Crónica | Oxígeno en un México caníbal
Una estampa cada vez más común ante la pandemia del Covid en México. Foto: JoséPazos/EFE.

“No seas mamón”. Así terminó la conversación en el grupo de WhatsApp familiar, claro, antes de que todos migraran a Telegram

Estaba precedido por unos insistentes y muy mexicanos ruegos alargando las vocales: “Áaaandale”, “Un ratiiiito, cenamos con sana distancia (…) ¿Entonces para quién te cuidas tanto?”.

Pasados los días, es evidente que ese emoticón de la manita rogando no sirve hoy para nada.

La anfitriona virtual, la que creó el grupo de Whatsapp, está más callada que de costumbre.

La anfitriona real, una tía que prestó la casa, tiene dos tubos insertados en la nariz. Gira la cabeza y mira con insistencia la flecha blanca que no debería de bajar antes de que sus familiares lleguen con otro tanque. 

“Es muy raro, nos hacían sentir que no queríamos a la familia”, murmura la sobrina encargada de la misión del rellenado.

Sí, es una misión. Hasta la mitad del patio de la unidad habitacional, Adriana Martínez llega corriendo y pone el tanque lleno. Otra persona baja del departamento y, como soldado, lo desinfecta y sube la carga por las escaleras; desconecta el tanque usado mientras la tía aguanta 40 segundos de cambio. Coloca el tanque lleno. Baja y entrega. En la otra línea, Adriana recoge.

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Foto: Karla Iberia Sanchez.

Pero, si sólo fuera eso. Ojalá fuera sólo eso.

“No es como en una gasolinera, a donde llegas, te despachan y te vas. Exactamente lo que vivimos en México hace dos años con la gasolina, eso es lo que vivimos en ahora en éste país”, narra Adriana. “Córrele porque en Tlalpan hay oxígeno… Ah, ahora en la Gustavo Baz, ahí hay oxígeno. Yo fui a tres lugares en una sola noche: uno que está por Rojo Gómez, el otro en la zona de hospitales de Huipulco y uno más en la Escandón. Nos dijeron en Chalco, Ixtapaluca, Neza… vete para allá, ahora vente para acá”. 

“Para empezar, eso de oxígeno gratis es demagogia. Si ayudan que ayuden bien; la gente se está muriendo afuera de los hospitales. Ya mero te dicen ‘espérate a que se muera uno para que entre tu paciente’”.

Hablamos y suena una notificación en el teléfono: “Éste amigo se tomó la molestia de hacer un directorio de empresas que prestan servicio de oxígeno”.

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Sí, esta es la ‘conversación-covid-nacional’ de las últimas semanas.

Abro www.oxígenoméxico.com.mx y tiene opciones para cuatro entidades: Aguascalientes, Baja California, y Ciudad de México y Coahuila. En CDMX llamé aleatoriamente a 27. Sólo ofrecen concentradores. No hay tanques ni surtido.

“Nadie garantiza que te van a rellenar
un tanque”

Adriana Martínez tiene 26 años. Es colaboradora de un corporativo dedicado a las telecomunicaciones con turno que inicia a las 5:30 am. 

Con esa mirada muy fija y alerta de los que duermen poco, sentencia, “no tenemos tanques suficientes para la familia, y no hay oxígeno en la ciudad. Aunque te digan que es gratis… ¿Medio día formados? 4, 5, 6 horas y nadie te garantiza que te van a rellenar un tanque.”

El papá, la mamá, Adriana y su hermano, los que evitaron a la fiesta, se encargan de cuidar a nueve primos y tíos infectados con el virus Sars-Cov-2. Cuatro de ellos están graves y requieren oxígeno suplementario. “La madrugada del domingo, por estar formados esperando a que nos rellenaran un tanque portátil de 2,000 litros (que no es grande), mi tía se quedó sin oxígeno. Llegó incluso una ambulancia, pero le dijeron que sus niveles de saturación de 84 por ciento no eran suficientes para trasladarla a un hospital”.

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Foto: Karla Iberia Sanchez.

Ansiedades parecidas, hermanas, hermanadas: la de la tía boca abajo (para que no se presionen los pulmones, le dijeron). Y la de la sobrina que contra fríos, burocracia, Metro averiado, promesas y filas de seis horas, quiere entregar ese tanque verde, viejo, desportillado y caro. Pero quiere entregarlo lleno.

Mientras habla se estampan en el cerebro dos imágenes. La capturada por Moisés Pablo, de la Agencia Cuartoscuro, en el estacionamiento del Hospital General: un hombre llora frente al rostro de la abuela que no respira. Y otra, muy reciente, de un grupo de enfermeras en Sharqia (Egipto) exhaustas, tratando de salvar a un paciente con una bomba manual.

Sí, estamos defendiendo nuestro aire de un modo caníbal.

Doble fila

“Se les está diciendo que una sola persona en la fila, se les está diciendo”.

