Cuando el futuro nos alcanzó

“Nuestra inteligencia es lo que nos hace humanos, y la IA es una extensión de esa cualidad”, Yann LeCun

Hace poco el músico veracruzano Roberto Matthews presentó “Mami Chota”, canción que creó apoyado por la Inteligencia Artificial, nos contaba que más allá de decirle que quería hacer una canción con cierto estilo y letra, él se dio a la tarea de componer los acordes, generar el perfil y luego ya la soltó a la IA, el resultado es un trancazo:

La mayoría de vinculaciones con la inteligencia artificial han sido encontronazos, generan miedos y desconfianza en un futuro en el que la tecnología supla a los creativos, serie de cavilaciones que inspiraron al dramaturgo Flavio González Mello a escribir “Inteligencia Actoral”, obra que fue publicada por ediciones “El milagro” y dicen que después de leerla ya eres actor, más allá de la broma, Flavio trasladó “IA” al teatro y hasta el 25 de febrero tiene temporada en el teatro Helénico en la Ciudad de México.

Se trata de un juego teatral en el que una compañía se encuentra a 10 días de estrenar Hamlet, con el estrés propio de un montaje de repente el actor principal interpretado por Roberto Beck recibe la oferta de participar en una película de esas de acción que se filman en locaciones paradisíacas o extremas, una de esas oportunidades que se dan poco en la vida y que en definitiva no piensa dejar pasar.

Al momento de plantearlo al director que se retrase el estreno de Hamlet, un infarto pareciera ser inminente pero lo que no se esperaba él, ni nosotros como espectadores es que el actor tiene un sustituto ideal, un robot de última generación que incluso le da más feeling a los textos.

Una comedia contada en diversos niveles que si bien, nos deja el gusanillo de qué tanto se han sensibilizado las máquinas, hasta siento feo llamarles así, también se encuentra esa mar de posibilidades de creación infinita.

En mi caso debo confesar que no me he animado a explorar el ChatGPT, quizá el próximo archipiélago ya venga con su sello.

No te pierdas: Respirar la música como el aire: Carlos Miguel Prieto