‘Ayúdenme, mi señora está embarazada’, rogó víctima de la Guardia Nacional en Tamaulipas

En México, el domingo tradicionalmente se utiliza para pasar el día con la familia, salir de paseo, comer juntos. Ese era el plan de Luis Adán y Miriam Flores hasta que un convoy de la Guardia Nacional (GN) los interceptó alrededor de las 9:00 horas de la mañana del 16 de abril, en Tamaulipas, sobre la carretera Nuevo Laredo-Piedras Negras, y rafaguearon a su familia.

Luis Adán Rodríguez y Miriam Mariana Flores, con ocho meses de embarazo, viajaban a bordo de una camioneta Suburban, acompañados por Felipe Garcia García, de 54 años; Verónica Patricia Treviño, de 24 años, y Edwin Leonel, de 14 años.

De acuerdo con la declaración presentada ante la Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo por Luis Adán, él era quien conducía, el copiloto era su primo Edwin, mientras que en la parte trasera de la camioneta, justo detrás asiento del conductor, viajaba Miriam, de 15 años, Verónica Treviño en medio y Felipe García pegado a la ventana derecha.

Viajaban en dirección al norte por el libramiento vial Mex II, que es la carretera federal que va de Nuevo Laredo a Piedras Negras, cuando vieron que una patrulla tipo pick up de la Guardia Nacional comenzó a perseguirlos y, de pronto, comenzaron a dispararles. Trataron de escapar del ataque y terminaron perdiendo el control de la Suburban.

Luis Adán narró al comité que al detener la camioneta intentaron protegerse de los disparos que les hacían al menos tres elementos de la Guardia Nacional, entre ellos, el artillero. Agregó que alcanzó a escuchar cuando uno de los agentes de la guardia les gritó que corrieran o los matarían.

El joven recibió un balazo que le entró por la espalda y le salió por el pecho, mientras que el resto de los acompañantes hacían lo posible por ponerse a salvo de los disparos.

El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, encabezado por el activista Raymundo Ramos, informó a la prensa local que fueron 86 disparos.    

“Yo intenté correr, brincando una cerca de púas y cuando volteé a ver a mis amigos estaban todos tirados, y luego comencé a buscar a mi señora (Miriam) y solo escuché que me gritaba: ‘Wicho, me dieron, Wicho’. Y le respondí: ‘¿estás bien?’. Cuando me dirigí hacia ella estaban los militares de la Guardia Nacional como a metro y medio de ella. Yo me iba acercando, iba sangrando y los militares me gritaban: ‘¡No te acerques, culero, te vamos a matar!’. ‘Oiga pero no traigo nada, ayúdenme por favor, mi señora está embarazada‘. Y nomás se nos quedaban viendo, la abracé, luego se arrimaron a la troca y se fueron los de la Guardia Nacional”, dijo en su declaración documentada por el Comité.

A los pocos minutos, de acuerdo con la narración de Luis Adán, llegó otro vehículo de la GN de la división de caminos y un oficial los auxilió para solicitar una ambulancia. Veronica Treviño aún está internada en el hospital por el balazo que recibió en el pie, mientras que el menor de 14 años tiene una herida de bala en la pierna derecha.

Felipe García falleció antes de llegar al hospital, le dispararon en el abdomen, en una rodilla y en el antebrazo derecho, provocando la pérdida de sangre; y Miriam Flores, de 15 años, recibió múltiples disparos, las balas le fracturaron el coxis y la pelvis del lado derecho, por lo que le realizaron una cesárea de emergencia para tratar de salvar a su bebé, pero no se logró.

El activista Raymundo Ramos –espiado por la Sedena con el software Pegasus– reveló en entrevista para La-Lista que, hasta el momento, solo se han presentado tres denuncias por parte de las cinco víctimas ante la Fiscalía General de la República, son de Luis Adán, el del menor Edwin y Verónica.

Mientras tanto, la pareja de Miriam y los hijos de Felipe García enviaron una carta al presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, en la que le exigen que envíe personal de la visitaduría, psicología y peritos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a Nuevo Laredo para investigar los hechos. 

Además, le expresan la necesidad de que el gobierno federal emita medidas cautelares en favor de la población civil de Nuevo Laredo, “tomando en consideración que estas persecuciones y enfrentamientos entre personal del Ejército o Guardia Nacional y civiles armados ponen en riesgo la vida e integridad de sus habitantes”.

Este no es el único caso en el que las Fuerzas Armadas realizan una ejecución extrajudicial contra civiles. Tienen un largo historial en todo el país. En los últimos cuatro años, las cosas no han cambiado del todo, como documenta el informe Poder Militar, realizado por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro ProDH).

El informe analiza el periodo del 27 de mayo de 2019 al 10 de marzo de 2021, donde encontró 161 casos en los que la Guardia Nacional hizo uso excesivo de la fuerza al disparar sus armas contra población civil. En ese tiempo también fueron separados, removidos o dados de baja mil 288 elementos por distintos motivos.

La organización civil documentó 63 hechos en que los agentes castrenses han empleado la fuerza letal y cuyo saldo total en tres años fue de cinco civiles asesinados, 89 presuntos agresores y 14 uniformados.

El hecho más reciente fue el 26 de febrero pasado, cuando cinco jóvenes fueron asesinados a tiros por elementos del Ejército en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y uno más resultó gravemente herido. La versión inicial del Ejército fue que vieron circular una camioneta a alta velocidad en la madrugada y, al escuchar lo que parecía una detonación, lanzaron disparos.