Fortaleciendo los pequeños bolsillos: la importancia de enseñar finanzas personales a nuestros hijos

La educación financiera en niños no solo es esencial para su bienestar financiero y su futuro sino que también contribuye a su desarrollo personal, preparándolos para ser personas empoderadas y financieramente responsables.

Los niños comienzan a desarrollar pensamientos sobre el dinero desde una edad temprana, tan pronto comienzan a comprender el concepto de intercambio y posesión. Por ejemplo, de 3 a 5 años ya pueden empezar a mostrar interés en el dinero y hacer preguntas sobre su uso y su valor.

De 6 a 7 años ya pueden entender la diferencia entre las monedas y los billetes, así como la idea de que el dinero se utiliza para comprar bienes y servicios. Por tal razón, es muy importante aprovechar estas oportunidades para enseñar de manera gradual y de acuerdo con su nivel de comprensión.

La educación financiera temprana no solo debe de recaer en los papás, ya que será más efectiva si se lleva a cabo en colaboración con escuelas, gobiernos, entidades financieras, así como con medios de comunicación y de tecnología.

Algunos países como Estados Unidos, Canadá, Singapur, Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido ya han reconocido la importancia de implementar programas de educación financiera, donde actualmente ayudan a los estudiantes a comprender conceptos básicos como el ahorro, gasto y presupuesto.

En México el gobierno, en colaboración con organizaciones educativas y financieras, ha lanzado campañas para fomentar la educación financiera desde temprana edad. A pesar de estos esfuerzos, aún queda un largo camino por recorrer.

Por tal razón, propongo que como padres asumamos la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos sobre finanzas personales. Aquí les dejo algunos consejos de cómo lograrlo:

• Comiencen desde temprano: Introduzcan a los niños en el mundo financiero desde pequeños. Enséñenles a reconocer monedas y billetes, promuevan el ahorro a través de una alcancía transparente y ayúdenles a diferenciar entre necesidades y deseos al gastar su dinero.

• Establezcan un “domingo” para ellos: Al asignarles una cantidad fija de dinero, los niños comprenden el esfuerzo necesario para ganarlo, valorándolo y siendo más conscientes de sus gastos.

• Fomenten el ahorro y la planificación: Establezcan metas a corto plazo, como comprar un juguete específico, motivándolos a separar parte de su “domingo” para alcanzarlas. Esta práctica enseña la paciencia, la planificación y fomenta un sentido de logro, generando así el hábito del ahorro.

• Utilicen juegos: Integren juegos de mesa y aplicaciones educativas diseñadas para enseñar habilidades financieras. Esto hará que el aprendizaje sea interactivo y divertido, permitiendo que los niños absorban conocimientos de manera más efectiva.

• Introduzcan el concepto de invertir: Conforme crecen, explíquenles conceptos básicos de inversión, como cuentas de ahorro con intereses. Esta comprensión les mostrará cómo el dinero puede crecer con el tiempo, fomentando su interés en la inversión inteligente.

• Fomenten la toma de decisiones: Dejen que los niños tomen decisiones financieras pequeñas, como comprar con su “domingo”. Esta práctica les brinda oportunidades para aprender lecciones financieras y desarrollar habilidades de toma de decisiones.

• Hablen sobre deudas: A medida que crecen, es crucial hablarles sobre préstamos y el funcionamiento de las tarjetas de crédito. Esta comprensión los preparará para tomar decisiones financieras informadas en el futuro, promoviendo la responsabilidad financiera.

En conclusión, enseñar a los niños sobre finanzas personales sienta las bases para que tengan un futuro financiero sólido. Como padres, es nuestro deber inculcarles este valor.

¡Nos leemos en quince!