El gobierno de Reino Unido debe hacer todo lo posible para ayudar a las mujeres afganas
"El gobierno británico debe trabajar duro para garantizar que las fronteras terrestres de Afganistán permanezcan abiertas a las evacuaciones y para facilitar la ayuda". Fotografía: Wakil Kohsar / AFP / Getty Images

Con los talibanes ahora controlando por completo Afganistán, las mujeres del país se enfrentan a un riesgo especial para sus vidas. Como organizaciones de derechos de la mujer y de la sociedad civil, hemos estado en contacto con algunas mujeres que ya han recibido amenazas de muerte. Algunas ya tienen a los talibanes frente a sus puertas. Existe un riesgo particular para quienes han actuado para marcar una diferencia fundamental sobre lo que significa ser una mujer o una niña en Afganistán: aquellas lo suficientemente valientes como para ocupar un cargo público o fundar organizaciones de derechos de la mujer, aquellas que han encabezado incansablemente los esfuerzos de defensa comunitaria y aquellas lo suficientemente intrépidas como para pedir cuentas a los responsables de la toma de decisiones a través de su periodismo. Algunas, a través de su trabajo, han desempeñado un rol visible y facilitador para ayudar al gobierno británico a alcanzar sus propios objetivos. Como resultado directo de esta exposición, estas mujeres se enfrentan ahora a un riesgo elevado e inminente para sus vidas.

Junto con otras organizaciones de la sociedad civil que trabajan con colaboradores en Afganistán, escribimos con preocupación urgente sobre este riesgo. Colectivamente pedimos al gobierno británico que actúe de inmediato. En primer lugar, que colabore estrechamente con los gobiernos de los países vecinos y otras potencias internacionales para garantizar la evacuación segura y legal del país de las mujeres y sus familias que están en peligro inminente. Esto incluiría proporcionar visas y brindar asistencia para la escolta y evacuación de las mujeres afganas en riesgo. El gobierno debe esforzarse para garantizar que las fronteras terrestres del país permanezcan abiertas para las evacuaciones y para facilitar la ayuda, incluido el apoyo a las casas de seguridad y a los servicios contra la violencia de género para las mujeres y sus familias que no pueden huir.

En segundo lugar, pedimos al gobierno que amplíe la Política de relocalización y asistencia para afganos (ARAP) para incluir a las personas afganas y a sus dependientes que corren un mayor riesgo de ser perseguidas debido a su activismo en favor de los derechos de las mujeres. En su país, Reino Unido debe poner fin a las deportaciones forzosas y reconsiderar cualquier solicitud de asilo denegada ante el cambio de la situación política, y agilizar cualquier solicitud de reunificación familiar existente.

En tercer lugar, pedimos al gobierno británico que garantice los intentos de protección para estas mujeres en cualquier acción que se tome en respuesta a la situación. Esto incluye aprovechar los medios multilaterales para salvaguardar a las mujeres y niñas afganas. Cualquier respuesta humanitaria debe ser informada y dirigida por expertos y organizaciones locales, que entiendan lo que sus comunidades necesitan, y debe atender a las cuestiones de género y ser sensible al conflicto. Esto no solo garantizaría la defensa de los derechos de las mujeres y las niñas y la participación significativa de las mujeres en cualquier respuesta e intervención, sino que también aseguraría un plan sustentable, construido en torno a los actores humanitarios más capaces de trabajar junto a las activistas y organizaciones de mujeres en Afganistán y en la diáspora.

Durante las últimas décadas, numerosas mujeres activistas de los derechos humanos han colaborado con el gobierno británico para promover la igualdad de género, la paz y la seguridad en Afganistán. Esa participación no se ha prestado sin un precio, algo que todos preveíamos, ni sin un alto nivel de responsabilidad. Pedimos al gobierno británico que actúe con urgencia para proteger a las mujeres que ahora están en riesgo de persecución y muerte debido a este trabajo. Su protección resulta fundamental para que el sector continúe con su coordinación y su apoyo a la labor del gobierno británico a nivel mundial en materia de género, paz y seguridad, en concordancia con nuestro compromiso compartido de seguir participando en las redes de mujeres y niñas en entornos afectados por los conflictos.

El trabajo de las defensoras de los derechos humanos, las organizaciones y las redes ha representado una diferencia material tanto en el cumplimiento exitoso de la misión y los objetivos de Reino Unido en Afganistán, como en el logro de la igualdad de género y la defensa de los derechos de las mujeres en los conflictos a escala internacional. Reino Unido no puede abandonar a estas mujeres ahora.

Esta es una versión editada de una carta abierta dirigida al primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, firmada por Women for Women International, Gender Action for Peace and Security, y más de otros 100 firmantes de organizaciones, redes, individuos y académicos que trabajan por los derechos de las mujeres, los derechos humanos, la creación de paz y el sector humanitario, muchos de los cuales han trabajado en Afganistán o con colaboradores en Afganistán y comparten su devastación por el desarrollo de la situación que estamos presenciando.

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