Capturan a “El Niño Sicario” en Tabasco; ¿quién es, cuántos años tiene y de qué se le acusa? Así fue su detención
Junto a él, fue asegurado José Asunción “N”, alias “El Chuncho”, operador supuestamente bajo las órdenes de "El Chicle", actualmente preso.

Derek Jair “N” conocido como “El Niño Sicario” o “El Niño Piedra” fue detenido en Tabasco.
/Cortesía: Fiscalía de Tabasco
La Fuerza Interinstitucional de Reacción Táctica (FIRT) Olmeca asestó un golpe importante a la delincuencia organizada en Tabasco al detener a Derek Jair “N”, de 14 años, conocido como “El Niño Sicario” o “El Niño Piedra”. Este menor es señalado como el presunto líder de una célula dedicada al secuestro, asesinato y narcotráfico en la región de Centro y Paraíso.
Junto a él, fue asegurado José Asunción “N”, alias “El Chuncho”, operador supuestamente bajo las órdenes de “El Chicle”, actualmente preso. La detención se realizó en la madrugada del domingo 12 de octubre cerca de la carretera Villahermosa-La Isla, poniendo en evidencia la creciente y alarmante problemática del reclutamiento infantil por parte de los cárteles.
Te recomendamos: Liberan a esposa e hijo de “Lord Pádel”; ¿por qué estaban en prisión preventiva y qué pasará con su proceso legal?
¿Cómo fue la detención de ‘El Niño Sicario’ y qué evidencia se decomisó?
La detención de los sujetos ocurrió cuando agentes de la FIRT Olmeca, en coordinación con el Comando Tiburón, realizaban tareas de vigilancia en la ranchería Corregidora. Los oficiales identificaron a los dos sujetos justo en el momento en que intentaban incendiar un domicilio.
Al percatarse de la presencia policial, el menor de 14 años intentó accionar una subametralladora tipo Uzi, calibre 9 milímetros, la cual, afortunadamente, se atascó. Este fallo mecánico permitió a los agentes asegurar a los individuos sin que se registraran lesionados, según información oficial difundida por El Universal.
Durante la revisión y aseguramiento, los agentes incautaron una importante cantidad de evidencia que vincula a los detenidos con actividades criminales de alto impacto:
- Una subametralladora Uzi con cargador y 23 cartuchos útiles.
- Una mochila negra con varias dosis de marihuana y cristal.
- Cartulinas de color azul y amarillo con textos dirigidos a grupos rivales.
Esto te interesa: Suman 64 muertes y 65 personas desaparecidas por lluvias en cinco estados; ¿cuáles son las afectaciones y qué acciones se realizan?
¿Qué revelaron el celular y la evidencia digital de “El Niño Sicario”?
La evidencia digital decomisada del teléfono celular de Derek Jair “N” es particularmente perturbadora y confirma su presunta participación en crímenes graves.
En el dispositivo, los agentes localizaron:
- Imágenes de una mujer que habría sido secuestrada y posteriormente liberada.
- Videos y fotografías del asesinato de otra víctima, cuyo cuerpo habría sido enterrado en una propiedad en Paraíso.
Tanto los detenidos como todos los objetos e indicios quedaron a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE) para la integración de las investigaciones.
¿Cómo se inserta el caso de “El Niño Sicario” en la problemática de reclutamiento infantil?
El caso de “El Niño Sicario” no es un evento aislado, sino que se enmarca en una problemática social y criminal de grandes dimensiones en México: el reclutamiento infantil.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) ha alertado sobre este fenómeno durante años. Aunque las cifras oficiales recientes son escasas, se estima que entre 2006 y 2010, más de 25 mil niños y adolescentes estuvieron involucrados en estructuras de la delincuencia organizada, una cifra que podría ser “muchísimo mayor” en la actualidad debido a la diversificación de las estrategias de reclutamiento.
El fenómeno ha escalado más allá del convencimiento en las calles, migrando a plataformas digitales como TikTok, Instagram y videojuegos populares (Call of Duty, Roblox), donde la cultura criminal se glorifica y se presenta a los jóvenes como un camino hacia el poder, el dinero y el acceso a armas.
Casos notorios como los de Édgar Jiménez Lugo, alias “El Ponchis”, reclutado a los 11 años por el Cártel del Pacífico Sur y confeso de ejecuciones y mutilaciones, o el de “Juanito Pistolas”, pieza clave en La Tropa del Infierno del Cártel del Noreste, ilustran la profunda penetración de la violencia en la infancia y la adolescencia mexicana, siendo el caso de “El Niño Sicario” en Tabasco el más reciente y preocupante ejemplo de esta tragedia nacional.