EU demandará a Canadá por sus controvertidas prácticas en la industria láctea

Después de cuatro tumultuosos años viviendo al lado de Donald Trump, muchos canadienses esperaban que las relaciones con su vecino más cercano mejoraran con la entrada de Joe Biden. El expresidente había impuesto aranceles al acero y aluminio canadienses, amenazó con aranceles al sector automotriz y dijo que el primer ministro, Justin Trudeau, es un “dos caras”.

Pero en las últimas semanas, los funcionarios canadienses se han enfrentado a crecientes tensiones con Estados Unidos, en tanto que los líderes de ambos lados enfrentan desafíos políticos internos.

El martes, la embajadora comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, anunció planes para demandar a Canadá por sus controvertidas prácticas lácteas, acusando al país de violar el acuerdo entre EU, México y Canadá.

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Durante años, Canadá ha controlado estrictamente la producción de leche, mantequilla y queso a través de la gestión del suministro, un complejo sistema de controles de producción y aranceles destinados a mantener estables los precios internos. Los productos importados, como el queso de Estados Unidos, están sujetos a un arancel del 300%.

Si bien Canadá ha anunciado planes para permitir más importaciones sin aranceles elevados, Tai alegó que el pa´ís todavía está utilizando su complejo sistema de licencias y aranceles para favorecer a los productores canadienses en lugar de productos de fabricantes de otros países.

La ministra de Comercio de Canadá, Mary Ng, dijo en un comunicado que le “decepciona” la decisión y que su gobierno “protegerá y defenderá” la práctica de la gestión del suministro. Muchos de los agricultores que se benefician del programa se encuentran en la provincia de Quebec, un campo de batalla electoral clave.

Trudeau restó importancia a la tensión sobre los lácteos y comentó que “siempre habrá cuestiones sobre las que Canadá y EU tendrán desacuerdos”.

Esos desacuerdos incluyen un anuncio la semana pasada del departamento de comercio de EU para duplicar los aranceles sobre la madera blanda, la más reciente acción en una disputa que ha persistido durante casi cuatro décadas. Canadá también se ha sentido frustrada porque Biden no ha apoyado públicamente al país en una disputa con Michigan sobre la Línea 5, un oleoducto y gas natural que Ottawa considera que es fundamental para su economía y sus necesidades energéticas.

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“Canadá se encuentra en cierta desventaja en lo que respecta a las relaciones comerciales con EU. Estamos más cercanos y se siente más local. No parece que estemos tratando con China y debemos tener cuidado”, dijo Christopher Sands, director del Instituto de Canadá del Wilson Center en Washington. “Con Canadá, existe la percepción de que podemos enfrentarnos a ellos, de que no les tenemos miedo”.

Tanto los productos lácteos como la madera son temas que los funcionarios canadienses podrían haber esperado que se negociaran más favorablemente con Biden.

Pero un Congreso estrechamente dividido y las próximas elecciones de mitad de período significan que Biden y el Partido Demócrata sienten una inmensa presión política para mostrar fortaleza en el comercio, según Sands, lo que significa que hay poco apetito por concesiones comerciales. “Nadie en Capitol Hill quiere ir a las próximas elecciones diciendo que dejaron a los canadienses libres“, dijo.

El momento para Trudeau también ha sido negativo.

Con la esperanza de convertir a su minoría parlamentaria en una mayoría, el primer ministro ahora tiene la tarea de gestionar una serie de cuestiones en las regiones electorales clave del país.

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“Es probable que Ottawa hubiese querido tiempo en todas estas disputas, tal vez incluso después de las elecciones de otoño”, agregó Sands. “Pero ese no parece ser el caso”.