México, el país donde las madres de víctimas hacen el trabajo de las autoridades

Las mamás volvieron a ser la fuerza de la marcha del 8 de marzo (8M) en la Ciudad de México (CDMX). Escoltadas por cientos de mujeres, caminaron con las fotos de sus hijas y, en algunos casos, de sus hijos desaparecidos o asesinados.

“Vivas se las llevaron, vivas las queremos”, “¿Por qué les buscamos? Porque les amamos” y “Justicia” fueron las consignas de las mamás de víctimas de feminicidio y desaparición.

La marcha de este 8 de marzo se da en un país con 4 mil 817 feminicidios y 14 mil 263 homicidios dolosos de mujeres cometidos de diciembre de 2018 a enero de 2024 (periodo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador), según los registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Además, México acumula más de 114 mil personas desaparecidas y no localizadas, de las cuales 26 mil 800 son mujeres y 87 mil 200 son mujeres, de acuerdo con el Registro Nacional de personas Desaparecidas.

María del Carmen Volante llegó a la Glorieta de las Mujeres que Luchan portando una lona con la foto de su hija Pamela Gallardo Volante, desaparecida el 5 de noviembre de 2017 en el Ajusco, en cuya búsqueda en días pasados fue hallada una fosa clandestina con restos de otras personas.

“¿Por qué marcho? Por amor a mi hija. Por amor a todas las mujeres que seguimos en una lucha patriarcal. El Estado nos ha hecho invisibles, pero nosotras nos vamos a hacer presentes”, expresó María del Carmen.

Con palas y picos, mamás buscadoras avanzaron por Reforma y Juárez, entre miles de mujeres que asistieron a la marcha, quienes, de hecho les expresaron su apoyo.

“No están solas, no están solas”, les decían otros contingentes, mientras las mamás avanzaban por las principales calles de la capital del país, como parte de la marcha por el 8M.

Las familiares de Ariadna Guadalupe Cortés Hernández, de 30 años, también estuvieron marchando este 8M. La joven desapareció el 2 de febrero de 2024 en Río Blanco, Veracruz.

“Ari, escucha, esta es tu lucha”, gritó el contingente creado para exigir la aparición con vida de la joven.

Elsa Abarca Bravo llegó al Zócalo de la CDMX este 8 de marzo para exigir justicia por el feminicidio de su hija Elsa Celeste Baltazar, presuntamente cometido por su expareja a finales de 2023.

“No tengo ni una noticia de la Fiscalía, no se me ha informado nada, solo que están viendo el caso y hasta ahí, de ahí en fuera no han hecho nada”, lamenta la mujer.

“Yo lo que quiero es justicia para mi hija”, exige Elsa, quien ante el feminicidio ha tenido que hacerse cargo de sus tres nietos.
“El país donde las madres hacen el trabajo de las autoridades”, dice un grupo de mujeres ante la presencia de las mamás víctimas de feminicidio y desaparición.

La fuerza de los colectivos de madres se había apagado en marchas después del Covid-19. En su mayoría son personas de la tercera edad, muchas requieren usar bastón, pero este 8 de marzo ninguna se quedó atrás.

“Hija, escucha, tu madre está en la lucha”, repetían constantemente las mujeres. En su voz no había tristeza, era más bien un eco de coraje e indignación con las autoridades.