Top Gun: Maverick de la pasión a la gloria

Luego de haber vivido una serie de retrasos en su estreno (programado originalmente para el año 2019) debido a la pandemia y, además, derivado de la insistencia de Tom Cruise de estrenar en lo cines la secuela de la primera entrega de Top Gun, finalmente en el pasado mes de mayo se estrenó Top Gun: Maverick.

Con un inicio trepidante en el que el veterano piloto aviador de élite Pete “Maverick” Mitchell desafía cualquier lógica y logra con cierto éxito cumplir con el reto de convertirse en “el hombre más rápido del mundo” a bordo de un avión supersónico, este deja claro al mundo que a pesar de los avances tecnológicos y de la presencia “cada vez más prescindible” de los seres humanos al frente de las máquinas, aún estamos lejos de vivir una realidad en la que el propio ser humano deje de ser su propio gran protagonista.

No es casual que tal como lo demostró Maverick, Tom Cruise haya cumplido una vez más con su papel de super estrella del entretenimiento y, fiel a su costumbre, demostrara que de lo que sí se puede prescindir es de la tecnología misma: decidió realizar él mismo las escenas de acción que se pueden ver en esta cinta y rompió con la tendencia creciente de la utilización de técnicas como la pantalla verde o las imágenes generadas por computadora (CGI por sus siglas en inglés).

Con una inversión de poco más de 170 millones de dólares, esta película se ha convertido en un rotundo éxito comercial a poco más de dos semanas de su estreno, pues de acuerdo con diversas estimaciones ha recaudado alrededor del mundo cerca de 550 millones de dólares, integrándose a la selecta lista de los cinco mayores éxitos en la extraordinaria carrera de Tom Cruise.

Top Gun: Maverick cumple uno a uno con los requisitos indispensables para ser considerada un blockbuster, toda vez que es una de aquellas películas con una gran producción o que son un éxito de ventas (en este caso cumple con ambos atributos), contando con un gran protagonista, una buena fotografía, destacables efectos especiales, entre otras cosas. Ya sea que una cinta tenga detrás una producción de gran escala o ya sea que su éxito comercial sea extraordinario, un blockbuster puede serlo por sus aspiraciones desde el momento de su concepción o también por sus logros al momento de su exhibición. 

Las lecciones que Top Gun: Maverick ha brindado son variadas, siendo una de ellas la persistencia de Tom Cruise por soportar la cada vez más elevada presión ejercida por las plataformas de streaming para lograr estrenar las grandes producciones, demostrando que el estreno en cines es rentable y una realidad hoy y en los años por venir.

Por último, tal como sucede con Maverick y sus alumnos en la academia de aviación de élite, Tom Cruise ha logrado reconciliar al pasado y al futuro, teniendo como base en el éxito de esta misión la pasión que imprime a su profesión y la gloria que invariablemente aquella trae aparejada.

Parece que la traducción del título de la primera entrega de Top Gun en 1986 fue un acto premonitorio, ya que como ustedes recordarán, esta se llamó Pasión y Gloria, nada menos dos características presentes en la inmortal carrera de Tom Cruise.