‘Canelo’, raspado pero con los millones en la bolsa
Hat-Trick
‘Canelo’, raspado pero con los millones en la bolsa
Canelo Álvarez derrotó a su oponente en tres rounds. Decepcionante pelea. Foto: EFE

La pelea fue un fiasco. Nada distinto a lo que se esperaba. Era el mejor libra por libra del mundo y enfrente un desconocido boxeador (?) turco que tenía 2 años sin combate profesional. Y sí ganó Sául Álvarez, fácil, a Avni Yildirim. No hubo ni 10 minutos de acción.

En el seno del Consejo Mundial de Boxeo, de inmediato, notaron la vergüenza boxística que se vivió en el Hard Rock Stadium de Miami, Florida. Mauricio Sulaimán, presidente del organismo, reconoció que el rival del ‘Canelo’ fue demasiado frágil. Tardó segundos en asumir la culpa.

También liberó de toda responsabilidad a Saúl y pidió que no se le desprestigiara, que su talento y calidad sobre el ring no deben entrar a discusión. Y sí, el mandamás del CMB tiene razón: la Junta de Gobierno del CMB hizo una votación y la decisión fue casi unánime para aprobar la batalla como mandatoria ante Yildirim, con 36 de 37 votos a favor.

Aún con esa defensa, Álvarez salió raspado al darle alimento a sus detractores. De poco le sirve su récord de 55 victorias (37 por KO), 2 empates y 1 derrota, porque cada vez que sus críticos ven que un contrincante deja mucho qué desear como el caso de Yildirim, le atacan con todo y le señalan que suele enfrentarse con oponentes a modo. Saber que el turco sólo tuvo 11 impactos sobre el Canelo, quien conectó 67 es una muestra del fraude en que se convirtió esa pelea.

Eso sí, ambos se fueron con los bolsillos llenos: el tapatío se llevó alrededor de 30 millones de dólares y el turco 1. Para nueve minutos de estar en el ring, la verdad, resultó un muy buen negocio a nivel personal.

Sin embargo, en el CMB saben que el gran perdedor de la noche fue el boxeo. El organismo ya se comprometió a revisar sus parámetros para que los próximos rivales del púgil mexicano sean más competitivos que sólo subirse al ring, aguantar unos cuantos minutos y cobrar una fortuna.

Aceptar los yerros es lo más conveniente para el boxeo y su credibilidad. Ni a Álvarez, ni al CMB le convienen peleas de tan bajo nivel, porque impactan en el prestigio del tapatío y la industria que necesita batallas épicas sobre el ring en vez de fiascos.

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