Poco prudente, la política para detener la tercera ola de Covid-19: Guillermo Torre
Guillermo Torre Amione. Foto: Tecnológico de Monterrey, YouTube.

Para Guillermo Torre Amione, es inevitable que se desate una tercera ola de Covid-19 en México. El rector de TecSalud asegura que la ilusión del descenso en la curva contagios será el principal ingrediente que detone la tragedia, pero no el único. También influirá la circulación de otras variantes del virus más transmisibles y letales –como la B.1.1.7 y la B.1.3.5.1– y la falta de una política pública adecuada en Semana Santa.

El vicepresidente de investigación del TecSalud del Tecnológico de Monterrey explica que una de cada dos personas que adquieren el padecimiento e ingresan al sistema de salud pública muere. Con esas tasas de letalidad, asegura, el decálogo para unas vacaciones seguras –presentado la semana pasada por el gobierno federal– es poco prudente y no enfatiza en si el problema está resuelto. Y bajar la guardia aumenta el peligro.

Yo sí percibo una gran amenaza. Mi preocupación se basa en que soy responsable del hospital privado más grande del país atendiendo Covid-19. Al ver el sufrimiento del paciente, y el ver el sufrimiento de la familia, el nivel de preocupación es superior”, dice en entrevista para La-Lista.  

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La-Lista: ¿Qué tan real es la posibilidad de que se desate una tercera ola de Covid-19 en México?

Guillermo Torre Amione: Creo que es inevitable porque lo que estamos viendo. Es muy probable que haya variantes del virus que son más agresivas, junto con el aumento en la movilidad en prácticamente todas las entidades del país, es un escenario donde todos los factores coinciden.

Nosotros en lo particular tenemos el hospital privado más grande de atención Covid-19, y estamos completamente preparados para volver a tener un número como en los picos anteriores. Hemos tenido capacidad completa con 15 o 20 personas en emergencia esperando ser tratados.

Adicionalmente, aunque ha llegado la vacuna a México, el porcentaje de gente vacunada es muy poquito, y no va a tener capacidad para detener la gran transmisibilidad del virus. Esa es mi expectativa, quisiera estar equivocado francamente pero creo que es muy poco probable.

L-L: ¿Qué factores estarán presentes en esta posible ola de Covid-19 en México y América Latina?

GTA: Primero, la gente se está calmado y cuando en México percibimos una paz, a todos nos da mayor sensación de libertad. Eso está generando más movilidad y la gente bajó un poco la guardia. Entre mayor sea la movilidad siempre habrá más alta transmisibilidad del virus; sumado a la fatiga y el cansancio de estar viviendo un año en el confinamiento.

Desafortunadamente Semana Santa va a aumentar la movilidad. El pico más grande que vivimos en México se dio en las vacaciones de diciembre, aunado a que no tenemos vacuna.

Tenemos una serie de elementos perfectos para un rebrote y el virus está circulando en todo el país, mucho más de lo que circuló en los primeros meses del año pasado. No hay protección, no hay inmunidad de rebaño, no hay vacunas, la expectativa es alta. La otra preocupación es que existe evidencia de que ya hay cepas o variantes del virus que pueden ser más agresivas en diferentes puntos del país.

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L-L: Ha dado un seguimiento puntual a las nuevas cepas que han llegando al país, ¿qué le preocupa de ellas?

GTA: La que me genera más preocupación es la cepa B.1.1.7. Me preocupa más porque se está convirtiendo en un factor de riesgo en Estados Unidos. La conexión entre nuestra población México-estadounidense es enorme, particularmente en la frontera: es una frontera en la que el virus camina libremente.

Si ya es prevaleciente en Estados Unidos, es cuestión de semanas para verla aquí. México desafortunadamente no tiene un seguimiento de secuenciación al nivel necesario para hacer estas predicciones. Sabemos que hay una o dos gentes contagiadas, pero aumenta porque es mucho más transmisible y desafortunadamente también más letal.

Afortunadamente, las vacunas que tenemos hoy en existencia producen inmunidad y defensas requeridas. Pero va a ocasionarnos una curva ascendente más rápida y más agresiva que en el pasado, que los pacientes se enfermen y veamos una mayor tasa de mortalidad.

Hay otras variantes de más preocupación, como la de Sudáfrica que se llama B.1.3.5.1. Tiene la problemática mayor porque las vacunas no protegen aparentemente o no en la forma como hemos utilizado las vacunas hasta hoy. Entonces si esa variante llega, va a crear otro problema.

Desde mi punto de vista, como no tenemos tanta gente vacunada, no tenemos la condición suficiente para prevenir el contagio. Esa para mí es la amenaza más grave. ¿Cómo la combatimos? Desafortunadamente si empezamos a tomar medidas agresivas una vez que los casos empiecen a aumentar, ya estaremos fuera de tiempo.

L-L: El subsecretario Hugo López-Gatell y el presidente Andrés Manuel López Obrador presentaron un decálogo para “vacaciones seguras”. ¿Esta política pública es suficiente?

GTA: Sí percibo una gran amenaza. Mi preocupación se basa en que soy responsable del hospital privado más grande del país atendiendo Covid-19. Al ver el sufrimiento del paciente, y al ver el sufrimiento de la familia, el nivel de preocupación es superior. Tenemos la sensibilidad de hacer recomendaciones con base en ver el dolor de la gente.

Yo hubiera tomado una actitud mucho más agresiva. Hoy que tenemos una amenaza latente, yo hubiese sido más estricto en recomendar mascarillas, distanciamiento, evitar la movilidad. Ahora te voy a decir por qué haría estas recomendaciones: porque tenemos un sistema de salud frágil. Porque cuando la población entra al sistema público de salud, uno de cada dos (50%) pacientes que ingresa retornan a casa en féretros. Por otra parte, cuando hay saturación, también aumenta la mortalidad.

Desde el punto de vista de política pública, hubiera hecho el mayor esfuerzo posible para evitar volver a vivir a una etapa de saturación en el sistema de salud. Más si sabemos que tenemos un sistema de salud frágil que no tiene suficientes camas preparadas, porque reconvertir sin preparar, entrenar y equipar no ha sido una estrategia adecuada. No tenemos resuelto el problema. Que ahorita tengamos curvas epidemiológicas hacia abajo no significa que el virus desapareció, el virus anda ahí, circulando y, se va a reflejar en lo que ya hemos visto en otros lugares del mundo. Alemania está haciendo lockdown, Chile está haciendo lockdown y nosotros le decimos a la gente que vaya y que se salude. De verdad se me hace poco prudente. Yo estoy en total desacuerdo con esta política, francamente. 

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Creo que haría un llamado a la gente de que tuviera prudencia. Y eso significa disminuir movilidad, evitar espacios públicos. Quizá puedes ir a caminar con tu familia, puedes convivencia, pero evitar movilidad. Es más fácil reconocer que seguimos siendo susceptibles, es más fácil entender que el problema no está resuelto. Si entendemos esa realidad y sabemos que nuestra única arma para combatir es disminuir movilidad y enfatizar las medidas de distanciamiento, es lo que yo recomendaría. No tenemos tratamientos efectivos, no tenemos vacunación. La única estrategia o arma que tenemos es evitar que nos contagiemos y eso es menor movilidad, mascarillas, espacios abiertos y evitar grupos.

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