alzas en insumos para la salud. Dicha desaceleración implicó que la inflación de los fármacos pasara de 5.15% en octubre a 3.92% un mes después.

Entre los insumos que muestran un aumento de precio se encuentra el alcohol en sus diversas presentaciones, con un alza de 79.9% respecto del año pasado; y los antigripales, con 5.57%.

En ese sentido, la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex) también advirtió que el precio de las medicinas en las farmacias mexicanas se incrementó 4.5% en promedio hasta noviembre del año pasado, siendo la principal causa del encarecimiento que la mayoría de los insumos para fabricarlos son importados y se cotizan en dólares.

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De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor del Inegi, en noviembre, Los medicamentos que más se encarecieron en noviembre respecto al mismo mes de 2019, según datos del Inegi, fueron:

  • Medicamentos para la diabetes | 8%
  • Antibióticos | 7.7%;
  • Cardiovasculares | 7.5%
  • Antigripales, nutricionales y medicamentos para hospitalización | 7%

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que los efectos negativos de la inflación médica en los recursos de las familias se agravan cuando el 45% del gasto total en salud proviene del bolsillo de los mexicanos.

¿Cómo controlar esta burbuja?

El director general de AXA México destaca que para controlar el aumento de los costos médicos es necesaria la regulación, ya que actualmente el sistema privado de salud en México está poco regulado.

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Explica que el sector asegurador cuenta con una buena regulación, en la que actúan la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) como ente regulador, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), como protector de los usuarios.

“La Condusef nos califica, nos da notas, nos dice lo que hacemos bien y lo que no hacemos bien y sobre todo también da la posibilidad a nuestros asegurados de quejarse y todo esto de manera muy transparente; entonces lo que nosotros desearíamos es que el sistema privado de salud pues también tuviera un ente así, y la Profeco podría ser alguien que haga eso y siempre pensando en los usuarios de darles de esas herramientas de empoderarlos para que tenga la información sobre los padecimientos, sobre la calidad, sobre los precios y que puedas así tomar las mejores decisiones”.

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