‘Cárdenas Palomino era una persona temida en la Policía Federal’: expertos
Luis Cárdenas Palomino durante una conferencia de prensa el 6 de julio de 2012, cuando era jefe de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal. Foto: Mario Guzmán/EFE

El 27 de abril de 2012, Mario Vallarta y su sobrino Sergio Cortez fueron detenidos afuera de su casa por presuntamente pertenecer a la banda de secuestradores Los Zodiaco, liderada –según las autoridades– por Israel, su hermano, y la expareja de él, Florence Cassez.

Según el relato que dio René, su otro hermano, a Mario le causaron quemaduras y contusiones, además le reventaron un oído, como parte de la presión para que confesara ser parte de ese grupo delictivo.

Por estos hechos, en septiembre de 2020, un juez federal giró una orden de aprehensión en contra de 12 elementos de la extinta Policía Federal (PF), quienes participaron en aquella detención, así como de su superior, el hoy detenido Luis Cárdenas Palomino, quien estaba a cargo de la División de Seguridad Regional de aquella corporación y era su superior inmediato.

“Hay acusaciones muy serias alrededor del tema de tortura. Luis Cárdenas era una una persona temida dentro de la PF y no particularmente querida”, refiere Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), organización que analiza la incidencia delictiva en México. Y si bien acota que ese concepto está basado en testimonios de policías más que en documentos, recuerda que se le consideraba como una persona dura e incluso cruel.

También lee: La sombra del caso Cassez reaparece ante la detención de Cárdenas Palomino

La tortura fue la razón de su detención y posterior traslado al penal del Altiplano. Este suceso podría ser un parteaguas en la pesquisa de quienes han cometido este delito desde las corporaciones de seguridad del país en los casos de investigaciones por secuestro, considera Juan Salgado, investigador del World Justice Project especializado en seguridad.

“Hay una muy oscura secuela de todos estos procesos, sobre todo porque muchas de las confesiones y procesos dependieron de mecanismos y tratos ilegales. Es un buen mensaje que las autoridades estén reabriendo estas investigaciones y tomando en cuenta nuevos datos y que estén efectivamente persiguiéndolo y realizando estas detenciones”, explica en entrevista para La-Lista.

No obstante, refiere que nada de esto se puede desvincular de la otra investigación que tiene abierta el exmando de la PF, relacionada con el exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, quien está detenido en Estados Unidos acusado, al igual que Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García, de recibir sobornos para permitir las operaciones del Cártel de Sinaloa de tráfico de cocaína hacia ese país.

“Obviamente no se puede desvincular de la detención en 2019 de Genaro García Luna, y de todo el proceso que está en marcha en Estados Unidos y, tal vez pensando en una hipótesis, podría ser que esta detención con cargos de tortura sea para procesarlo finalmente por delincuencia organizada en EU”, alerta.

Tortura

El especialista del CIDE resalta que esto se debe tomar como un precedente para proceder de la misma manera en casos distintos más allá del de la banda Los Zodiaco, con la que se asoció a Israel Vallarta, hoy detenido, y a Cassez, quien regresó a Francia tras ser liberada en 2013.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2016, elaborada por el Inegi, prácticamente dos de cada tres personas que estaban en reclusión en ese año reportaron algún maltrato físico durante su detención.

Te sugerimos: ¿Quién es Luis Cárdenas Palomino, el brazo de García Luna hoy detenido?

Mientras que a partir de esos datos, World Justice Project estimó que para el periodo de 2006 a 2016, el 79% de las personas detenidas en México habían sido maltratadas o torturadas durante su detención, traslado o estancia en el Ministerio Público.

Con esos datos, la investigación de casos por este delito entre las autoridades tendría que ser aún mayor, considera Salgado.

Respaldo a la Guardia Nacional

El pasado 30 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó su conferencia matutina con un mensaje para celebrar el segundo aniversario de la Guardia Nacional (GN), la corporación de seguridad federal que creó y que desde su campaña promovió como la corporación para unificar el control de las tareas de seguridad bajo el mando del Ejecutivo.

Sin embargo, los resultados de esa medida, y por ende, de la corporación que la representa, no han sido positivos. Apenas durante la conferencia matutina de este lunes, después del tema de la detención de Cárdenas Palomino, se discutieron los resultados en materia de seguridad en general y de la GN en particular.

Justo la semana pasada el presidente presumió que la corporación sumaba 100 mil elementos efectivos contra los 40 mil de la extinta PF, de los cuales solo la mitad, acusó, eran operativos.

“Son transferidos temporalmente. No están adscritos a la GN, no es personal que se dio de baja en la Sedena y se dio alta en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, es un número muy limitado los que sí pasaron definitivamente”, contrasta Rivas.

Ahora lee: Luis Cárdenas Palomino, excolaborador de García Luna, es detenido acusado de tortura

Ante estas condiciones, para el director del ONC, otra lectura que se puede tomar de la detención de Cárdenas Palomino es un espaldarazo para la Guardia Nacional, sobre todo como un reflejo de que la anterior corporación no era funcional, por lo que necesitaba un nuevo modelo.

“Su detención tiene un significado en el país cuando la situación de seguridad está cada vez peor y la Guardia Nacional no ha demostrado ser exitosa. ¿Qué es lo que está fallando? Todo. O más bien, ¿qué es lo que está funcionando? No sabría contestar”, comenta Rivas.

Apenas en junio pasado, el reporte de incidencia delictiva oficial mostró que en cuanto a los homicidios, se ha mantenido estable el número de casos de este delito en comparación con los últimos seis meses de la administración anterior; en tanto que en los primeros cinco meses del año, los delitos contra la salud, donde se considera el narcotráfico, incrementaron 8%.

“No sabría hasta qué tanto le convenga al presidente mantenerlo en México y aprovecharlo un poco para desprestigiar la PF y el gobierno de Calderón y asegurar que la GN fue un buen movimiento, más ahorita que estamos hablando de la militarización de la seguridad nacional”, sentencia.

Síguenos en

Google News
Flipboard