#LibertadParaGiovana: protestan en Barrientos por detención de víctima de violencia sexual
Colectivas exigen la liberación de Giovana Trejo, víctima de violencia sexual. Foto: SIWA

Colectivos feministas, defensoras de derechos humanos y mamás de víctimas de feminicidio y violación se mantienen al exterior del penal de Barrientos, en Tlalnepantla, Estado de México, exigiendo la liberación de Giovana Trejo Cruz, sobreviviente de violencia sexual y víctima de violencia vicaria.

Giovana Trejo fue ingresada al penal alrededor de las 15:00 horas del jueves 30 de marzo, luego de ser detenida ilegalmente y a base de engaños.

Un día antes, el 29 de marzo, la mujer de 40 años de edad recibió una llamada en la que se le informó que era acreedora a una Tarjeta del Bienestar y que si estaba interesada debía ir a recogerla, según lo declarado por su mamá.

Fue un engaño. Giovana Trejo fue detenida junto con su hijo menor de edad en Joyas de Cuautitlán por elementos vestidos de civil, quienes, sin identificarse ni mostrar ninguna orden de aprehensión, la subieron a un vehículo sin placas.

En el trayecto ─en el que además fue víctima de agresiones físicas y verbales por parte de los agentes─ se le informó que había sido notificada para comparecer, pero previamente no tuvo conocimiento de dicha notificación, de acuerdo con lo que declaró a su su abogada Ximena Ugarte.

Giovana fue llevada al Centro de Justicia de Tlalnepantla y posteriormente al penal de Barrientos, donde finalmente se le informó a ella y a su abogada que se le acusaba por “incumplimiento de obligaciones”, en una carpeta que inició la familia de su agresor.

En días próximos, se llevaría a cabo una audiencia inicial contra Carlos “N”, quien ya había sido procesado y sentenciado a 11 años de prisión por el delito de violación en agravio de Giovana, sin embargo, la defensa legal acusó fallas en el proceso, por lo que se realizaría un nuevo juicio.

Tanto Giovana como su mamá declararon que días antes de la detención, la víctima recibió una llamada en la que se le advirtió que
sería encerrada en Barrientos para “sufrir” lo mismo que Carlos “N”, es decir, una amenaza en contra de su integridad que posiblemente fue de previo conocimiento de las autoridades que la detuvieron e ingresaron.

Durante su matrimonio con Carlos “N”, Giovana Trejo vivió varios tipos de violencia, que aumentó una vez que decidió separarse hace siete años: fue alejada de sus tres hijas ─entonces, todas eran menores de edad─, lo cual fue utilizado por su agresor para abusar sexual y psicológicamente de ella.

Hoy, Giovana vive con un diagnóstico clínico de depresión derivado de los abusos de su exesposo y de la violencia institucional que ha llevado tanto en juzgados familiares como en el proceso penal contra Carlos “N”. Ambos casos también la dejaron en una situación de vulnerabilidad económica.

Afuera del penal, las activistas critican que cuando se trata de un feminicida o un deudor alimentario las autoridades no actúan tan “eficazmente” como lo hacen con una víctima.

“Cuántos deudores alimentarios hay, cuántos feminicidas, y pasan años y años y no los detienen. Nunca los detienen de la manera en que lo hicieron con ella, con engaños, y lo rápido que la metieron al penal”, criticó la mamá de una sobreviviente de violación.

“Giovana tiene problemas de salud, no nos dicen cómo está, no nos dejaron pasarle cobijas, ropa ni comida. Cualquier cosa que le llegue a pasar es responsabilidad de ellos (las autoridades)”, agrega otra mujer.

Las colectivas también se muestran indignadas con las autoridades encargadas de procurar justicia y proteger a las mujeres. “Al parecer dejan de contestar el teléfono a las 2 de la tarde, porque nadie contesta, en Derechos Humanos y en Comisión de Víctimas dicen que no pueden ayudar porque no está en el registro. ¡Exacto! Eso queremos, que esté en el registro y la protejan”, enfatizan.

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