Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia

Conmemorado cada 17 de mayo desde 2005, el Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia surge con la finalidad de poner el foco sobre la discriminación y las violencias atravesadas por las personas LGBT+. Se denuncia la situación actual de las personas disidentes alrededor del mundo y se busca proponer acciones y abrir el diálogo sobre este tema en las diversas esferas de la sociedad.

Pero, ¿por qué en esta fecha? La razón de ello es que fue el 17 de mayo de 1990 el día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Este hecho suena demasiado cercano y desafortunadamente lo es: apenas han pasado 33 años desde que, a los ojos de la OMS, las personas de la disidencia sexual no están enfermas.

No está de más que, en un día como este, hablemos del colonialismo y su vínculo con la violencia hacia las personas LGBT+ en México. A partir de la colonización, la civilización española trajo consigo un proyecto civilizatorio que le fue impuesto a las poblaciones originarias, acarreando sistemas íntimamente relacionados e inseparables del mandato colonial, como lo son el patriarcado, el racismo y la heteronormatividad.

Con el impulso de la Iglesia católica, en este proceso se instauró un modelo único de familia, siendo el heterosexual y monógamo. Además, se castigaron las prácticas homosexuales por “atentar contra la moral”. Como parte de esta herencia colonial, las relaciones homosexuales e identidades que no se apegan al sistema binario de género continúan siendo criminalizadas.

Tanto así que, en 1968, la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la OMS integró entre sus líneas la homosexualidad. Esta categorización de alcance mundial fue sin duda dañina y sus repercusiones siguen viéndose hasta la fecha, incluso después de su eliminación en 1990. Conviene señalar que la OMS no retiró la “incongruencia de género” (ser transgénero) de la lista de trastornos mentales hasta 2019, es decir, no han pasado ni cinco años de este hecho.

Si bien estas clasificaciones responden también al sistema colonial, instituyendo si el ser parte de la disidencia sexogenérica es algo tratable o por curar en sí mismo o no, su despatologización no debe pasar desapercibida. Forma parte de los esfuerzos para combatir la desinformación, discriminación, violencia y estigmatización hacia las personas LGBT+.

Aún queda mucho camino por recorrer y basta con mirar los resultados de la Encuesta sobre Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género 2018, elaborada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), o el informe Muertes violentas de personas LGBT+ en México de 2021, de la organización civil Letra S, para tener un pequeño acercamiento a los problemas que se viven.

La lucha continúa, siglos después de los procesos de colonización del Sur global. Los objetivos del Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia no han de quedarse exclusivamente en lo LGBT+, ya que desligarlos de la lucha anticolonialista y antirracista supondría una omisión importante.

En esta fecha recordemos a aquellas personas disidentes que ya no están con nosotres, exijamos justicia en su nombre y celebremos los logros alcanzados, mientras abrimos paso a quienes están por venir.