La pobreza no la causa la sobrepoblación
Contextos

Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_

La pobreza no la causa la sobrepoblación
Foto: Pixabay

En mi época universitaria, un profesor nos preguntó el concepto de economía, tras varios intentos fallidos del grupo nos reveló uno muy sencillo pero conciso: la ciencia que estudia la distribución de los recursos. Esa oración era el inicio de la comprensión de fenómenos tan complejos como riqueza, pobreza, demografía, etcétera, una perspectiva para entender cómo funciona el mundo.

Esta semana, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio a conocer el estimado total de población en el mundo: 8 mil millones de almas. Con ello, el subsecretario general de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, Liu Zhenmin, alertó sobre el riesgo que hay entre el número habitantes y el desarrollo sostenible. “El rápido crecimiento de la población hace más difícil la erradicación de la pobreza, la lucha contra el hambre y la desnutrición, y la expansión de la cobertura de los sistemas de salud y educación”.

¿Qué solución vio el subsecretario? Alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030, sobre todos los relacionados a salud, educación e igualdad de género, para contribuir a reducir los niveles de fecundidad y a desacelerar el crecimiento poblacional.

El concepto de economía de mi profesor de la universidad tenía base en la concepción de Friedrich Engels: la economía es la “ciencia que estudia las leyes sociales que rigen la producción, la distribución, la circulación y el consumo de los medios materiales de vida que satisfacen necesidades humanas”.

Bajo esa premisa, se entiende que sin ricos no puede haber pobres: para que uno tenga más recursos, otro debe tener menos. El subsecretario Zhenmin olvidó considerar este concepto en su argumento, podrá reducirse o aumentar la población, pero si no cambia la manera en que se distribuyen los recursos en el mundo seguirá habiendo hambre, pobreza y desigualdad.

De acuerdo con el informe de la ONU, la mayor parte de la humanidad se encuentra en África y Asia, de esa manera estima que para 2050 más de la mitad de la población se concentre en ocho países: Egipto, Etiopía, India, Filipinas, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y Tanzania. Es decir, la población aumentará en las naciones con índices importantes de desigualdad.

El reporte también indica que América Latina y el Caribe cuentan con una oportunidad para aumentar su crecimiento económico per cápita, ya que la población en edad laboral (25 a 64 años) ha ido en aumento. No importa que incrementen estos indicadores nacionales si no van acompañados de una disminución a la igualdad y un aumento a la calidad de vida de los sectores más desfavorecidos.

El verdadero combate a la pobreza no lo vamos a encontrar en un mayor número de trabajadores, sino en una correcta y equilibrada distribución de los recursos, tanto como ciudadanos de un país como entre naciones del mundo.La misma ONU está consciente de ello, según sus cifras, una quinta parte de los ingresos mundiales están en manos del 1% de la población en el planeta. Los objetivos de desarrollo sostenible no llegarán mientras no se tome en cuenta una repartición justa de la riqueza. 

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