El mexicano que ganó la Tour de France

La mañana del 23 de julio de 1989, los Campos Elíseos parecían el escenario perfecto para que millones de franceses festejaran el bicentenario de la Revolución Francesa. “El Profesor”, Laurent Fignon, llegaba a París con el maillot amarillo de líder de la Vuelta a Francia. Los 50 segundos de ventaja sobre el estadounidense Greg LeMond parecían una eternidad de cara a la etapa final, una contrarreloj que correría ante su público y en donde Fignon buscaría su tercera victoria en la vuelta ciclista más importante del mundo.

Pero LeMond que semanas atrás, durante el Giro de Italia, le había anunciado a su círculo íntimo que se iba a retirar del ciclismo, logró la hazaña y ganó la Vuelta a Francia por ocho segundos, la ventaja más corta en los más de 100 años de existencia del Tour. Pocos sabían en ese momento que junto a LeMond, el primer ciclista no europeo en ganar esa prueba, había un hombre nacido en 1937 en Monclova, Coahuila, que durante ocho años se convirtió en la sombra del estadounidense: Otto Jácome.

Testigo presencial de una de las mayores hazañas deportivas de la historia, Jácome recuerda con emoción aquella mañana de julio de hace 33 años.

“Una noche antes, el papá de Greg, Bob, ya había felicitado al director técnico del equipo de Fignon. Los franceses ya celebraban, tenían una botella de champaña del tamaño de una persona, pero Greg lo hizo. Pidió que no lo desconcentraran, que nadie le dijera cómo iba el francés y al cruzar la meta siguió por radio el final de la carrera. Fue algo increíble”, dice Jácome que en todos los videos de aquella emotiva contrarreloj aparece con una camiseta sin mangas, gorra rosa y gafas oscuras abrazando a LeMond cuando se baja de la bicicleta.

Campeón estatal de ciclismo, entrenador de juveniles y del equipo nacional de ciclismo en los Juegos Olímpicos de los Ángeles 84, en los que Manuel Youshimatz ganó la medalla de bronce, Otto Jácome se convirtió en masajista personal, entrenador y asistente de LeMond en los tres Tours que ganó. Y aunque en su momento no fue lo suficientemente reconocido en México, el periodismo especializado en ciclismo lo llamó “El hombre que moldeó a LeMond”.

-Usted es el único mexicano que ganó la Vuelta a Francia, le comento.

-No, espérate, yo no corrí.

-Pero estuvo con Greg LeMond en los tres Tours que ganó.

-Bueno, eso es otra cosa… Pero sí, a Greg lo conozco desde que tenía 15 años y estuve ocho años con él en Europa, primero sólo como masajista, pero después me convertí prácticamente en su entrenador y en su cuidador. A pesar de los desacuerdos con el equipo, nadie podía abastecerlo más que yo para evitar lo que le pasó en 1985, cuando la gente de Bernard Hinault lo purgó para que no le compitiera al francés. Confiaba ciegamente en mí y en sus propias palabras, fui un segundo padre para él.

-¿Qué significa Greg LeMond para usted?

-Además de ser un gran deportista, es mejor persona. A pesar de que es millonario, mi relación con él es la misma, me ha invitado a su casa de Minnesota y ha venido a México a festejar mi cumpleaños. Un día, incluso, me dio un cheque de 25 mil dólares como regalo de cumpleaños.

-¿Quién es Greg LeMond en la historia del deporte?

Con sus tres victorias en el Tour de Francia, Greg LeMond una de las grandes leyendas del deporte estadounidense de final de siglo, señala Jácome, artífice de la llegada al ciclismo europeo de dos grandes pedalistas mexicanos, Raúl Alcalá (octavo en el Tour de 1989 y 90) y Miguel Arroyo.

-Me pidieron que llevara ciclistas mexicanos a Europa y me llevé a Raúl Alcalá y Miguel Arroyo. También invité a Luis Rosendo Ramos, pero él no quiso ir.

Madera de campeón

Alejado del ciclismo profesional desde 1994, los triunfos de Otto Jácome no terminaron con el retiro de Greg LeMond. En 1995 fue contratado por Monarcas Morelia, equipo con el que se coronó campeón de Liga en el Invierno 2000.

-El Luis Fernando Tena es un señorón, un gran entrenador. Traía su cuerpo técnico, sus auxiliares, segundos entrenadores y a veces me invitaba a mí a que les dijera unas palabras a los jugadores, yo, que sólo había jugado futbol llanero.

Un ganador, ese es Otto Jácome, el único mexicano que puede presumir tres Tours de Francia, una medalla olímpica y un campeonato de liga en el futbol profesional.