Barbielandia en la tierra
Archipiélago Reportera cultural egresada de la ENEP Aragón. Colaboradora en Canal Once desde 2001, así como de Horizonte 107.9, revista Mujeres/Publimetro, México.com, Ibero 90.9 y Cinegarage, entre otros. Durante este tiempo se ha dedicado a contar esas historias que encuentra a su andar. X: @campechita
Barbielandia en la tierra
La clasificación de la película Barbie es PG-13. Foto: Warner Bros. Pictures

“Barbie es médico y abogada, y mucho más que eso”, Barbie

“Hermandad, ese abrazo cálido entre mujeres que se observan y comprenden, que ríen y lloran juntas. Eso jamás lo van a poder borrar. Juntos somos muy fuertes”, escribieron La igualadas, el canal de género y derechos de las mujeres del El Espectador, medio colombiano sobre la película dirigida por Greta Gerwig, un comentario más que se ha dedicado a desentrañar los valores que ocupan la pantalla y van más allá del hito mercadológico del universo rosa.

Sin decir el nombre todas, todos y todes sabemos de quien hablamos, quizá para este momento la mayoría ya fue al cine a verla, es posible que hayan ido más de una vez, también es probable que cayeron en la compra de una muñeca para que sirviera de invitación al cine, la revolución rosa pegó con tubo y es posible que esa dinámica que ha superado a franquicias como Marvel, DC o Disney se convierta en la constante. El tiempo lo dirá.

Lo anterior sin duda es un fenómeno interesante, mucho más en tiempos de redes sociales donde las discusiones de muchos se han vertido en rebuscados argumentos que dicen más de ellos que de la propia película.

Sobre si es una película para infancias, creo que depende de cada familia, depende de aquello que se habla en casa, del entorno, yo creo que la directora fue muy hábil y entregó una película con distintas lecturas, así que sin miedo a que vean un mensaje que atente contra la vida de los nenucos y eso sí, quizá saldrán con ganas de una nueva muñeca.

A mí me hizo pensar en todas las “Barbies” que he conocido en mi vida, de cómo muchas han/hemos caído en esa crisis existencialista, también cada vez más nos hemos empoderado y asumido roles que defendemos con uñas y dientes y a veces como Ken, descubrimos que el patriarcado no es la opción y la deconstrucción de esos roles se antojan como un camino clarificador, también como la famosa muñeca vemos que además de ser astronautas, ministras, médicas o abogadas, no está peleado o no nos debe causar conflicto decir que disfrutamos ser cocineras, cuidar a les hijes o declararse una fan total de la moda, todos esos roles conviven y si logramos soltar en caso de que la aprensión sea nuestra principal consejera o que rompamos el silencio y establezcamos esa red de apoyo con nuestra pareja, amigues, familia, es probable que ser lo que queremos ser, resulte más sencillo.

Pienso todo esto después de asistir al Festival Internacional de Cine de Guanajuato y ver como su directora Sarah Hoch vuelve a irradiar ese halo de mujer plena, se les plantee a presidentes municipales con egos enormes, establezca nuevas complicidades, cierre filas con la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión con el reconocimiento de inspiradoras mujeres como Arcelia Ramírez, una actriz que sin entrar en moldes ha construido una carrera sólida que con el pasar de los años la ha catapultado más allá de la escena nacional, también premiaron a Tita Lombardo, una productora que se ha involucrado en proyectos que parecían destinados al fracaso y los ha sacado a flote, lo que ha valido el respeto y anhelo de contar con su experiencia, pero no solo ellas, también hubo aplausos para Anni Martínez, integrante de las amazonas eléctricas que tiene como oficio ser “gaffer” y entre llamados ha sacado adelante a una familia que a su vez son su inspiración.

No es fácil, no lo ha sido, tampoco basta con desear “ser lo que se quiere ser”, hay que trabajar sin las barreras del techo de cristal, hay que verlo representado y amigas, creo firmemente que estamos en camino de logarlo.

Síguenos en

Google News
Flipboard