Lo primero que aparece en la esquina del centro de recarga es la luz intensa de una pick-up de la policía. Amanece y encuentro a muchos que ayer estaban formados y no alcanzaron turno para surtir oxígeno gratuitamente en dos centros instalados por el gobierno capitalino en las alcaldías Iztapalapa y Gustavo A. Madero.

Hay cruces en el piso.

La mayoría son hombres jóvenes. A tres lugares, está formado alguien con apariencia de corredor, recién duchado y con cuatro tanques nuevos. Le sigue una joven de pants de felpa y cubierta con una cobijita de bebé. Ella lleva un tanque.

Adelante de mí hay una madre con doble cubreboca y una careta. Se acerca nuevamente el guardia: “se le dice que sólo una persona en la fila. Sólo una persona”. Ella responde irritada, “sí, pero ¿dónde dejo a mi niña?”.

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El oficial calla y se va. La madre sigue una conversación por teléfono: “Te digo, había acabado las radios, ya estaba en remisión, y ahora le dio Covid-19. Hasta le habían dado su aplauso en el hospital. Bien bonito.”

Detrás, llegan un par de adolescentes con cara de primera vez y comparan su tanque con el del corredor: “Mira, ese está más nuevo. Está más chido, guei. Tiene hasta sus ruedas”.

Responde el otro: “Bueno, vamos a ver qué show”.

Sonrío. Triste. Hasta que un altavoz infame nos despierta: “Alerta, alerta: estamos en emergencia. Alerta, Alerta: entre todos podemos bajar los contagios”. Brincan todos.

Uno protesta: “Yo pensé que era la alerta de sismos. Nomás nos estresan más”. Sostiene el tanque bajo el brazo como si fuera balón de futbol americano. “Para empezar, eso de oxígeno gratis es demagogia. Si ayudan que ayuden bien, la gente se está muriendo afuera de los hospitales. Ya mero te dicen ‘espérate a que se muera uno para que entre tu paciente’”.

Casi ninguno en la fila domina cuántos litros tiene el tanque. No habían operado medidores antes. “No sé, señorita. Me dura cuatro horas”, responde una empleada del hogar. Su esposo es albañil. Cada carga le cuesta 190 pesos

Hagan cuentas.

Hagan cuentas.

De eso tienen cara las personas aquí. 

De eso tiene cara Adriana, todos aquí. 

Cuentas: cuántos litros por hora, cuánta regulación, cuánto marca el oxímetro, cuánto la carga, cuántos días más.

-“Ya mejor nos hubiéramos traído el tanque de gas”. Sigue parlanchín el chico de atrás.

Aire y oxígeno

“En la enfermedad desarrollada tras un contagio con Sars-Cov-2, los pacientes requieren dosis altas de oxígeno porque no hay un intercambio adecuado a nivel pulmonar”, me explica el Dr. Eduardo Hernández, especialista en neuroanestesiología, Jefe Titular del Departamento de Anestesia del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNN), de la Ciudad de México.

EL INNN es un Instituto de Alta Especialidad que ha reconvertido parte de las instalaciones para atender a pacientes graves en pandemia. “En los centros hospitalarios tenemos un suministro continuo y de buena calidad en oxígeno de grado médico, porque la concentración debe ser alta para pacientes con complicaciones derivadas de #Covid19. Cuando las cifras de saturación bajan a un límite por debajo del 86%, es imprescindible tener una fuente de oxígeno adicional”, reitera el Dr. Hernández. “Es necesaria una capacitación para quienes manejan oxígeno en casa, para evitar riesgos al calibrar mal los equipos y que se genere una crisis en el manejo del paciente.” para evitar calibrarlos mal y que haya una crisis en el manejo del paciente.

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Eso lo sabía y lo advirtió la Organización Mundial de la Salud desde junio de 2020, en una de esas puntuales e ignoradas advertencias de Tedros Adhanom desde Ginebra: vendrá escasez de oxígeno.

La OMS anunció el 24 de junio la compra de 14 mil concentradores para distribuirlos en 170 países. Su voz, como el “test, test, test”, quedó archivada para mejores ocasiones.

Han pasado casi siete meses.

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Foto: Karla Iberia Sanchez.

Merolicos del aire

 “Amiga, cilindro tipo T, te da un suministro de oxígeno de casi 72 horas a un flujo de dos litros por minuto. Es una buena opción cuando buscas un flujo continuo para tu paciente. Te puede dar desde un cuarto de litro a 15 litros por minuto”, dice un vendedor a ritmo de merolico en Villahermosa, Tabasco.

