#8M Mujeres y niñas del Estado de México reclaman el derecho al aborto y el alto a la violencia

Miles de mujeres de todas las edades, orígenes y estratos sociales, volvieron a tomar las calles de las ciudades más importantes del Estado de México, para exigir justicia en casos de feminicidios sin resolver y para denunciar la violencia de género en sus distintas dimensiones y en diversos espacios, desde acosos y hostigamientos en universidades y centros laborales, hasta la pedofilia en escuelas, la violencia en iglesias y la violencia obstétrica en hospitales.

Todas las violencias que asolan a la mitad de la población mexiquense, la entidad donde más mujeres matan en México (35 ya tan solo en enero), fueron el tema central de las marchas que este martes poblaron las calles y llenaron las plazas de la capital y otras ciudades donde los feminicidios y desaparición de mujeres son una constante, como Ecatepec y Naucalpan.

Tan solo en el mes de enero, se registraron un total de 35 asesinatos de mujeres en el Estado de México, de los cuales 14 son considerados feminicidios, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública.

En este arranque de año, se han registrado feminicidios en municipios como Huixquilucan, Huehuetoca, Nicolás Romero, San Felipe del Progreso, Naucalpan, San Mateo Atenco, Temoaya, Texalyacac y Valle de Chalco.

Desde el mediodía colectivas feministas “emblemáticas” en Edomex, fueron integrándose en las inmediaciones del centro de la capital para formar los contingentes hasta llegar de forma escalonada a la Plaza Cívica de la ciudad, donde hicieron paradas, protestaron, cantaron y expresaron su indignación.

Sin embargo en esta ocasión, los colectivos feministas encontraron palacios municipales y oficinas de gobierno cerradas, los edificios de los Poderes de Gobierno blindados por completo con placas de hierro infranqueables o convertidas en “bunkers” con nutridos pelotones de cientos de policías, principalmente mujeres, dispuestas en puntos estratégicos para contenerlas y al mismo tiempo proteger los inmuebles.

La vanguardia de las movilizaciones arrancó en el Monumento a la Maestra  -rebautizado así por las feministas mexiquenses- luego de que mujeres indígenas “otomías” realizaran un rito con incienso, oraciones ancestrales y saludos a los cuatro puntos cardinales para bendecir a las manifestantes que se iban agrupando, primero solo docenas, luego miles.

Colectivas como Marías Aborteras, Feministas Independientes, Aborto Seguro Edomex, Ciudad Feminista MX, Las del Norte

Mexiquense y Aborto Legal Edomex, encabezaron, cuidaron y ordenaron los contingentes armados con consignas en carteles, porras y canciones de cuna transformadas en coros de indignación y lucha.

“Arroz con leche, yo quiero encontrae a una compañera que quiera soñar…” canturreaban jovencitas al paso del nuevo contingente “Crianza Feminista”, que salió a las calles con bebés, hijas e hijos pequeños, muchos cargados en rebozos, “carreolas prestadas” o a cuestas en la espalda.

“Resistencia radical Edomex”, “Kitty Red Fem”, Feministas Satánicas Edomex, Otomías Radicales y Raíces Radicales, integraron las acciones de presión y reacción más importantes que se observaron en los contingentes este martes, con pintas, golpes en algunas puertas y ventanas de edificios públicos. Entre los inmuebles con afectaciones estuvieron la sede de la Secretaría de la Mujer, las oficinas alternas del Poder Judicial y la sede del PRD, donde quebraron vidrios y lanzaron pintas.

A su paso, las feministas confrontaron a los contingentes de policías que se colocaron a la entrada de parques, plazas y edificios públicos y les espetaron de frente: “La policía no me cuida, me cuidan mis amigas“.

En algunos puntos se registraron conatos de bronca cuando intentaron romper las vallas policiacas a patadas, con golpes de objetos contundentes sobre los escudos de los escuadrones antimotines o lanzando pintura.

En la Plaza Cívica, las feministas de la segunda marcha que ingresó rompieron el cerco de metal que protegía el lugar, donde se realizan obras de remodelación y tras desprender varias placas a patadas y a pulso, lograron ingresar al terreno, lo que provocó aplausos y porras de “sí se pudo” de cientos de mujeres.

En otros puntos de la ciudad otros cientos de policías custodiaban el edificio de Rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), el ayuntamiento de la capital y el Congreso Local, donde unas horas antes se colocaron enormes placas de acero metálico, para contener las posibles agresiones de las manifestantes, quienes han incrementado el nivel de su protesta en los últimos dos años para impulsar la despenalización del aborto.

La UAEM suspendió actividades en todas sus facultades y escuelas, lo que provocó desconcierto entre estudiantes, ya que tenían programada la colocación de “tendederos de denuncia”. No obstante, las mujeres se reorganizaron rápidamente y en distintas calles y avenidas, sobre comercios e inmuebles, colocaron sus consignas. La sede de la Secretaría de la Mujer se convirtió en un gran mural de consignas, reflexiones y quejas o recuerdos, al final de la jornada.

Nos siguen asesinando

En la plaza, las mujeres del nuevo colectivo “Crianza Feminista”, denunciaron que al igual que “la gasolina y los alimentos básicos aumentan, las cifras de los feminicidios aumentaron”. 

Así es compañeras, nos siguen asesinando con saña, indicó una trabajadora encapuchada durante el pronunciamiento general.

“Repudiamos a los partidos políticos que se apropian de nuestro discurso para utilizarnos como carnada en campaña electoral”, dijo. Expresaron su rechazo a programas como el “Salario Rosa” del gobierno mexiquense y exigieron “pensiones vitalicias” para las huérfanas y huérfanos por feminicidio, justicia para todas las asesinadas, sanciones para quienes ejercen violencia obstétrica y respetar los principios de la OMS en salud obstétrica, para que “parir en condiciones dignas” no sea un lujo sino un derecho.

En Ecatepec colectivos de universitarias y mujeres trabajadoras, también marcharon por el centro del municipio más poblado de México, para exigir un alto a los feminicidios y desaparición de mujeres.

Los contingentes denunciaron el abuso policiaco, así como detenciones arbitrarias. Las mujeres marcharon de la sede de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México a la de la Fiscalía General de Justicia local, por Avenida Central y otras calles aledañas.

Las jóvenes de colectivas, denunciaron, sobre todo, la brutalidad policiaca en diversas acciones, detenciones ilegales con abuso del ejercicio de la fuerza y desapariciones sin resolver.

Debido a las cifras de crímenes contra mujeres, que no dejan de crecer, en esta ocasión familiares y madres de víctimas de feminicidio marcharon también encabezando los contingentes y no sin antes lanzar oraciones por las mujeres que luchan…