Periodista y abogado con más de 35 años de trayectoria. Reportero, comentarista y consultor experto en temas jurídicos. Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2011. Especialista en el Poder Judicial de la Federación y analista político.
X: @jenroma27
2024 Annus horribilis para el Poder Judicial
Las palabras testamentarias de Norma Piña invocan la dignidad, la congruencia y la ética ante los golpes de revancha descritos en su último informe de labores
Las palabras testamentarias de Norma Piña invocan la dignidad, la congruencia y la ética ante los golpes de revancha descritos en su último informe de labores
Justo hace un año, el día del primer informe anual de labores de la ministra Norma Piña como presidenta de la Suprema Corte, se difundía públicamente el mensaje inicial de la traición por parte de Felipe de la Mata, Mónica Soto y Felipe Fuentes Barrera con su foto desayunando en un restaurante en los minutos previos a la ceremonia. Una estrategia mediática que retaba y mostraba las intenciones que habrían de consolidarse con el voto en bloque de esos 3 para avalar el abuso de la súper mayoría de Morena tras las elecciones presidenciales.
No olvidar que independientemente del triunfo del partido del régimen obradorista en junio, la interpretación a modo de la llamada sobrerrepresentación en el Congreso abrió la puerta hacia la cascada de reformas que destruyeron el diseño constitucional de la división de poderes y la impartición de justicia autónoma e independiente. Así comenzaba la víspera de un año marcado por cambios funestos a la estructura de un sistema de equilibrios que funcionó durante 30 años. Sin el trabajo sucio de Soto, de la Mata y Fuentes habría sido imposible asestar los golpes definitivos a la República que marcaron el año que termina.
El obradorato ejecutó una venganza planificada desde varios frentes, en los que operaron con eficacia diversos personajes dentro de la estructura cupular del mismo Poder Judicial de la Federación. Por los servicios brindados, esos 3 magistrados electorales, Alberto Pérez Dayán en el pleno de la Corte y Sergio Javier Molina Martínez en el Consejo de la Judicatura Federal tendrán en su hoja de vida la marca de su bajeza.
Dirán como han sostenido, que sus “interpretaciones” fueron congruentes para definir sus decisiones en votaciones cruciales, sin embargo para los conocedores de los temas judiciales resulta evidente la ejecución de una táctica que facilitó el golpe final a la Corte que retó con sentencias firmes el desempeño autoritario de un dictadorzuelo.
Lo dicho por la ministra Piña en su segundo y último informe al frente de la Suprema Corte y la Judicatura Federal tiene un valor agregado. El mensaje del 10 de diciembre exhibió con claridad lo que verdaderamente ocurrió y dicho por la ministra adquiere una poderosa categoría histórica que aún no se dimensiona. La togada eligió detenidamente cada palabra pronunciada en el acto republicano desairado por Claudia Sheinbaum como titular del Ejecutivo.
Tomado de las palabras de la presidenta de la Corte, en resumen la reforma fue un golpe construido con mentiras:
“Se está innovando a partir de una narrativa falsa, infundada, pero repetida tan consistentemente que ha parecido convertirse en verdad. Nos encontramos, entonces, ante un caso típico de posverdad, en el que las apelaciones, las emociones, las creencias y los sentimientos han tenido más influencias en la formación de opinión pública y de los actores políticos, que los hechos objetivos y verificados”.
El discurso involucró a los operadores legislativos de Morena en el Congreso de la Unión, también ausentes del informe que guardó sillas para los presidentes de ambas Cámaras. La elección de juzgadores en junio de 2025 someterá a la impartición de justicia y sus principios de objetividad e imparcialidad a una demencial competencia política que privilegia popularidad e influyentismo.
“Una revisión a los acontecimientos de dominio público deja ver, con claridad, cómo la campaña para la anulación de la autonomía del Poder Judicial Federal para sujetarlo a lógicas electorales y partidistas se intensificó, inclusive de manera violenta, cuando la Suprema Corte de Justicia y sus integrantes actuamos, como nos corresponde, como un tribunal constitucional”.
Norma Piña recordó las consecuencias de la presidencia entreguista de Arturo Zaldívar en la Corte.
“Y apenas casi dos años después, cuando la Suprema Corte recuperó su mandato y papel de Tribunal Constitucional independiente y autónomo; fue entonces cuando algunos medios públicos y todos los medios oficiales se enfocaron en la anulación de la independencia judicial y el desprestigio público de las personas juzgadoras, sin nunca presentarse prueba alguna”.
La presidenta del Máximo Tribunal se refirió a la necesidad de congruencia ante el más feroz ataque que haya sufrido la impartición de justicia en nuestro país. De su denuncia se desprende que la reforma judicial fue producto de una revancha por tres sentencias que enfurecieron al obradorato en 2023 (la invalidez del traslado de mando de la Guardia Nacional a la Defensa Nacional, la cancelación del llamado plan B de reformas electorales y la nulidad del decreto para facilitar los trámites de las obras prioritarias del sexenio pasado clasificándolas como asuntos de seguridad nacional). En los 3 casos las resoluciones del Tribunal Constitucional fueron impecables jurídicamente, pero insoportables para el ánimo dictatorial de Andrés Manuel López Obrador, al que en ningún momento citó por su nombre.
Fue una sesión con tonos de despedida, sin duda nostálgica y también emotiva. Será la primera vez que un periodo en la presidencia de la Corte quede inconcluso. Cómo producto de la reforma la Corte se queda sin Salas y el Consejo de la Judicatura desaparece como tal.
El año concluye otra vez con el desafío traidor de los 3 magistrados electorales para desairar nuevamente la institucionalidad dentro del Poder Judicial. Mónica Soto, Felipe de la Mata y Felipe Fuentes, han dado la espalda no sólo a Piña en lo personal, lo que para efectos resulta intrascendente, su actitud entreguista en bloque torció la imparcialidad para validar una representación legislativa desproporcionada respecto al número de votos alcanzado en las urnas para Morena y sus cómplices, lo que insisto, significó un cheque en blanco en el Congreso para que el régimen hiciera trizas a las instituciones, sin obstáculo alguno.
Por eso las palabras dignidad, congruencia y ética fueron invocadas en los que se podría considerar una reflexión testamentaria durante la lectura del último párrafo del mensaje de la ministra.
“El trabajo de cada uno es la mejor voz; y lo que hace cada uno en la labor cotidiana por la justicia, es su legado. La congruencia, la ética, el trabajo, la perseverancia, la excelencia, la dignidad son y serán la mejor carta de presentación ante el escrutinio de la historia”.
Por esta claridad que caló hondo, Lenia Batres y Yasmín Esquivel descalificaron a la presidenta de la Corte en sus expresiones posteriores al informe, como si en ellas su carencia de autoridad moral no fuera suficiente argumento para exhibir su cinismo. Es la era de la posverdad y el artificio, pero no hay mal que dure 100 años, como dice el dicho.
Mientras tanto me anticipo para considerar que 2024 fue “annus horribilis” para la impartición de justicia en México.
EDICTOS
Estimados lectores: Les informo que a partir de hoy tomaré unos días de vacaciones para reanudar la publicación de mis artículos en La lista el jueves 9 de enero de 2025. Aprovecho la ocasión para agradecerles su acompañamiento y desearles las mejores perspectivas de salud y bienestar para el nuevo ciclo que está por comenzar ¡Felices fiestas!