¿Crisis de derechos humanos en Tailandia? Esta es la iniciativa colaborativa, comunitaria y juvenil que busca revertirla

Aunque Tailandia ha ratificado importantes tratados internacionales en materia de derechos humanos, la realidad cotidiana dista mucho de reflejar un entorno seguro, justo e igualitario. En 2024, el país obtuvo una puntuación de apenas 0.47 en el Índice Global de Derechos Humanos, lo que evidencia graves carencias en áreas como la libertad de expresión, violencia institucional, desapariciones forzadas y violencia de género.

Particularmente crítica es la situación en el noreste del país, una región históricamente marginada, con altos niveles de pobreza, acceso limitado a servicios básicos y severas restricciones a derechos medioambientales y políticos.

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En respuesta a este contexto, surgió en 2023 la Iniciativa Ciudad de los Derechos Humanos, una propuesta que ha tomado fuerza en las provincias de Ubon Ratchathani y Khon Kaen gracias al impulso de la Fundación Friedrich Naumann, en colaboración con universidades, organizaciones civiles y la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Tailandia.

Este proyecto no parte de marcos institucionales verticales como ocurre en otras ciudades, sino que adopta un enfoque ascendente centrado en la sociedad civil y, sobre todo, en la participación activa de jóvenes universitarios que se involucran directamente en la promoción de los derechos humanos desde su comunidad.

Te contamos por qué es importante esta iniciativa y de qué trata:

Principales violaciones a los derechos humanos en Tailandia

A pesar de ser parte de ocho tratados internacionales clave —como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) o la Convención contra la Tortura (CAT)—, Tailandia sigue enfrentando serios problemas estructurales en materia de derechos humanos, según datos de 2024. Estos desafíos afectan de manera directa tanto a activistas, comunidades vulnerables como a ciudadanos comunes.

A continuación, se enlistan los más relevantes:

Restricciones a la libertad de expresión

• Aplicación constante del artículo 112 del Código Penal (ley de lesa majestad), que penaliza con hasta 15 años de prisión críticas contra la monarquía.
• De julio de 2020 a diciembre de 2024, al menos 276 personas fueron procesadas bajo esta ley.
• Uso sistemático de leyes de sedición y seguridad nacional para criminalizar protestas y opiniones disidentes.
• Represión a periodistas, activistas y estudiantes a través de vigilancia, intimidación y arrestos arbitrarios.

Tortura y desapariciones forzadas

• Persisten denuncias de tortura bajo custodia, especialmente en zonas con conflictos como el sur del país.
• Activistas sociales y medioambientales siguen siendo objeto de desapariciones forzadas sin que existan sanciones contra funcionarios responsables.
• A pesar de la entrada en vigor de la Ley contra la Tortura en 2023, ningún funcionario ha sido procesado hasta ahora.

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Violencia de género y desigualdad

• Al menos 24% de las mujeres tailandesas de entre 15 y 49 años han sufrido violencia de pareja.
• De más de 30 mil denuncias anuales por violencia contra las mujeres, solo mil 500 terminan en detención policial.
• Las mujeres siguen ganando un 10% menos que los hombres por el mismo trabajo, y tienen menor participación laboral (59.2% vs 75.6%).

Vulneración de derechos medioambientales

• Comunidades rurales enfrentan deforestación, sequías y contaminación por expansión industrial.
• El noreste del país sufre con especial intensidad los efectos del cambio climático, lo que pone en riesgo la salud infantil y la seguridad alimentaria.

Explotación de migrantes y trata de personas

• Más de 2.5 millones de trabajadores migrantes (en su mayoría de Myanmar, Camboya y Laos) enfrentan explotación laboral, salarios precarios y servidumbre por deudas.
• Migrantes indocumentados y sus hijos tienen acceso limitado a salud, educación y movilidad, lo que profundiza su vulnerabilidad.
• Los casos de tráfico de personas vinculados a redes transfronterizas son frecuentes sin respuestas contundentes del Estado.

¿Qué propone la Iniciativa Ciudad de los Derechos Humanos?

La Iniciativa Ciudad de los Derechos Humanos en Tailandia se distingue por adoptar un enfoque ascendente y comunitario, alejado de las estructuras estatales formales. A diferencia de modelos en otras partes del mundo donde los gobiernos locales impulsan marcos jurídicos y planes municipales, como en Barcelona o Washington, esta iniciativa tailandesa nace desde las bases: organizaciones de la sociedad civil, universidades locales y defensores comunitarios unen fuerzas para empoderar a las personas desde su contexto inmediato.

La Fundación Friedrich Naumann ha sido una pieza clave para articular este modelo, que se inició en Ubon Ratchathani (2023) y se expandió a la ciudad de Khon Kaen (2024).

Una de las características más relevantes de esta iniciativa es su fuerte enfoque juvenil. Estudiantes universitarios de la región noreste de Tailandia son convocados para colaborar activamente con redes de organizaciones locales de la sociedad civil que poseen una considerable experiencia en la atención a las necesidades de grupos vulnerables. Este enfoque no solo fomenta la creatividad, sino que también cultiva un nuevo liderazgo local, sensible y con formación práctica.

El proyecto se apoya en una lógica de inmersión directa en problemáticas sociales. Los participantes visitan comunidades afectadas por la falta de vivienda, el acceso limitado a servicios básicos, el estatus legal precario o los impactos de la contaminación ambiental. Tras este contacto, se generan espacios colaborativos de reflexión y diseño de propuestas.

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Además, la iniciativa tiene una orientación clara hacia el fortalecimiento del tejido social. Se prioriza el trabajo con redes locales ya existentes y se impulsa la creación de campañas ciudadanas, proyectos de defensa legal, acciones de justicia ambiental y otras estrategias lideradas por la comunidad.

La articulación entre juventud, sociedad civil y educación local busca no solo atender los problemas actuales, sino construir una cultura de derechos humanos sostenible en el tiempo. Aunque Tailandia aún no ha proclamado oficialmente ninguna “ciudad de derechos humanos”, los esfuerzos en Ubon Ratchathani y Khon Kaen representan una base sólida y replicable para lograrlo.

Fortalecer la iniciativa de derechos humanos en Tailandia

Basado en experiencias internacionales y los aprendizajes en Tailandia, se han planteado 10 recomendaciones que ayuden a revertir la crisis de derechos humanos en Tailandia. Un estudio de la Fundación Friedrich Naumann los enumera así:

1. Crear marcos de colaboración entre sociedad civil, academia y gobiernos locales.
2. Adaptar estrategias a los contextos históricos, culturales y sociales de cada comunidad.
3. Involucrar a los jóvenes como agentes de cambio.
4. Fortalecer marcos jurídicos locales alineados con estándares internacionales.
5. Mejorar la educación y capacitación en derechos humanos.
6. Apoyar iniciativas dirigidas por la comunidad.
7. Establecer sistemas de monitoreo y evaluación.
8. Buscar apoyo internacional en recursos y asesoría.
9. Fomentar campañas de concienciación en derechos humanos.
10. Reforzar las redes de la sociedad civil para exigir cuentas a las autoridades.