DogPhone permitirá a tu perro hacerte videollamadas mientras estás en la oficina
DogPhone tienen un potencial para convertir al Internet de las cosas en una herramienta útil para los animales. Foto: Lum3n/ Pexels

La baja de los contagios y el avance en la vacunación de la población está provocando que las personas vuelvan a las oficinas, pero todos los que tienen perros en casa se han preguntado, ¿qué va a pasar con ellos cuando todo vuelva a la antigua normalidad?

La doctora Ilyena Hirskyj-Douglas, de la Universidad de Glasgow, y su labrador de 10 años, Zack, junto con colegas de la Universidad Aalto en Finlandia, crearon el sistema DogPhone, que podría ayudar a los ‘cachorros pandémicos’ a mantenerse en contacto con sus dueños.

DogPhone, primero en su tipo, permitirá a los animales utilizar Internet para ponerse en contacto con sus dueños a través de videollamadas.

De acuerdo con sus creadores, en un futuro este sistema podría abordar la ansiedad por separación de las mascotas que se han acostumbrado a tener personas en casa durante la pandemia de Covid-19.

La doctora Hirskyj-Douglas es especialista en interacción animal-computadora en la Escuela de Ciencias de la Computación de la Universidad, que investiga nuevas formas de enriquecer la vida de las mascotas a través de la tecnología.

Por lo que los resultados de DogPhone muestran que Zack, el labrador, llama a su dueña la doctora Hirskyj-Douglas levantando y agitando una bola equipada con un acelerómetro, cuando este detecta movimiento, inicia una videollamada en una computadora portátil en su sala, lo que permite a Zack ver e interactuar con su dueño cuando lo desee. 

Asimismo, la dueña puede usar el sistema para llamarlo, y es libre de responder o ignorar la llamada.

La doctora Hirskyj-Douglas explica que si bien en el mercado de mascotas existen cientos de juguetes inteligentes conectados a Internet, responden a las necesidades de los dueños de los caninos para poder observar o interactuar con sus mascotas mientras están fuera de casa. 

“Muy pocos de ellos parecen considerar lo que los perros podrían querer, o cómo la tecnología podría beneficiarlos como seres vivos con pensamientos y sentimientos propios. Lo que quería hacer con DogPhone era encontrar una manera de convertir a Zack de un ‘usuario’ de la tecnología, donde no tiene opción ni control sobre cómo interactúa con los dispositivos, en un ‘usuario’, donde pudiera tomar decisiones activas sobre cuándo, dónde y cómo hizo una llamada”, dice.

Para crear un dispositivo atractivo la doctora observó los objetos con los que su labrador jugaba, así como las texturas que le gustaba tocar, por lo que se optó con una pelota blanda como la forma con la que era más probable que el perro quisiera interactuar, dentro se oculta el acelerómetro.

Así durante 16 días repartidos en tres meses se realizaron pruebas para definir la sensibilidad del acelerómetro y detectar cuáles habían sido llamadas accidentales. En la primera fase Zack hizo 18 llamadas, la mitad fueron accidentales pues se realizaban cuando el perro dormía sobre la pelota, es decir, el acelerómetro era muy sensible; en la segunda fase se ajustó el acelerómetro y solo se hicieron dos llamadas, es decir, fue muy insensible; en la tercera parte se ajustó la sensibilidad y demostró que el perro hizo en promedio cinco llamadas por día. 

Durante esta última fase, se mostró que la interacción entre el perro y la dueña fue más significativa, pues la doctora le mostraba su entorno, la oficina, el metro, un músico callejero, a lo que Zack mostró intereses aguzando el oído y se acercaba a la pantalla. 

“No podemos saber con certeza que Zack estaba al tanto del vínculo causal entre levantar la pelota y hacer una llamada, o incluso que algunas de las interacciones que parecían accidentales en realidad no fueron intencionales de su parte. Está claro que en algunas ocasiones definitivamente estaba interesado en lo que estaba viendo y que mostraba algunos de los mismos comportamientos que muestra cuando estamos físicamente juntos”, señaló la doctora Hirskyj-Douglas.

Dentro de las consecuencias es haber encontrado a Zack ansioso o que no se acercara a la pantalla. “Cualquiera sea la forma que adopte, hemos dado un paso más hacia el desarrollo de una especie de ‘Internet para perros’, que les da a las mascotas más autonomía y control sobre su interacción con la tecnología”, explicó la doctora Hirskyj-Douglas.

Dispositivos como DogPhone tienen un potencial para convertir al Internet de las cosas en una herramienta útil para los animales.

“Eso podría ayudar a los ‘cachorros pandémicos’ a encontrar nuevas formas de lidiar con el estrés de estar solos en casa mientras sus dueños regresan al trabajo”.

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