La Casa de los Famosos, más allá del show: machismo, transfobia y salud mental

La Casa de los Famosos México, producida por Televisa, rompió récord de audiencia con un alcance de más de 4.2 millones de personas, que a lo largo de dos meses y medio conocieron a 14 famosos, a la par que quedaron expuestas diversas violencias cometidas tanto por habitantes como por conductores y producción. 

Este reality show destacó por la participación de Wendy Guevara, la primera mujer trans con mayor presencia en la televisión mexicana, pero también por otras “polémicas” que se traducen a violencia machista, transfobia y minimización de la salud mental.

Especialistas consultados por La-Lista coinciden en que lo que para muchas personas de la audiencia o participantes puede ser un “show”, un “juego” o “hacer contenido”, las expresiones violentas ejercidas en La Casa de los Famosos no son más que el retrato de un país con altos índices de crímenes de odio, feminicidios y suicidios.

La visibilidad de Wendy no combate la transfobia

La Casa de los Famosos México arrancó el 4 de junio con la primera declaración transfóbica de Poncho de Nigris, quien con Wendy a su lado expresó: “Me va a dar un arrimón (…) los dos tenemos erección”.

A esta se sumaron expresiones como “Quedan tres mujeres, una con chile, pero es mujer”, de Sergio Mayer; “El team infierno muestra esta lealtad entre ellos y (eso que) son hombres”, de Galilea Montijo; “Hay una mujer trans que está muy guapa, pero es que ella sí parece mujer”, de Emilio Osorio; y “Si se quieren sentir araña, pescado, sean lo que ustedes quieran, pero con los niños no”, de Barby Juárez, entre muchas otras.

Raúl Cruz, periodiste y critique de medios, señala que si bien es cierto que esta es la primera vez que una persona trans que viene de un contexto de racialización y marginación ocupa un espacio “protagónico” en un programa como este, se debe cuestionar si realmente representa un paso positivo para la comunidad.

“Sí es muy importante tener una visibilidad sobre el tema trans, pero una visibilidad que atraviese las complejidades y las múltiples versiones de la experiencia trans de muchísimas personas. Wendy ha sido percibida como una persona trans caricaturizada en muchos aspectos, no se habla de ella como mujer trans, se habla de ella como una caricatura”, expone.

Cruz recordó que hubo momentos del reality en los que personas señaladas previamente de actos misóginos, como Sergio Mayer y Poncho de Nigris, “defendieron” a Wendy Guevara de comentarios transfóbicos para, acto seguido, ellos mismos ejercer violencias transfóbicas “sutiles”.

Lo mismo ocurrió fuera de La Casa de los Famosos, es decir, entre la audiencia, pero esto no significa que haya una aceptación de la comunidad trans, sino de Wendy Guevara como personaje, según plantea le especialiste en medios.

“Se trata de un fanatismo por Wendy, una especie de alianza performativa por los derechos de las personas trans, pero la realidad es que la mayoría de las personas que son fans de Wendy no se cuestionan sobre sus propios actos transfóbicos y misóginos, y los seguirán ejerciendo de forma constante y cotidiana”, lamenta.

“Así nos llevamos” y “ella no se ofende”, fueron algunos de los argumentos que usaron habitantes de La Casa de los Famosos México ─como Poncho de Nigris y Bárbara Torres─ para justificar sus comentarios transfóbicos hacia Wendy. Entre la audiencia, hubo personas que recordaron que la propia Guevara ha manifestado no tener problema con cómo sea nombrada.

Le periodiste indica que la percepción de Wendy Guevara es producto de la misoginia y transfobia sistemática. “Esas son violencias internas, dentro de la comunidad trans, que hay que ir señalando, ella tiene el derecho absoluto de nombrarse como quiera nombrarse y de vivir su experiencia trans como ella quiera, pero el resto de las personas no debería usar esto como argumento para seguir ejerciendo violencias”, enfatiza Cruz.

De acuerdo con un informe de la organización civil Letra Ese, el 2022 fue el año más violento para la comunidad LGBTI+ en México con 87 asesinatos. Las mujeres trans fueron las víctimas más numerosas, con 48 transfeminicidios, y la mayoría de los crímenes (32%) se cometió en vía pública.

A esto se suma ─indica Raúl Cruz─ que el 96% de las personas trans en México no tiene empleo, solo 84% tiene acceso a educación superior y el 98% vive debajo de la línea de bienestar, entonces, ¿en qué aporta la visibilidad de una persona trans como Wendy?

“Yo creo que la visibilidad de Wendy no es una ganancia para la comunidad trans, en especial en un programa que constantemente ha permitido y ejercido violencias transfóbicas (…) La mayor visibilidad de una persona trans en medios puede significar mayor violencia en la calle para las personas trans, sobre todo para las que no gozan de un privilegio mediático”, puntualiza.

