La electricidad necesaria para minar bitcoins es mayor que la de ‘países enteros’
Foto: Pixabay

No sólo el valor del bitcoin se ha disparado en el último año, también sucedió con la cantidad de energía que consume.

El valor de la criptomoneda cayó un poco después de superar su valor máximo de 50 mil dólares, pero la energía utilizada para crearla ha mantenido su crecimiento durante el surgimiento épico. Ya alcanzó el equivalente a la huella de carbono anual de Argentina, de acuerdo con Cambridge Bitcoin Electricity Consumption Index, una herramienta de los investigadores de Cambridge University que mide el uso de energía de la moneda.

El interés reciente de las grandes instituciones de Wall Street como JPMorgan y Goldman Sachs probablemente resultó en el crecimiento de la divisa en cuanto a valor, y el respaldo de Elon Musk, de Tesla, ayudó a impulsar su punto máximo, mientras los inversionistas apuestan por que la criptomoneda se convierta en una opción más popular en el futuro próximo.

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Mientras que la reciente caída golpeó la fortuna de Musk, el bitcoin significa una amenaza para la misión de la compañía hacia un “futuro de cero emisiones”, y también plantea serias preguntas para los gobiernos y las corporaciones que buscan limitar sus propias huellas de carbono.

El mining de bitcoins (el proceso por el que se le otorgan bitcoins a una computadora que resuelve una compleja serie de algoritmos) es un proceso de alto consumo de energía.

El mining implica resolver problemas matemáticos complejos para crear nuevas bitcoins. A los mineros se les recompensa con bitcoins.

Al inicio de la relativamente corta historia de bitcoin (la criptomonedas se creó en 2009) una persona podía minar en una computadora promedio. Pero por la manera en que el creador configuró el mining de bitcoins (o creadores, nadie sabe realmente quién fue) sólo existe un número finito de bitcoins que pueden minarse: 21 millones. Mientras más bitcoins se minen, más complejos son los algoritmos a resolver para recibir recompensas.

Ahora, como ya se han minado 18.5 millones de bitcoins, una computadora promedio no puede minar. En su lugar, el mining requiere equipamiento especial que pueda lidiar con el intenso poder de procesamiento necesario para obtener las criptomonedas. Y, por supuesto, estas computadoras especiales necesitan mucha energía para funcionar.

La cantidad de electricidad usada para minar bitcoins “ha alcanzado niveles más altos que países enteros, como Irlanda”, dijo Benjamin Jones, un profesor de economía en la University of New Mexico, y quien ha investigado el impacto ambiental de las bitcoins. “Hablamos sobre múltiples terawatts, decenas de terawatts de electricidad anuales se utilizan sólo para las bitcoins … Es mucha electricidad”.

Los defensores de bitcoin dicen que el mining cada vez se hace con más electricidad de fuentes renovables, mientras disminuye cada vez más ese tipo de energías, y se necesitan menos cantidades que de otros tipos de electricidad que desperdician más. Tan sólo la energía desperdiciada por electrodomésticos conectados pero que están inactivos en Estados Unidos puede alimentar el mining de bitcoins durante 1.8 años, de acuerdo con el Cambridge Bitcoin Electricity Consumption Index.

Pero los ambientalistas dicen que el mining aún es una fuente de preocupaciones, sobre todo porque los mineros van a donde la electricidad es más barata, y eso puede significar ir a países que utilizan carbón. De acuerdo con Cambridge, China tiene más mineros que cualquier otro país, por mucho. Mientras que el país ha transicionado lentamente hacia energías renovables, alrededor de dos tercios de su electricidad provienen del carbón.

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Debido a que no hay un órgano gubernamental o una organización que oficialmente trate dónde se minan las bitcoins y qué tipo de electricidad se utiliza, no hay forma de saber si los mineros utilizan energías renovables o combustibles fósiles.

El equipamiento para mining puede moverse de un lugar a otro dependiendo del precio de la energía, lo que dificulta el rastreo.

“Los lugares donde minas bitcoins pueden cambiar y, en algunos casos, ni siquiera sabes dónde están”, dijo Camilo Mora, profesor de geografía y medio ambiente en la University of Hawaii.

El Centre for Alternative Finances de Cambridge estima que el consumo de electricidad anual de las bitcoins supera los 115 terawatts hora (TWh) mientras que el minucioso índice de Digiconomist calcula alrededor de 80 TWh.

Una sola transacción de bitcoin tiene la misma huella de carbono que 680,000 transacciones de Visa o 51,210 horas de YouTube, de acuerdo con el sitio.

Un artículo académico de 2018 del Oak Ridge Institute de Ohio encontró que el equivalente a un dólar en bitcoins requiere 17 megajulios de energía, más del doble de lo necesario para minar un dólar de cobre, oro y platino. Otro estudio del Reino Unido publicado el año pasado dijo que la energía necesaria para minar bitcoins se cuadruplicó en 2019, en comparación con el año anterior, y que el mining ha tenido influencia sobre los precios en algunos mercados de energía y utilidades.

Los defensores de bitcoin dejaron muy claro que ellos piensan que cualquier costo ambiental del mining vale la pena por el amplio impacto que puede tener en la sociedad.

“El bitcoin no podría cumplir su papel como una transferencia de valores segura y global y como un sistema de almacenamiento sin altos costos de mantenimiento”, dice la defensa que escribió Ria Bhutoria, directora de investigación en Fidelity Digital Assets, frente a las críticas contra Bitcoin.

“Las computadoras y los smartphones tienen huellas de carbono mucho más grandes que las máquinas de escribir y los telégrafos. A veces, la tecnología es tan revolucionaria e importante para la humanidad que la sociedad tiene que aceptar las deficiencias”, escribió el inversionista Tyler Winklevoss en Twitter.

Algunas personas han señalado que no es necesario priorizar las criptomonedas sobre el medio ambiente. Los creadores de ethereum, considerada la segunda criptomoneda más popular, prometieron cambiar el algoritmo de su divisa para que el mining sea más amigable con el medio ambiente.

Vitalik Buterin, el informático que inventó ethereum, le dijo a IEEE Spectrum que el mining de criptomonedas puede ser “un desperdicio enorme de recursos, aún si no crees que las contaminación el dióxido de carbono son problemas”. “Hay consumidores reales, personas reales, cuya necesidad de electricidad se desplaza por estas cuestiones“.

Actualmente, el mining de ethereum funciona de manera similar al de bitcoin, donde las computadoras más poderosas tienen la ventaja, porque todas compiten para completar una transacción primero. Los desarrolladores de ethereum trabajan en cambiar el sistema para que los mineros entren a una urna y los seleccionen aleatoriamente para recibir ether a cambio. Este método, llamado “prueba de acciones”, garantiza que menos electricidad será necesaria para minar las monedas.

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Pero como bitcoin se mantiene como el líder de las criptomonedas y, con el respaldo de compañías establecidas y bancos de inversión, probablemente el impacto ambiental de la moneda sólo crecerá.

Cuando se trata de electricidad, “a las computadoras no les importa. La computadora sólo recibe la electricidad, pero el lugar de donde proviene dicha electricidad hace una enorme diferencia (en el medio ambiente)”, dijo Mora.

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