Universidades públicas: de letras de oro a la asfixia presupuestaria
Perístasis

Jefe de la División de Educación Continua de la Facultad de Derecho de la UNAM, socio de la firma Zeind & Zeind y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

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Universidades públicas: de letras de oro a la asfixia presupuestaria
Las comunidades universitarias debemos propugnar por la integridad de nuestras instituciones y de su autonomía pues, entre las letras de oro y la asfixia presupuestaria puede haber muy pocos pasos. Foto: Facebook/UNAM

El pasado martes, con 98 votos a favor, el Senado de la República en México aprobó inscribir en letras de oro la leyenda “Universidad Nacional Autónoma de México. Por mi raza hablará el espíritu” en el muro de honor de este recinto.

La propuesta, presentada originalmente por el senador Navor Rojas [1] el 8 de febrero, consideraba fuese escrita la leyenda en letras de bronce. Posteriormente, el senador Ricardo Monreal retomó la propuesta, esta vez solicitando se realizara en letras de oro.[2]

En la discusión en la Cámara de Senadores se escucharon las intervenciones de diversas senadoras y de distintos senadores quienes, coincidieron en destacar no obstante su diferente extracción partidista, el importante significado que la Máxima Casa de Estudios ha tenido para nuestro país.

Al mismo tiempo que en México se reconoce la importancia que la Universidad Nacional Autónoma de México ha tenido en el desarrollo político, económico y social de nuestra nación (y el mundo), a 8000 km de distancia se realizaron protestas en las ciudades más grandes de Argentina debido a las recientes decisiones tomadas por el presidente Javier Milei relacionadas con el recorte al gasto público que ha afectado de manera negativa rubros que en otro tiempo era impensable que fueran tocados, como es el del financiamiento público a la educación superior en un lugar con una larga tradición en lo relacionado con la gratuidad de la misma.

Las manifestaciones de desacuerdo frente a esas decisiones no se han hecho esperar, por lo que hemos podido ser testigos de marchas multitudinarias organizadas desde las más importantes universidades públicas de aquel país (a las que se han unido otros sectores), teniendo por ejemplo que el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires se declaró en “emergencia presupuestaria”, lo anterior después de que el presidente Milei decidiera prorrogar para el presente ejercicio el presupuesto otorgado a las universidades en 2023, en un contexto donde la inflación se encuentra cerca del 290% y, en términos reales, los recortes a los recursos invertidos por medio del presupuesto público rondan el 80%.

Las decisiones de Javier Milei, electo el 10 de diciembre de 2023, ponen en riesgo la tradición centenaria de las universidades públicas de este país, en donde es importante señalar que el 80% de las personas que estudian en ese nivel lo hacen en una institución pública.

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En este contexto, las palabras Stephen Holmes y Cass. R. Sunstein resuenan con particular fuerza al recordar que ellos afirman que “algunos derechos pueden resultar costosos en una primera instancia, pero aumentan la riqueza social en tal medida que es razonable considerar que se autofinancian”. Sin duda, el derecho a la educación puede caber en esa afirmación y, adicionalmente, puede decirse que este en particular es un derecho que impacta en la razón de ser de las personas y en lo que lleva a su realización plena.

Se debe considerar que las universidades públicas no solo educan a futuras personas líderes y profesionales, sino que también son centrales en la promoción del pensamiento crítico y la innovación, pilares en el desarrollo de las sociedades democráticas.

De esta manera el reconocimiento y cariño que en México se tiene hacia nuestra universidad nacional no debe generar que olvidemos lo que viven otras instituciones hermanas que, con los mismos fines, han contribuido al desarrollo de sus países y hoy son atacadas en su autonomía y, por tanto, ven sensiblemente reducida la libertad académica que deben garantizar para sus comunidades y para la totalidad de la sociedad, como su beneficiaria que es.

Sobra decir que las comunidades universitarias debemos propugnar en todo momento por la integridad de nuestras instituciones y de su autonomía, pues como es claro, entre las letras de oro y la asfixia presupuestaria puede haber muy pocos pasos.


[1] Iniciativa con proyecto de decreto para inscribir en el muro de honor del Senado de la República la leyenda “Universidad Nacional Autónoma de México. Por mi raza hablará el espíritu”. [Consulta: 24 de abril de 2024].

[2] Iniciativa con proyecto de decreto por el que se propone la inscripción en letras doradas de la leyenda: “Universidad Nacional Autónoma de México. Por mi raza hablará el espíritu” [en línea]. [Consulta: 24 de abril de 2024].

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