Los abrazos de AMLO no esquivan las balas
En contraste

Es senadora de la República, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y vicecoordinadora del Grupo Parlamentario de Acción Nacional; es la primera mujer que ocupa ese cargo.

X: @kenialopezr

Los abrazos de AMLO no esquivan las balas
El presidente López Obrador en conferencia de prensa. Foto: EFE

La violencia que genera el presidente Andrés Manuel López Obrador desde el micrófono presidencial es inadmisible. Todos aquellos que le hacen frente a su gobierno, los convierte en enemigos personales, mientras que a los delincuentes los abraza. Esa es la incongruencia de este gobierno populista.

Los ataques a la oposición están comprobados con Xóchitl Gálvez, con Santiago Creel y con Cabeza de Vaca. A los periodistas día con día los estigmatiza y los integrantes del Poder Judicial, igualmente han sido objeto de sus ataques, propiciando un ambiente hostil.

Esta violencia contra el sistema judicial transgrede el Estado de derecho, atenta contra el marco normativo e incluso, va contra los tratados internacionales de los que México es parte. Por ello, el exhorto que se hizo desde la Barra de Abogados de Estados Unidos, no debe pasar desapercibido, ya que de no parar este hostigamiento hacia jueces, magistrados y ministros, se pondría en riesgo la autonomía del Poder Judicial.

Donde debería concentrarse el presidente López Obrador es en los asesinatos de las que son víctimas los mexicanos todos los días. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, diariamente matan de forma violenta a 87 personas. Tan solo la semana pasada, 470 mexicanos perdieron la vida a consecuencia de los homicidios dolosos. En lo que va de la administración de Morena, han contabilizado más de 158 mil personas asesinadas. A consecuencia de la negligencia de este gobierno, ya ningún lugar es seguro.

Hoy la inseguridad se vive en las casas de los mexicanos y en las campañas ilegales de Morena. El presidente López Obrador no puede seguir justificando su campaña de abrazos y no balazos, cuando la violencia alcanza a dos de sus tres “corcholatas”.

El martes, Zayma Zoraya Zamora, empresaria y operadora de la campaña de Adán Augusto en Veracruz, fue asesinada, al parecer, por una disputa entre grupos del crimen organizado. Y el sábado, el empresario José Guadalupe Fuentes, operador de Marcelo Ebrard, fue asesinado en la Autopista de El Sol junto con su hijo, para robarlos.

Resulta inaudito que en pleno periodo vacacional haya asesinatos en una de las carreteras más transitadas de México. Demuestra que el país y sus carreteras están en manos de la delincuencia. Los abrazos de López Obrador matan a los mexicanos. En sus propias campañas las “corcholatas”, están viviendo los errores de Morena por pactar con los criminales. Sin duda, estos hechos deben investigarse y esclarecerse.

Por cierto, hasta en los populistas hay niveles. Cuando aquí se dieron a conocer las redes de corrupción de los hijos de López Obrador, desde Palacio Nacional los encubrieron. Ahora que se sabe la red de corrupción del hijo del presidente Petro en Colombia, allá sí lo detuvieron y lo vincularon a proceso por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.

Ojalá el presidente López Obrador tome el ejemplo del primer mandatario de Colombia e inicie una investigación por el tráfico de influencias que abunda en la familia presidencial.

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