¿Alguna vez haz escuchado decir que los mexicanos son trabajadores e ingeniosos? No es un mito, es la realidad. En el país hay una amplia variedad de negocios, desde hamburguesas, accesorios para el cabello y cosméticos, cafeterías, imprentas de publicidad, agencias de viajes y hasta empresas del sector energético, todos impulsados por emprendedores: personas que vieron oportunidades de negocio y decidieron ser sus propios jefes.
México es uno de los países de América Latina y el Caribe con la tasa más alta de personas que inician su propio negocio, de acuerdo con un informe de Global Entrepreneurship Monitor (GEM). Y aunque se trata de un tipo de actividad empresarial muy variable, el consorcio indica que el emprendimiento genera aproximadamente el 31% de los ingresos en el país.
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El informe también estima que cada uno de estos negocios genera de tres a seis empleos en sus primeros cinco años de vida. Sin embargo, encontró que la mayoría de los emprendimientos que son dirigidos por las mujeres cuentan con menos apoyo y recursos, en comparación a los que son liderados por los hombres.
Todo emprendimiento está acompañado del miedo al fracaso, lo que para el GEM sigue siendo un obstáculo formidable para la creación de nuevas empresas, especialmente para las mujeres. Y al menos dos de cada cinco personas que ven buenas oportunidades de negocio deciden no emprender por este motivo.
Sin importar el tipo de negocio, los emprendedores forman parte de una estadística importante en México. Por eso, y de cara a las elecciones del próximo 2 de junio, les preguntamos cuáles son los principales pendientes que las y los candidatos deben atender. Esto es lo que nos dijeron.
Aylin Paola Ventura, 29 años. Cosméticos y accesorios para el cabello.
Pedro Bardales, 31 años. Hamburguesería artesanal.
Mónica de la Cruz, 33 años. Agencia de viajes e imprenta de publicidad.
Joel Loperena y Mariana García (33 años). Marca de café y cafetería.
Omar Piña, 33 años. Servicios para el sector energético.
Cuando te sales del mercado laboral, las cosas que la mayoría de las empresas tienen son prestaciones de ley. Entonces cuando uno se sale a intentar emprender por su cuenta ya no tienes la seguridad social, ya no cotizas para el infonavit, para poder acceder al crédito de alguna casa.
También está el problema de la seguridad, como emprendedor –para tener clientes y atraer a más personas al negocio –debes tener tus datos visibles, teléfono, dirección, y con la tecnología actual la delincuencia aprovecha este tipo de situaciones para extorsionar. En mí caso ya tuve llamadas de extorsión, las cuales fueron reportadas, pero al final ya tienen tus datos de la publicidad que haces.
Es una economía no tan circulante, hay muchos presupuestos parados y mucha incertidumbre, entonces los recursos se reducen, tanto a nivel personal como en el empresarial. Por ejemplo, mi imprenta de publicidad le vende a empresas y los presupuestos se ven limitados porque hay incertidumbre en el mercado.
A nivel gubernamental, el principal problema son los impuestos, porque son muy elevados. En mi empresa tenemos un contador muy recto: no hay estrategias fiscales ni metiendo facturas, pero al hacerlo de esta manera tan correcta terminamos pagando muchísimos impuestos. No hay apoyos fiscales importantes para empresas pymes o micropymes.
Principalmente al derecho de suelo, pues otras personas (que no son emprendedoras ni comerciantes) han estado viniendo a querer invadir o sacar algún beneficio adicional.
También considero que el tema de prestación de algún servicio médico es indispensable para todos, y si eres emprendedor no tienes derecho a esta prestación a menos que pagues por fuera.
Reitero el tema de la seguridad. Creo que actualmente es un problema que aqueja mucho a todo el país, y en particular a la Ciudad de México. Es difícil no haber escuchado de algún negocio o emprendimiento que no tuviera alguna llamada de extorsión o de amenazas.
El otro aspecto es que cuando uno se sale del mercado laboral y decide ir a emprender es porque en las empresas no se dan las facilidades, el sueldo es malo o incluso no hay buena convivencia con los jefes o los compañeros, y es por eso que mucha gente decide emprender por su cuenta. Pero con la economía actual es complicado, porque uno se hace cargo de todo: lo administrativo, conseguir los insumos, el reparto, el diseño, fotografías, toda la chamba la tienes que hacer tú, es tu tiempo y ya no le rindes cuentas a nadie, pero también es más trabajo.
Los candidatos realmente no se han enfocado en hacer algo por las personas emprendedoras, sobre todo porque hablan mucho de los empresarios, pero se les olvida que parte de la economía que sostiene al país son las pymes y las micropymes, y la estadística es que la mayoría de estas empresas no sobrevive a los dos primeros años (de su creación). Si bien también hay factores como la constancia y la falta de preparación también es que el terreno es bastante tortuoso como emprendedores y los candidatos no le dan ese foco, pero sí se lo dan a grandes empresas y a inversión extranjera.
