Hacer silencio
Futuros alternos

Es escritor, periodista, locutor, productor de radio y gestor cultural. Sus textos han aparecido en catálogos como Crafting our Digital Futures (Victoria & Albert Museum) y Do Flex Text (Buró Buró).

Ha escrito para Vogue, RollingStone, Revista 192, Esquire, Código, El Universal, entre otros, y colaborado en Imagen Radio, Ibero 909, Reactor, Milenio Televisión, Bullterrier FM y Aire Libre FM.

X: @mangelangeles

Hacer silencio
Ceci Flores, líder de las Madres Buscadoras de Sonora. Foto: Madres Buscadoras de Sonora

“Aquí se acabó la espera de que mi hijo tocará a mi puerta y llegara a casa, y empieza el verdadero dolor”, dice en un video Ceci Flores, madre buscadora, lideresa de las Madres Buscadoras de Sonora. Cecilia Patricia Flores Armenta: madre que busca a dos de sus hijos. Cecilia Flores: una madre que encontró en Bahía de Kino restos de alguien, alguien que podría ser su hijo. Era 4 de mayo de 2023. 

Video de Ceci Flores hablando sobre que en Bahía de Kino encontró restos de una persona.

Unos días después, la Fiscalía del Estado de Sonora le hizo saber que los restos encontrados no corresponden con el perfil genético de su hijo Marco Antonio. Ceci agradeció en un video, Ceci, la mujer que ha sido amenazada, anunció que seguirá buscando. Ceci, la que busca. 

Debería ser un escándalo. 

Video de Ceci Flores hablando de que la Fiscalía del Estado de Sonora le hizo saber que los restos encontrados no corresponden con el perfil genético de su hijo.

Dos días antes de que Ceci Flores publicara el video creyendo haber encontrado los restos de Marco Antonio, el 2 de mayo, Teresa Magueyal, madre buscadora, fue asesinada mientras se transportaba en bicicleta, por dos sujetos armados en motocicleta en San Miguel Octopan, Celaya, Guanajuato.

Una madre buscadora de su hijo desaparecido es víctima de feminicidio, ejecutado por dos sicarios presuntamente vinculados al narco. 

Debería parar al país. 

Otra vez: las palabras. 

Buscadora, fosa, feminicidio.

Sicario, cártel, levantón.

Ayotzinapa, narco, desaparecidos.

Debería detener todo. 

Deberían atragantarse las palabras. 

No pasar.

Pero las hemos digerido. 

Hace unas semanas, en esta columna hablábamos de palabras y legado: qué dejó en su momento el Balún Canán de Rosario Castellanos. La pregunta sobre lo que quedará en el mundo que habiten mis sobrinos Diego y Matías, y esas personas que hoy viven su infancia y que, al igual que yo, tienen el derecho a vivir una vida libre, lo que sea que eso signifique. 

Pienso en las palabras y quiero que ese futuro suene a impronta, a bosque, a tundra y a acertijo que apenas inventaron. A tierra mojada y a aves volando siempre en todas las direcciones. La pregunta sobre lo que quedará tiene ahora otras respuestas. 

Leo lo que somos y el testamento de esta historia incluye palabras como fosa, desaparecido, migrante, ilegal, oposición, fake y fentanilo y me parece que tendríamos que detener todo: hacer silencio y darnos cuenta cuánto podemos hacer desde la palabra misma. Buscar palabras, otras, buscar. Y como Ceci Flores, seguir buscando. 

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