Seis mujeres desaparecen juntas en Celaya, Guanajuato; activan ficha de búsqueda
Las mujeres se conocían y viajaban juntas al momento de su desaparición.
Las mujeres se conocían y viajaban juntas al momento de su desaparición.
Seis mujeres fueron reportadas como desaparecidas en el municipio de Celaya, Guanajuato, desde el pasado 7 de marzo. Mientras que una más desapareció el 10 de marzo en el mismo municipio.
Se trata de Paulina Berenice Reséndiz Martínez, de 25 años de edad; Mariana Gutiérrez Guzmán, de 19 años; Yoselin Daniela Zamorano Macías, de 20 años y madre de un menor de dos meses; Sandra Daniela Paredes González, de 24 años; Rosa María Ramírez, de 42 años; y Gabriela Barbosa Ruiz de 48 años de edad.
Las cédulas de búsqueda fueron difundidas por la Fiscalía General del Estado de Guanajuato (FGE), a través del Protocolo Alba, el 9 de marzo e incluye su descripción física, señas particulares, así como la vestimenta que llevaban el día de su desaparición.
Paulina tiene 25 años, mide 1.55 metros y pesa 55 kilos. Tiene el cabello lacio color castaño obscuro; mientras sus ojos son olvidos y color café claro. Como seña particular tiene un tatuaje en el antebrazo izquierdo, una perforación en el ombligo y una cicatriz en la ceja izquierda.
Mariana tiene 19 años, mide 1.60 metros y pesa 80 kilogramos. Su cabello es lacio de color castaño obscuro. Sus ojos son alargados y de color café obscuro. Como seña particular tiene un tatuaje en el pecho, otro en la mano izquierda y uno más en el antebrazo; así como una cicatriz en la rodilla.
Yoselin Daniela tiene 20 años, mide 1.65 metros y pesa 50 kilos. Mide 1.65 metros y pesa 50 kilos. Su cabello es lacio de color castaño claro. Sus ojos son alargados, de color café claro. Como seña particular tiene un tatuaje en la pantorrilla derecha, cicatriz en el tobillo, lunar en el párpado derecho y en el torso.
Sandra Daniela tiene 24 años, mide 1.60 metros y pesa 60 kilos. Su cabello es lacio, color castaño claro. Sus ojos son ovalados, de color café obscuro. Como señas particulares tiene tatuajes en el pecho y en la pierna derecha.
Rosa María tiene 42 años, mide 1.70 metros y pesa 70 kilos. Es de cabello crespo, color negro. Tiene los ojos redondos y color café obscuro. Como seña particular tiene tatuajes en la espalda y el brazo derecho, cicatrices en la pierda izquierda y un lunar cerca del ojo izquierdo.
Gabriela tiene 36 años, mide 1.68 metros y pesa 85 kilos. Su cabello es crespo, de color negro. Sus ojos son redondos, de color café obscuro. No se reportaron señas particulares.
De acuerdo con los reportes, las seis mujeres iban juntas y se conocían entre sí. La última vez que se les vio fue el 7 de marzo rumbo al camino a San José de Guanajuato y el fraccionamiento Álamo Country Club. Desde entonces se desconoce su paradero.
Sus familiares compartieron la ficha de búsqueda del Protocolo Alba, un mecanismo reactivo para realizar la búsqueda inmediata para la localización de mujeres y niñas desaparecidas, con el fin de proteger su vida.
Mientras que el sábado 11 de marzo el Protocolo Alba difundió en redes sociales otra ficha de búsqueda de otra mujer reportada como desaparecida también en el municipio de Celaya.
Se trata de Sandra Martínez Cruz, de 31 años de edad y desapareció el viernes 10 de marzo luego de haber salido de su domicilio.
La ficha de su desaparición informa que Sandra tiene el cabello lacio de color castaño claro, ojos redondos de color café obscuro, una estatura de 1.65 metros y pesa 64 kilogramos. Al momento de su desaparición vestía pantalón de mezclilla azul, sudadera y zapatos color gris.
Ella sería la séptima mujer que desaparece en una semana en Celaya.
En caso de tener alguna información, la Fiscalía General del Estado puso a disposición de la ciudadanía los números 800 368 62 42 y del Sistema de Emergencias 911.
De acuerdo con datos de ONU Mujeres, en México una de cada cuatro personas desaparecidas es mujer.
La importancia de que se considere la perspectiva de género en casos de mujeres y niñas desaparecidas incluye que se identifiquen patrones o prácticas que puedan haber causado la desaparición por motivos de género, considerar como ejes causales las diferentes formas de violencia de género como la violencia familiar, la violencia sexual, los delitos como trata de personas, además del contexto social adverso que presenta la población en la que sucede la desaparición.
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