Día Internacional del Beso: los besos más recordados del mundo del espectáculo
En la mejilla, en los labios, en la frente o en la mano, el beso es un acto de amor, de respeto, de familiaridad, de saludo o pleitesía que llena los museos con pinturas y esculturas.

Los besos más recordados del showbiz.
/Foto: Especial
De la pasión de los besos de Roy Lichtenstein al de Judas de Giotto, de Rodin a Géricault o el celebérrimo y archirreproducido de Klimt, el arte plasmó sensualidad, dramatismo y ternura a partes iguales en la representación de un beso que celebra su Día Internacional cada 13 de abril.
En la mejilla, en los labios, en la frente o en la mano, el beso es un acto de amor, de respeto, de familiaridad, de saludo o pleitesía que llena los museos con pinturas y esculturas.
No te pierdas: Los besos que no son en la boca para practicar con tu pareja
Los besos más recordados de la televisión
El mundo del espectáculo nos regaló besos que pasaron a la historia por su intensidad, sorpresa o carga simbólica.
Uno de los más icónicos fue el de Madonna, Britney Spears y Christina Aguilera en los MTV Video Music Awards de 2003, que generó titulares en todo el mundo.
Uno de los besos más inesperados y divertidos del showbiz fue el que se dieron Sandra Bullock y Meryl Streep durante los Critics’ Choice Awards en 2010. Ambas actrices acababan de empatar en la categoría de Mejor Actriz, Bullock por The Blind Side y Streep por Julie & Julia, y al subir al escenario para recibir el premio, sorprendieron al público con un beso en los labios.
El beso de Greta Friedman se convirtió en uno de los íconos más reconocibles del siglo XX, capturado en la famosa fotografía V-J Day in Times Square, tomada por Alfred Eisenstaedt el 14 de agosto de 1945.
En la imagen, un marinero besa apasionadamente a una joven vestida de blanco en plena celebración por el final de la Segunda Guerra Mundial. Durante décadas, la identidad de los protagonistas fue tema de especulación, hasta que Greta Friedman fue identificada como la mujer del retrato.
Aunque muchos interpretaron la imagen como un símbolo romántico del alivio tras la guerra, Greta más tarde explicó que no se trató de un beso consensuado, sino de un acto espontáneo por parte del marinero, reflejando la euforia del momento.
Los besos más recordados de la pantalla
Otro inolvidable fue el beso entre Rachel y Ross en la serie Friends, que marcó un antes y un después en su historia de amor llena de romances y acertijos.
También está el apasionado beso de Spider-Man (Tobey Maguire) y Mary Jane (Kirsten Dunst) bajo la lluvia, una escena que quedó grabada en la cultura pop para siempre.
El beso final entre el Príncipe y Blancanieves en el clásico animado de Disney, Blancanieves y los siete enanitos (1937), es uno de los momentos más emblemáticos del cine.
Tras caer en un sueño profundo inducido por la manzana envenenada, Blancanieves yace en un ataúd de cristal, rodeada por los enanitos que lloran su aparente muerte.
En una escena cargada de magia y esperanza, el Príncipe llega y, con un beso de amor verdadero, rompe el hechizo, despertando a Blancanieves de su letargo, sin embargo, también generó polémica en la actualidad por quienes criticaron y pidieron eliminar la escena.
El beso entre La dama y el vagabundo en la película del mismo nombre es uno de los más tiernos y recordados del cine animado.
Durante una cena improvisada a la luz de las velas en un callejón italiano, los dos perros comparten un plato de espaguetis con albóndigas mientras suena la romántica Bella Notte. Sin darse cuenta, ambos comen del mismo fideo hasta encontrarse en un beso accidental que desata una dulce conexión entre ellos
Mientras que la escena del beso bajo la lluvia entre Noah y Allie en Diario de una pasión (The Notebook, 2004) es una de las más icónicas del cine romántico moderno.
Tras años de separación, los protagonistas se reencuentran y, en medio de una tormenta intensa, finalmente se enfrentan a sus emociones reprimidas. Empapados y con el corazón en la mano, Noah le confiesa a Allie que nunca dejó de amarla, y ella lo besa apasionadamente, sellando un amor que había quedado suspendido en el tiempo
Los besos a través de la historia del entretenimiento
El primer beso (1891) es el óleo en el que Viniegra y Lasso de la Vega une a Adán y Eva en el paraíso en una actitud erótica en el que desnudos, tumbados en el campo, él toma con la mano una serpiente.
La traición la plasma Giotto en El beso de Judas, la señal que significaba la entrega de su maestro.
Romántico donde los haya es el lienzo de Franceco Hayez, no en vano uno de los grandes del romanticismo italiano. A él pertenece El último beso de Julieta y Romeo, considerada una de sus obras maestras, aunque no la única en la que el beso es protagonista.
El brillo que destila el cuadro del austriaco Gustav Klimt, decorado con láminas de plata y pan de oro, inspirado en las teselas de los mosaico bizantinos, atrapa la mirada hacia dos amantes que parecen suspendidos en una burbuja, aislados del mundo, en un momento de intimidad.
Marc Chagall realiza una fantasía sobre el amor al hacer levitar en El aniversario a un hombre y una mujer en ese momento de fusión.
El pintor francés Théodore Géricault realizó algunos dibujos en carboncillo con una gran carga erótica “con un toque de lirismo”, apunta Mar Borobia, jefa del área de Conservación de Pintura Antigua del Museo Thyssen de Madrid, como se puede contemplar en su obra El beso (1816), donde una pareja desnuda se abraza en una cama revuelta.
Rene Magritte, sin embargo, tapa la cara con un velo a los protagonistas de Los amantes uniendo sus labios.
Una de las últimas obras de Picasso fue El beso (1969), pero no la única con ese título. El pintor malagueño dibujó en 1899 a una pareja en la misma actitud a lápiz en un papel; y firma otro lienzo en 1925 con una nueva y agresiva manifestación del amor.
Dos personajes de la divina comedia, Paolo y Francesca, inspiraron a Auguste Rodin para realizar la escultura El beso, un momento de infidelidad descubierto por el esposo y hermano de él.
Una pieza que se equipara en sensualidad a la de Antonio Canova que representa a Cupido y Psique.
No te pierdas: Beso sin consentimiento es cosa del pasado
Uno de los representantes del pop-art, Roy Lichtenstein utilizó el lenguaje de las imágenes de cómic, con tramas de puntos y colores, para pintar besos con mujeres emocionadas, con lágrimas sobre sus mejillas, donde el espectador tiene que elegir si son de alegría o tristeza.
El estadounidense Andy Warhol, artista de la cultura popular, se limitó a pintar de manera colorista cuatro sensuales labios abiertos que alientan a besar a la espera de ser correspondidos.
Pero la muestra total de arte popular callejero se concentra en el icónico y fraterno beso entre Leonid Brézhnev y Erich Honecker (Berlín, 1961) que el grafitero ruso Dmitri Vrúbe pintó en el muro de Berlín en 1990, y que se puede visitar en la galería de arte al aire libre situada sobre los restos del Muro de Berlín.
-Con información de EFE.