Cómo ser antirracista y no morir en el intento
Poder prieto

Actriz, artista multidisciplinaria, defensora de derechos humanos, docente, orgullosa guerrerense. Licenciada en Arte Dramático por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y estudiante de neuroeducación. Con más de 16 años de trayectoria en teatro y cine, integrante de Proyecto 21, cofundadora de Mina/Taller colectivo de artistas plásticos y Poder Prieto. Amante del cine, el baile y los tacos.

Cómo ser antirracista y no morir en el intento

Últimamente escuchamos por todos los medios de comunicación sobre el racismo y la discriminación. En redes sociales encontramos muchos perfiles diciendo que en México no existe el racismo sino la discriminación o el clasismo o que somos malinchistas, etc., etc. Pero basta con darse una vuelta en redes y reflexionar un poco para identificar esos videos con comentarios “chistosos” o “empáticos” como: “nosotros no veíamos tu color de piel porque nos perdíamos en tu mirada”… puede que la frase no haya sido así exactamente pero seguro saben de qué les hablo. Otros comentarios con los que lidiamos constantemente son: es morenitx pero esta bonitx, o  no “habla español” y yo hablo por ellx, o nosotros no vemos colores, hasta el ya clásico ¡el pobre es pobre porque quiere! Y así como hay cuentas de contenido racista o comentarios desafortunados, también encontramos cuentas antirracistas, pero ¿Qué es el antirracismo?

El profesor Terence Keel (UCLA) dice básicamente que el antirracismo es identificar las estructuras, políticas y creencias que crean el racismo en la sociedad. Y por supuesto que esto es algo mucho más complejo y profundo. Pero, ¿cómo aprender a ser antirracista si toda la sociedad se encarga de enseñarnos lo contrario? Si desde nuestro primer círculo social, que es la familia, nos llueven comentarios racistas y discriminatorios casi todo el tiempo, que si eres morenx pero no tanto como la otra persona, que no te juntes con tal porque son pobres o hay que mejorar la raza y muchas frases más que seguramente, tú que estás leyendo esto, identificas.

Por otro lado, tenemos la escuela, que básicamente es una réplica de lo que aprendemos en casa, también está el trabajo, lxs amigxs, y sin olvidar la cereza del pastel, los medios audiovisuales que se encargan de vendernos historias como: el filtro sepia que usan en el cine cuando extranjeros filman en México o donde la pobreza se ve de un tono más oscuro y la riqueza entre más blanca, mejor. Pero… cómo ser antirracista y no morir en el intento, ¡literal no morir en el intento! Porque quizá quienes estamos detrás de una pantalla creemos que con un tweet ya derrocamos el sistema y no, hay mucha gente allá afuera dando la vida, luchando por mejorar las condiciones sociales, buscando justicia, poniendo el cuerpo para ser escuchadxs. Y esas acciones que han costado vidas, han repercutido en mejores condiciones para todxs, se han traducido en leyes, cuotas, políticas públicas, VISIBILIDAD.

Salgamos pues de nuestra burbuja. Y no, ¡no basta con no ser racista!

Tenemos que cuestionarnos ¿Por qué el sistema genera estereotipos y sesgos raciales?  

Debemos reflexionar sobre nuestros propios prejuicios.

Escuchar activamente lo que la otra persona, personas racializadas dicen.

Mostrar empatía sin minimizar el dolor del otrx.

No quedarnos en silencio cuando veamos o escuchemos comentarios racistas.

Abramos el dialogo con nuestros círculos personales y profesionales.

Y por supuesto que en el camino podemos cometer errores es parte del proceso de aprendizaje, pero también es necesario reconocer esos errores como oportunidades para seguir aprendiendo, crecer y mejorar. La suma de todo esto es el camino para ser antirracista, un camino donde se aprende, donde se requiere un compromiso activo para desmantelar prejuicios arraigados y estructuras de poder que perpetúan la desigualdad racial.

¡El antirracismo es una vía que debemos recorrer unidxs!

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