No son micromachismos, es violencia

“Anda pasando ahí, con tanga (bikini) y me siento incómodo”, “Contigo no voy a discutir, eres mujer”, “No importa si eres mujer: da amor y pide respeto”, fueron algunas expresiones misóginas que se transmitieron en La Casa de los Famosos México.

Lo que pudieran parecer “micromachismos” ─violencias sutiles, cotidianas o normalizadas─ en realidad tienen un impacto negativo en la vida de mujeres, niñas y adolescentes.

Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios (RNR), lamenta que el contenido del reality tuviera tanto alcance, pues precisamente estas violencias machistas se replicaron a manera de “broma”, “juego” o como “un simple comentario”.

“No considero que (La Casa de los Famosos) abone a la construcción de una sociedad igualitaria y libre de violencias”, reflexiona.

Pero además, Figueroa expone que minimizar las violencias cotidianas contra las mujeres a “micromachismos” solo agrava más el problema e invisibiliza a las víctimas.

“Hablar de micromachismos minimiza las violencias cotidianas que se naturalizan, que perpetúan los estereotipos de género, los actos machistas y misóginos, así como las situaciones de opresión, cosificación de los cuerpos de las mujeres, e incluso que han llegado a arrebatar la vida de cientos de mujeres”, señala.

El “chiste” de un comentario misógino termina cuando en México se cometen en promedio 10 feminicidios diarios. Además, en 2022, la RNR brindó atención a 449 mujeres víctimas de violencia sexual y a 141 por intento de feminicidio.

De acuerdo con la Red, solo el 6% de las mujeres víctimas de violencia machista denuncia a sus agresores, y esto se debe en gran medida a la falta de confianza en las autoridades y temor a la percepción que pueda tener la sociedad de ellas.

Lucrar con la salud mental

“A lo mejor no es su menopausia ni está loca, a lo menor es una gran actriz”, “Si ella es bipolar, es la que tiene que perder, no nosotros”, “Que se tome su rivotril”, “Solo hay que ignorarla”, estos fueron algunos comentarios de habitantes de La Casa de los Famosos México cuando la comediante Bárbara Torres tuvo crisis emocionales.

Pese al estado en que se encontraba Torres ─llorando, con coraje y angustia─ la producción, conductores y otros miembros de La Casa lo minimizaron a un simple problema hormonal o que era parte de su comedia.

“Para la sociedad, hacer a un lado la salud mental o situaciones de crisis es muy común (…) En nuestro país se tiene la ‘cultura’ y la ‘educación’ de que la salud mental es lo último. No nos educan para manejar las emociones de los demás”, dice la doctora en psicología Irma Marimón.

La manera en la que algunos habitantes de La Casa de los Famosos trataron las crisis de Bárbara fue, simplemente, ignorarla. Esto, de acuerdo con Marimón, puede tener un impacto aún más negativo en la estabilidad emocional de las personas.

“Hay gente que les dice: ‘pues creo que ya es hora de ir al doctor, está loca, está en crisis, ignórala, déjala que se le pase’. Una crisis no va a pasar por sí sola, en especial cuando una persona está en un encierro prolongado”, explica.

Pero no solo es Bárbara Torres. La especialista explica que cualquiera de los participantes de este tipo de realitys ─en los que se experimenta encierro prologado y exposición ante las cámaras 24/7─ es propenso a cambios de humor, desasosiego, ira e incertidumbre, que posteriormente pueden llevar a la depresión y a la paranoia.

“En una situación como La Casa de los Famosos se está viendo la cara real de todas las personas, y el que vean tu cara real no es tan fácil. Te genera mucha inseguridad, miedo de qué van a decir, qué van a pensar de mí, de mi carrera, cómo va a ser mi carrera de aquí en adelante”, señala.

Otro aspecto que llamó la atención sobre el reality fue cuando algunos participantes revelaron que la producción les estaba proporcionando medicamentos para tratar episodios de ansiedad o insmonio.

En este sentido, Irma Marimón refiere que en el supuesto de que la producción de La Casa de los Famosos actuara de forma ética y responsable tuvo que haber requerido la medicación a un especialista en salud mental.

“Sin embargo, ante una situación de crisis, pues sí, te puedo mandar una pastilla, pero eso va a servir solamente para contener la crisis de ese momento, después tengo que hacer al menos una entrevista o dos para ver cuál es tu historial clínico, cuál es la situación emocional por la que estás pasando, qué tipo de medicamento te puedo dar.

“Es peligroso el medicar a las personas cuando no se sabe por lo que está pasando, porque lo estás viendo a través de una cámara en este caso, pero no sabes qué hay detrás de su estado. Un antidepresivo puede llevar a una persona a tener pensamiento suicida”, puntualiza Marimón.

Solo en 2021, en México se registraron 8 mil 447 suicidios consumados, lo que representa una tasa de 6.2 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Para Irma Marimón, la producción de este tipo de realitys no prioriza la salud mental de sus concursantes, sino que lucra con ella.