Las niñas no se venden ni se violan, sin excepción
Decidencias

Escritora y periodista independiente. Feminista. Ha publicado en medios como Chilango, Animal Político, Emeequis, Quién, Cambio, Esquire, entre otros. Coautora de Amar a madrazos, Los Nadie, A mí no me va a pasar y Siempre estuve en riesgo. Twitter: @baronesarampant

Las niñas no se venden ni se violan, sin excepción
Las niñas en Guerrero son vendidas desde su primera menstruación. Foto: Pedro Pardo/AFP

Parece que no, Angélica, que eres una excepción y que lo que te pasa a ti no le pasa a muchas niñas pero sí, lo que has vivido tú les ha pasado a otras mujeres. 

Trato de imaginarme: vivías en la comunidad de Cochoapa el Grande en Guerrero, te entregaron cuando tenías solo 11 años por 120 mil pesos para un matrimonio entre niños, un matrimonio forzado con todas sus letras. Tu futuro marido, Rafael, tenía 12 años y no lo conocías. Estos actos se atribuyen a los usos y costumbres de la comunidad, entonces se permiten al estar normalizados. Sin embargo, ya es tiempo de saber que las niñas y las mujeres no se venden por ningún motivo.

Las niñas no son moneda de cambio. Su vida no debe estar a disposición de venta de sus padres ni de los que han decidido comprar una persona. 

“Tu marido” se fue al otro lado a probar suerte hace un año y te quedaste sola en casa de sus padres. 

Tu suegro trató de violarte en al menos cuatro ocasiones refutando que había pagado por ti. 

No, Angélica, él no tenía derecho sobre ti ni sobre tu cuerpo aunque así lo pensara.

Sí eres una excepción porque escapaste de casa, pero me imagino a las niñas y mujeres que no puede escapar.

Hay muchos temas en tu historia: la primera es que eras una niña y debías vivir cosas de niñas, no de madres ni esposas. No se escapa pensar en que en tu historia hay delitos como la trata de personas y el trabajo forzado porque durante el tiempo que estuviste con ellos trabajaste como jornalera y tus suegros cobraban el salario.

La Policía Comunitaria de Dos Ríos, municipio de Cochoapa el Grande, te retuvo durante 11 días para que tu familia devolviera el dinero que habían dado por ti.

No conocíamos tu historia, pero se hizo visible después de que escapaste de la casa de tus suegros y el escándalo que eso provocó en tu comunidad.

Parece que se llegó a algunos acuerdos con las autoridades de tu comunidad, tu familia y la familia de Rafael.

Parece que volverás a casa y tendrás oportunidad de retomar tu vida y me alegro por ello.

El domingo pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue para La Montaña de Guerrero y los periodistas le preguntaron si había acudido a atender el tema de la venta de las niñas en la región y argumentó: 

“La pregunta que me hacían es, ‘a ver qué nos dice ¿o viene a ver lo de la venta de las niñas, lo de la prostitución de niñas?’ No, no vengo a ver eso, porque eso no es la regla. En las comunidades hay muchos valores culturales, morales, espirituales, eso puede ser la excepción, pero no es la regla, ¿qué acaso, entonces, la prostitución nada más está con los pobres? Entonces, toda una campaña en ese sentido, pero no es motivo para cuestionar a nadie, es muy enajenante el manejo de la información, o mejor dicho, la información que se transmite para distorsionar, para deformar las cosas. Entonces, en La Montaña, y en todo Guerrero, y en todo México, hay muchos valores, hay una gran reserva de valores en el México profundo”.

Me pregunto si el mundo sería un poquito diferente si hubiera dicho que sí, que estaba ahí por ti y por las niñas que han sido vendidas. Si hubiera dicho que sin excepción las niñas no se venden ni se violan. Pero el discurso parece que permite las excepciones y que sin duda: no le importan las niñas ni las mujeres.

Hoy todo el día han hablado de ti y del tema de la venta de niñas en Guerrero. Tú sí importas. Espero lo sepas.

Angélica, quisiera que tu nombre no se olvide y que se replique tu historia hasta que quede claro que las niñas no se venden ni se violan, sin excepción.

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