La cumbre vacuna y la cumbre norteamericana

Mientras esta semana Andrés Manuel López Obrador anduvo de pláceme con su par argentino argentino Alberto Fernández practicando la diplomacia vacuna (no por el ganado, sino por las inyecciones contra el Covid), más al norte se llevó a cabo otra minicumbre que el oficialismo en México no quiso pelar.

Se trató de la reunión entre Joe Biden y Justin Trudeau, los presidentes de los países socios de México en el T-MEC. 

Más allá de la dimensión latinoamericanista que le quiso imprimir AMLO a su reunión con Fernández, es de llamar la atención lo poco que se comentó en el gabinete de lo sucedido entre Biden y Trudeau.

Esto porque lo que charlaron por teleconferencia los presidentes de EU y Canadá le compete mucho a México. En la conversación, los dos se comprometieron a crear una nueva ‘hoja de ruta’ del T-MEC para que sea un vehículo fundamental en la recuperación económica tras la pandemia.

Sobre todo, el foco lo pondrán en los apoyos a las pequeñas y medianas empresas, parte fundamental de las cadenas de producción regionales. Es decir, lo que quieren los socios de México es dar apoyos y seguridad a las Pymes para que sigan siendo el motor fundamental de las economías de América del Norte.

Cabe recordar que en Canadá y EU los gobiernos han emprendido enormes programas de estímulos para las empresas de todo tamaño. Inclusive en la era de Donald Trump, los apoyos a Pymes sumaron, según datos del Servicio de Investigación del Congreso, casi 500,000 millones de dólares. En Canadá los montos son muy menores, como corresponde al tamaño de su economía versus la de EU.

En México, como sabemos, la historia es distinta. Los apoyos se han chiquiteado y no hay claridad en el reparto ni en cómo se canalizan más allá de programas como los créditos a la palabra, que en realidad son para microempresarios.

Los mandatarios de EU y Canadá firmaron un acuerdo para reforzar la alianza entre los dos países y buscarán crear iniciativas para estimular la reactivación económica apoyando empresas de minorías, de mujeres y de los sectores más débiles y expuestos.

Sin ser hermanitas de la caridad, Biden y Trudeau se refirieron al T-MEC con todas sus letras; es decir, no consideran que México esté fuera de la jugada pues las inversiones y base instalada regional siguen pintando una gran oportunidad para enfrentar lo que China traiga en cuanto a embestidas comerciales. 

En este sentido, mientras AMLO agasajaba a Fernández, Trudeau y Biden hablaron de revivir la cumbre de líderes de América del Norte “para renovar los compromisos y solidaridad entre EU, Canadá y México”, así como discutir la mejor manera de abordar el tema de China “incluyendo los retos que presenta para nuestro interés colectivo y el estado de derecho internacional”.