Bye, bye, Rusia: Estados bálticos dejan red energética de Moscú y los arropa la UE

Viernes 21 de febrero de 2025

Bye, bye, Rusia: Estados bálticos dejan red energética de Moscú y los arropa la UE

Estonia, Lituania y Letonia finalmente se desconectaron de la red eléctrica rusa para unirse a la de la Unión Europea. La medida los blinda de la presión de Putin.

países balticos Rusia

Estonia, Letonia y Lituania se independizaron de los sistemas eléctricos de Rusia el pasado 8 de febrero; esta medida no solo es energética, sino también geopolítica.

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Portada: Eduardo Septimo/La-Lista

Estonia, Letonia y Lituania se independizaron de los sistemas eléctricos de Rusia el pasado 8 de febrero; esta medida no solo es energética, sino también geopolítica.
Portada: Eduardo Septimo/La-Lista

El 8 de febrero de 2025 marca un hito histórico para Estonia, Letonia y Lituania, ya que estos países se desconectaron oficialmente del anillo eléctrico ruso BRELL, integrándose plenamente en la red eléctrica europea.

Dicha decisión simboliza el fin de décadas de dependencia energética de Rusia y refuerza la seguridad energética de la región. La transición hacia una red eléctrica más segura y diversificada no solo es un paso hacia la autonomía, sino que también representa un avance significativo en la política energética de la Unión Europea, que busca reducir la vulnerabilidad de sus estados miembros ante influencias externas.

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El proyecto de sincronización con la red europea ha sido una prioridad estratégica para los Estados Bálticos. Según cálculos realizados en los tres países, el impacto de esta transición en el costo total de los servicios eléctricos será mínimo. Las principales variables que influyen en los precios de la electricidad en la región son la generación doméstica, los precios de los combustibles, las condiciones climáticas y la disponibilidad de infraestructura de red.

Se estima que el incremento mensual en la factura eléctrica será de aproximadamente 50 céntimos de euro para los consumidores lituanos (con un consumo promedio de 140 kWh), 60 céntimos para los estonios y alrededor de 1 euro para los letones. Yoko Alender, ministra de Clima de Estonia, destacó: “Este es un precio que vale la pena pagar por la independencia y la seguridad”.

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Frenan influencia rusa

La desconexión del sistema BRELL y la exitosa integración en el mercado energético europeo representan no solo un logro técnico, sino también una victoria simbólica sobre la influencia rusa.

Este cambio no solo mejora la seguridad energética, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades de inversión y colaboración en el sector energético. Con la integración en la red europea, los Estados Bálticos podrán acceder a una mayor variedad de fuentes de energía renovables, lo que les permitirá diversificar aún más su matriz energética y reducir su huella de carbono.

En la última década se desmontaron 16 líneas eléctricas que conectaban a los estados bálticos con Rusia y Bielorrusia. Además, la Unión Europea construyó nueva infraestructura, como interconexiones submarinas en el mar Báltico, que le permitieran a Lituania, Letonia y Estonia incorporarse a su red.

Estas tres naciones comparten una frontera de mil 633 kilómetros con Rusia y Bielorrusia; en esas condiciones, se vieron obligadas a notificarle a Moscú su intención de desconectarse del anillo BRELL con un año de anticipación.

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La presidenta de la Comisión Europea y los presidentes de los países bálticos llevaron a cabo una ceremonia con la que se puso fin a décadas de dependencia energética rusa. / Marcin Obara/EFE

Los Estados Bálticos están ahora firmemente alineados con las estructuras de seguridad energética europeas, asegurando su resiliencia futura en este ámbito.

A medida que Europa avanza hacia una mayor autonomía energética, los Estados Bálticos sirven como ejemplo de cómo los esfuerzos políticos, económicos y técnicos pueden superar dependencias históricas y desafíos políticos.

La red BRELL –que lleva su nombre por Bielorrusia, Rusia, Estonia, Lituania y Letonia– era el último vínculo entre los estado bálticos y la nación gobernada por Putin. Las tres naciones recuperaron su independencia desde 1990 tras la caída de la Unión Soviética, y apenas hace 20 años se adhirieron a la Unión Europea y la OTAN.

En 2022, detuvieron las compras energéticas a Rusia, tras la invasión a Ucrania, pero todo este tiempo dependieron de Moscú para controlar frecuencias y estabilizar las redes.

La era de la manipulación energética por parte de Rusia ha llegado a su fin, y los Estados Bálticos están ahora plenamente integrados en el panorama energético europeo.

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¿Cómo lograr la soberanía energética?

Este paso, el de los países bálticos, envía una señal clara a otras naciones sobre la importancia de diversificar las fuentes de energía y reducir la dependencia de proveedores que podrían utilizar los recursos energéticos como herramientas de presión política.

La experiencia de los Estados Bálticos subraya la relevancia de la cooperación regional y la integración en mercados energéticos más amplios para garantizar la seguridad y estabilidad en el suministro eléctrico. En este sentido, la colaboración con otros países europeos en proyectos de infraestructura energética, como interconectores y redes inteligentes, se vuelve crucial para fortalecer la resiliencia del sistema energético.

Baltic States join the European continental electricity grid
Los presidentes de Lituania, Letonia y Estonia participaron en la ceremonia oficial del Día de la Independencia Energética del Báltico. / Marcin Obara/EFE

En el contexto mexicano, donde la seguridad energética y la diversificación de fuentes son temas de interés, la experiencia báltica ofrece lecciones valiosas sobre la importancia de la independencia energética y la integración en mercados internacionales para fortalecer la soberanía y la seguridad nacional.

La transición de los Estados Bálticos hacia una red eléctrica más segura y diversificada puede servir como un modelo inspirador para otros países que buscan reducir su dependencia de fuentes externas y fomentar un futuro energético más sostenible y autónomo.

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