Busco en internet: 682 litros, portátil; 113 litros marca Oxiplus; Zebra DNA O2, m9 15 PULGADAS; 9500 lts AGOTADO; 425 lt sAGOTADO… junta de seguridad, caudalímetro, punta de seguridad, vaso dosificador. Fushida, Galen Medical, Roscon…

¡Qué complicación! Terminología de una dimensión desconocida, presentada en todos los tamaños, en todas las plataformas, en todos los tonos:

  • #Iguala. “Estoy dispuesta a darles publicidad a los lugares qué surtan, vendan, renten el vital tanque de oxígeno. Manden al 7331156473, siempre y cuando no sean aprovechados ni voraces. Ojo: sólo negocios establecidos o de gente que sea de ahí de Iguala”. (sic)
  • URGENTE!!! Una persona está publicando venta de oxígeno en Las Ceibas en Lagos de Moreno. ¡CUIDADO!!!!
  • ES ESTAFA. NUNCA HEMOS CONOCIDO A ESTA PERSONA. El día de hoy se presentaron seis por sus equipos que ya habían pagado.

En Palenque, donde el concentrador EverFlo de Phillips está en 87 mil pesos y el “genérico chino”, -descrito por el vendedor- en 35 mil, encuentro esta publicidad:

  • “Por si acaso no hay oxígeno en Chiapas, hagan drenaje postural”.

El consejo va acompañado de dos dibujos de personas boca abajo acomodadas en sillas volteadas:  “En caso de que los hospitales colapsen y se sienta con dificultad para respirar, tenga en cuenta ésta técnica. No espere a último momento. Si siente alguna dificultad para respirar o mucha mucosidad, inhale y exhale lentamente en esta posición, de 15 a 20 minutos, 3 veces al día o todo el tiempo que necesite”.

“Llegó el mes de Enero y tenemos el placer de confirmar que aun tenemos en stock la oferta de nuestro equipo de oxígeno más completo más un oxímetro de regalo. Oferta hasta agotar stock”

La Dra. Chanona reitera: “Estamos frente a un problema de salud pública global. A mí me ha pasado en hospitales. Pacientes que presentan distrés respiratorio, y aún así aseguran: “No estoy saturando bien, doctora, pero déjeme que haga tres respiraciones profundas para que mis pulmones otra vez vuelvan a funcionar”, reflexiona la reconocida neuroanestesióloga Ana Karina Chanona sobre desinformación respecto al uso del oxígeno intra y extrahospitalario: “En ese estado, estos pacientes requieren oxígeno en altas concentraciones y a una presión mayor”. 

Sobre la desinformación en torno al uso del oxígeno (tanto intra como extra hospitalario) agrega: “En ese estado, estos pacientes requieren oxígeno en altas concentraciones y a una presión mayor”. 

Reitera que debe haber capacitación en signos iniciales de Covid-19 en médicos generales, en familiares y en los propios pacientes. 

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La Dra. Chanona reitera que debe haber capacitación en signos iniciales de Covid-19 en médicos generales, familiares y pacientes. Advierte los riesgos de un manejo no profesional y masivo de oxígeno en casa: “El oxígeno es altamente inflamable: puede llegar a quemar a un paciente. Si se calibra a densidades no adecuadas, el paciente resentirá daño en las mucosas por largo tiempo.” 

Por eso en México, se ha disparado la venta de agua de mar para hidratar fosas nasales.  

Uno de cada 5 enfermos de Covid-19 podría requerir oxígeno.

El amparo

Sigo buscando. Encuentro al estilo de venta de lápiz labial: “Llegó el mes de Enero y tenemos el placer de confirmar que aun tenemos en stock la oferta de nuestro equipo de oxígeno más completo más un oxímetro de regalo. Oferta hasta agotar stock”.

El stock se ha agotado para casi 140 mil mexicanos.

Ni Kafkiano.

Ni Shakespereano.

Ni surreal.

Es Real.

Descorazonador.

Escalofriante.

“Cómo hacer un amparo para obtener oxígeno”, es un tutorial online para abogados. Un formato de hoja y media utilizado ya en dos juicios.

Explica el audio: Es lo que más chance tienes de que la armes y te den algo para que no mueras, como oxígeno”.

Instruye: “Escrito inicial de amparo excepcional, en términos del artículo 15 de la Ley de Amparo (…) Dónde dice la parte quejosa ponen su nombre, ¿ok? (sic) Se reclama lo siguiente: “La omisión que subsiste hasta el momento de proporcionarme atención médica de urgencia, y entonces ahí ustedes le ponen: oxígeno”.

Oxígeno, más oxígeno

Pienso en el Ever Flo o el Simply Go como resumen de todas las desigualdades.

Mientras, en el puesto de dulces frente al Hospital General ya tiene oxímetros y puntas nasales.

¿Qué pasará por la mente de la tía?

Dicen que cuando se te va el aire, quisieras escribir otra vez el borrador de su vida.

Para encontrar explicación, comparto con un gran médico, el más noble de los amigos, un recorte de periódico.

“¿Viste el obituario de Gayosso en México?”

“Parece una lista de fusilamiento”.

Callamos los dos.

Me formo otra vez

“Es como si hubiera sido la fiesta más cara del mundo, ¿no, Adriana?”, le digo a la empleada de la empresa de telecomunicaciones.

“No. La fiesta estuvo buena. El after“.

Mueve la cabeza y sentencia casi un aforismo: esto es el after más grande del mundo.

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