El primer hotel LGBT en Cuba espera a los turistas y la aprobación del matrimonio igualitario
Diez meses después del cierre de fronteras, el Gran Muthu Rainbow Hotel espera turistas y la aprobación del matrimonio igualitario en Cuba.
Diez meses después del cierre de fronteras, el Gran Muthu Rainbow Hotel espera turistas y la aprobación del matrimonio igualitario en Cuba.
Covid-19 le puso un freno al turismo y a los hoteles de todo el mundo. El Gran Muthu Rainbow Hotel, el primer hotel LGBT de Cuba, es una muestra clara de ello.
El Gran Muthu Rainbow Hotel abrió sus puertas en diciembre de 2019, sin embargo, muy pronto tuvieron que ser cerradas por la pandemia del SARS-CoV-2. Diez meses después, la isla reabrió sus fronteras y con ello, el hotel de cinco estrellas también, con todas las medidas sanitarias de prevención para recibir a sus primeros clientes.
Los directivos del hotel ahora se aseguran de que los clientes extranjeros se hayan hecho una prueba de PCR 72 horas antes de llegar a Cuba y los huéspedes cubanos traigan consigo sus tarjetas con el esquema completo de vacunación.
Mientras el sol baña la gran bandera de arcoíris, el hotel LGBT, ubicado en Cayo Guillermo de la provincia de Ciego de Ávila, al este de Cuba, busca atraer ese segmento turístico, en momentos en que las autoridades estudian la aprobación del matrimonio igualitario en la isla.
Con un hotel enfocado en la comunidad gay, Cuba está “dando pasos importantes con el nuevo código de familia”, dijo a la agencia AFP Marlis Delgado, jefa de Ventas del centro de hospedaje, en referencia al texto que actualmente es analizado por una comisión legislativa para aprobar el matrimonio igualitario en el país.
“Eso significa un avance para nuestra sociedad y tener este hotel puntualmente acá” y otro que se inaugurará próximamente en La Habana, “nos brinda la posibilidad de que este código de familia tenga una fundamentación un poco más fuerte para poder ser aprobado”, considera Delgado.
En las primeras semanas, los turistas canadienses han sido los más asiduos al lugar rodeado de playas paradisíacas, además de los viajeros cubanos, dice Delgado.
“Muy incluidos”
El hotel puede ser una fuente de inspiración para que el gobierno haga “los cambios adecuados para todas las personas LGBT que llegan aquí a Cuba “, dice Kevin McGrath, un canadiense de 37 años que disfruta de la piscina con vista al mar, “es un lugar acogedor y nos sentimos muy incluidos”.
Se espera que el texto del nuevo código de familia, que permitirá el matrimonio entre personas del mismo sexo en Cuba, sea sancionado por la Asamblea Nacional a fines de año, para ser sometido luego a un referendo nacional en 2022.
Las autoridades trataron de incorporar el tema en la Constitución aprobada en 2019, pero el fuerte rechazo que generó en las Iglesias Evangélicas y otros sectores sociales provocó que su discusión se pospusiera.
La industria turística, motor de la economía cubana, sufrió un duro golpe por la pandemia. Ahora, el gobierno prevista recibir 100,000 visitantes en los últimos 45 días del año y para 2022 espera 2 millones de turistas, una cifra aún lejana a los 4 millones que ingresaban anualmente antes de 2020.
“Creo que es fenomenal, que es una gran entrada al Caribe especialmente a Cuba, un país adorable que demuestra al mundo lo que puedes hacer”, dice Erick Hiller, otro visitante canadiense que disfruta de la playa en su segundo día de estancia en el hotel.
Hiller está tan entusiasmado que considera la idea de casarse en Cuba en caso de que la ley se apruebe.
“Creo que eso es otra cosa increíble, en nuestro país fue aprobado varios años atrás, estamos viendo si eventualmente es posible casarnos aquí”, confiesa, al lado de su pareja.
Con información de AFP.