Muchas de sus propuestas son sobre préstamos y créditos, pero eso no resuelve nada, porque nosotros podemos tener acceso a esos préstamos con un banco. A lo mejor ofrecen una tasa menor, pero un préstamo no garantiza que sí se pueda sobrevivir a esos dos primeros años. En lugar de eso debería haber más estímulos fiscales, sobre todo para la gente que sí lo está haciendo bien. Los estímulos también deberían ser para beneficiar a quienes deciden pasar del mercado informal al formal, pero los candidatos no se han enfocado en esta perspectiva.
En diferenciar la carga fiscal de una startup y la de empresas más consolidadas, las cuales con capital pueden pagar mejor asesoría para reducir su carga fiscal.
Aylin Paola renovó e impulsó el negocio que era de su mamá. Foto: Cortesía/La-Lista
¿Conoces algún programa o proyecto que beneficie a las personas emprendedoras y que no debería echarse abajo con un nuevo gobierno?
Tengo entendido que existe el Fondeso (Fondo para el Desarrollo Social de la Ciudad de México), que son apoyos para microempresas. En lo personal yo no he tenido la necesidad de hacer uso de alguno de estos programas de gobierno, y desconozco desde cuándo existen, pero creo que deberían de continuar vigentes.
El de Jóvenes Construyendo el Futuro me parece que es un programa que no debería venirse abajo. Tiene muchos filtros para que no se lo otorguen a cualquier persona, aunque mucha gente tiene la idea errónea de que es para “ninis”, pero la realidad es que no, es un buen programa y no debería de quitarse.
Existen programas como Fondeso, pero ofrecen una capacitación muy básica. Hay programas como Finanzas para tu emprendimiento o Empieza tu emprendimiento, pero, desde mi experiencia, iniciar no es tan difícil, tan es así por eso a diario se abren empresas en México, el verdadero reto es mantenerlas.
Actualmente hay un programa de Fondeso que le ayuda a marcas a posicionarse en expos que son muy caras, por ejemplo las que se llevan a cabo en el WTC o en el Centro Banamex. Hay programas que te apoyan para ponerte el stand en esos espacios. Pienso que eso debería continuar, pero que se tiene que maxificar. Y también tienen que haber buenos canales de difusión, porque no sirve de nada que existan estos apoyos si nadie se entera.
Antes había un proyecto, que también era de Fondeso, que te ayudaba a financiar prestamos o créditos, pero tenías que aplicar a programas a ver si funcionaba (la idea de negocio). Muchos cursos estaban a niveles básicos que, conforme tu empresa crece, ya no te van a servir porque son cosas por las que ya pasaste.
El gobierno puede establecer alianzas estratégicas con empresas y organizaciones para desarrollar programas conjuntos de apoyo al emprendimiento. Esta colaboración puede incluir el diseño de políticas públicas, la implementación de programas de capacitación y el establecimiento de fondos de inversión.
Si las personas se salen de sus trabajos fijos es porque algo no está funcionando, entonces una de las políticas que hacen falta que se aprueben es la de las 40 horas con dos días de descanso. Eso ayudaría mucho a evitar la deserción de los trabajos; más personas se sentirían a gusto en sus empleos y no se sentirían en la obligación de emprender un negocio, que no es que esté mal, pero es consecuencia de las malas condiciones labores que hay.
Por parte del emprendimiento, estaría bien que se hiciera alguna reforma para que pudiéramos tener acceso a la seguridad social con cuotas menores a las que se nos piden, que no estemos desamparados en la salud, porque si te enfermas son días o hasta semanas de no trabajar, y es muy costoso atender una enfermedad.
Debería de haber más capacitación respecto a la inversión, tanto de inicio como de seguimiento, y que haya alianzas con incubadoras de emprendimiento, porque no todo se resuelve con tarjetas ni préstamos.
Otra propuesta que pienso que podría impactar de manera positiva es hacer canales de networking, pero no que solo se trate de eventos pactados o foros exclusivos, sino que de verdad los emprendedores lograran hacer conexiones con grandes empresas que ya tienen estímulos fiscales y se puedan beneficiar de ello.
También, por ejemplo en el otro tipo de industria en el que estoy, que es turismo, se puede fomentar más a estas empresas que tienen una cadena doble, es decir, que impacta a otras personas que viven del turismo. Puede ser una cadena de valor. Los estímulos fiscales pueden otorgarse al ver que como pyme estas contratando servicios nacionales e impulsas el turismo nacional e internacional.
Crear espacios, ferias, exposiciones y bazares o brindar oportunidades y apoyo para que la misma comunidad desarrolle bazares proporcionando espacios, carpas y herramientas necesarias para el crecimiento del emprendimiento.
Que se reduzcan los umbrales de porcentaje de cargo por ISR en los primeros periodos de utilidad de la empresa, así como una mayor deducción de productos y servicios para las personas físicas, adicionando facturación automática en todas las compra con tarjeta.