El plan israelí para vacunar a 70% de su población en abril
Hoy inició la aplicación de tercera dosis en adultos mayores de 60. Foto: EFE

Israel podría lograr la inmunidad de rebaño cuatro meses después de iniciar su campaña de vacunación. “Nuestro plan es tener el 70% de la población vacunada en abril”, aseguró el jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud israelí, Asher Salmon. A lo largo de la pandemia, la porción mínima de la población que necesita inmunizar contra el Sars-Cov-2 para acabar con la pandemia se ha establecido entre el 70% y el 90%. 

El doctor Salmon compareció este jueves ante la prensa internacional para explicar las claves de lo que algunos medios han bautizado como el “milagro de Israel”, es decir, lograr ser el país más rápido del mundo en desplegar su campaña de vacunación. 

Des del 20 de diciembre, dos de cada diez mayores de 16 años ya han sido vacunados, una cantidad que duplica al segundo país con más porcentaje de población inmunizada, Emiratos Árabes Unidos. El miércoles, se administraron 51,128 dosis, aunque su récord diario lo tienen en 124,044.

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“Diría que [el éxito] se debe a dos razones. La primera, es que trabajamos como una multiagencia. Nos hemos sentado en la mesa no solo los proveedores de salud, sino que también la policía, el ministerio de interior, de defensa”, explicaba el funcionario. “La segunda razón, ha sido la combinación de una buena y precisa planificación pero dejando espacio para la flexibilidad”. 

Todos a la una

El 9 de diciembre Israel recibió las primeras dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech, la primera en administrarse, y el 7 de enero llegaron 100,000 dosis de la vacuna de la farmacéutica Moderna. 

Todas se almacenan en 30 congeladores de la compañía Teva Pharmaceutial Industries, con capacidad de mantener a -70 grados centígrados cinco millones de dosis. 

De ahí, las vacunas se reempaquetan en las llamadas cajas de pizza, que contienen cien dosis cada una para hacerlas más manejables a la hora de distribuirlas a los 350 puntos de vacunación que hay por todo el país. “Es la forma de reducir la vibración de los viales porque, por un tema químico, la vibración es muy dañina para la solución y podría desestabilizarla”, aclaraba el doctor Salmon. 

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El Ministerio de Salud centraliza y supervisa la logística, y reparte las vacunas entre las cuatro grandes instituciones de salud del país. Cada fin de semana planean la vacunación de la semana siguiente y las dosis se abastecen a los puntos de vacunación tres veces por semana

Las instituciones de salud son las encargadas de distribuir las vacunas de forma gratuita a sus asegurados. Lo hacen a través de su personal, que formaron vía remota y tienen a su disposición un centro de atención telefónica para resolver dudas. 

La tecnología es clave para registrar quién recibió la primera dosis de la vacuna y para rastrear los posible efectos adversos de la inyección. Los ciudadanos pueden concertar una cita para vacunarse a través del a aplicación del sistema público de salud o llamado un centro de atención telefónica. Esas herramientas se usan luego para recordar a los vacunados cuándo tienen que recibir su segunda dosis.

Representantes de Pfizer quedaron impresionados por el desarrollo del sistema de salud israelí, que es universal y obligatorio par todos los ciudadanos. Su capacidad para poner en marcha una campaña de vacunación pronta les convenció de llegar a un acuerdo con las autoridades para suministrarles entre 10 y 500 mil dosis diarias a cambio de convertir al país en un laboratorio masivo para probar su vacuna. 

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Un judío ultraortodoxo recibe la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, en el Arena Sports Hall de Jerusalén, convertido en un centro de vacunación masiva en Jerusalén, Israel. Foto: ABIR SULTAN/EFE.

Pago premium y en especie

Algunos medios hablan de Israel como la nación vacuna. “Básicamente les dijimos a Pfizer y Moderna y a otras que si éramos uno de los primeros países en comenzar la vacunación, esas compañías podrían ver los resultados muy pronto”, aseguraba el ministro de Salud, Yuli Edelstein. 

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Medios internacionales reportaron que Israel pagó entre 30 y 62 dólares por dosis (la Unión Europea, pagó 13.40, según reveló por error una ministra belga), lo cual no confirma ni desmiente el doctor Salmon: “pagamos el mejor precio que conseguimos”, dice.

Pero además, el país se comprometió a compartir los datos generales, no personales, sobre la evolución de la vacuna en su población — eficacia real de la vacuna, efectos adversos, etc.

“El precio de las vacunas es tan ridículamente bajo en comparación con el terrible daño económico del encierro nacional”, clamaba el doctor Salmon.

La vacunación se está desarrollando en una nueva ola de contagios, que ha llevado al país a un tercer encierro. Esta semana, llegaron a los 9,997 casos diarios, cerca del pico máximo de 11,316 que alcanzaron en septiembre. En total, 3,860 personas murieron por el Covid-19 en este país de más de nueve millones de habitantes.

No desperdiciar nada

La flexibilidad que mencionaba el doctor, como uno de los factores clave en lograr los altos índices de vacunación, se refiere al orden de vacunación. El personal médico, los mayores de 60 años y personas de riesgo son los grupos prioritarios para ser vacunados en esta primera fase de la estrategia de inmunización. 

Pero “al final del día, intentamos identificar en todo el país cuantas dosis sobran y no podrán ser usadas el mismo día para reducir el desperdicio”, explica el jefe del Departamento de Relaciones Internacionales. “Se las administramos a quienes trabajan a primera línea, como policías o conductores de ambulancia. Al mismo tiempo, si gente joven se forma [en los centros de vacunación], pueden recibir una dosis”, añade. 

Medios locales reportaron que existen grupo de Whatsapp y Facebook para compartir información de los centros donde al final de cada jornada de vacunación, pueden encontrar vacunas sobrantes. 

Este fervor se debe a la campaña de concienciación que desplegó el gobierno adaptada a cada grupo poblacional, en especial, los ultraortodoxos y los árabes, los más reticentes.

Rabinos influencers

Encuestas previas a la aprobación de las vacunas mostraban que más de la mitad de los israelíes no querían vacunarse contra el Covid-19. 

El ministerio logró que tres de los rabinos más importantes de la comunidad ultraortodoxa — Chaim Kanievsky, Gershon Edelstein y Shalom Cohen — recomendaran que aquellos que pudieran recibir la vacuna, lo hicieran. La vacuna se administra 24/7, incluso en el Sabbat, el día de reposo de los judíos (el sábado). 

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, también se vacunó frente a las cámaras y Facebook se sumó a la campaña de comunicación eliminando las páginas con noticias falsas.

Todo esto creo una especie de presión social que amenazaba al síndrome de los israelitas a quedar como unos inocentes, el también llamado “fomo” (fear of missing out: miedo a perderse algo). 

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El primer ministro, Benjamin Netanyahu. Foto: Amos Ben Gershom/GPO.

La cuestión palestina

La mancha a la admirada estrategia de vacunación de Israel ha sido el trato dado a los más de dos millones de palestinos que viven en el territorio ocupado de Cisjordania. La vacuna llegó a la zona pero solo para los colonos israelíes. El resto tendrá que esperar hasta febrero, cuando reciban las primeras dosis de la rusa Sputnik V. 

“Tenemos un mayor interés en ver a los palestinos vacunarse lo más pronto posible. Son nuestros vecinos más cercanos y cerca de 100,000 palestinos cruzan las fronteras entre la Autoridad Palestina e Israel”, aseguró el funcionario. No obstante, dijo, como haría otro país, solo están vacunando a sus ciudadanos. 

No hay ningún acuerdo hasta el momento entre las autoridades de ambos pueblos. Israel valora la posibilidad de proporcionar las vacunas que les sobren, una vez terminen su campaña de inmunización, a los palestinos.

Sin embargo, el Gobierno israelí no se considera responsable de los palestinos en Cisjordania ni en Gaza. Se amparan en los acuerdos internos de los 90, que establece que sendas autoridades se atengan a los estándares internacionales de vacunación.

Todo el mundo espera la inmunización de rebaño para volver a la vida normal. Pero el miércoles, doctor Salmon lanzó una advertencia: aunque Israel logre vacunar un gran porcentaje de la población, la reactivación de la actividad será gradual. Y aunque se logren reabrir escuelas y gimnasios, los aforos serán limitados. Y aunque se limite la congregación de personas en espacios públicos y éstos se reabran de forma paulatina, los ciudadanos vacunados serán monitoreados para ver la evolución de la vacuna.

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