Se ha vuelto una tradición que, con el final de cada ciclo y el inicio de uno nuevo, la gente detrás de diversos diccionarios alrededor del mundo escoge una palabra que considera la “palabra del año”. A través de su consejo editorial, el Diccionario Macquarie de Australia eligió “Enshittification” como la palabra más destacada de 2024, que si intentamos traducir literalmente al español sería algo así como la “enmierdificación” de las cosas.
Este concepto, creado por el activista y periodista canadiense Cory Doctorow, se refiere al gradual deterioro de los servicios y productos en los que antes confiábamos, y se manifiesta como una reducción en la calidad brindada al consumidor cuando el proveedor del servicio pone por encima su ganancia económica. Tal concepto fue también la palabra del año de la American Dialect Society en 2023.
Por más que esta palabra suene ridícula, ¿quién no va a sentirse identificado y estar de acuerdo? Según el propio Doctorow, la gente ha abrazado este concepto porque reconoce la “enmierdificación” de las cosas en servicios como el internet, las plataformas y las redes sociales, donde pasamos gran parte de nuestro tiempo y de los que nos hemos vuelto tan dependientes. Ni cómo contradecirlo, cuando ya no se puede entrar a una simple página de internet sin ser bombardeados por publicidad no deseada.
Y ya no solamente es la calidad de los servicios, sino la calidad de los contenidos, de las interacciones, de la gente. De cómo la “Enshitificattion” ha logrado reflejar el espíritu de nuestros tiempos, tiene que ver con lo que esta idea significa para absolutamente todo lo relacionado con nuestra vida cotidiana, más allá del internet. Es esa sensación de que todo se está deteriorando rápidamente, de que todo se está yendo a la mierda.
Curiosamente, en el idioma inglés les gusta mucho jugar con la palabra “shit”: Bullshit, shithole, shit-talk, shitting me, shitshow… todos estos son modismos ampliamente aceptados como lenguaje coloquial. O sea que la nueva palabra tampoco es algo fuera de lo común porque en el inglés hay toda una historia con el uso del concepto de la “mierda”. De hecho, yo propondría que “shitshow” es el antecedente más directo de “Enshittification” porque en español logró ser traducido y usarse de forma coloquial como “cagadero”.
Las redes sociales se han convertido en un cagadero. Los medios de comunicación son un cagadero. La oferta de entretenimiento es un cagadero. La clase política es un cagadero. El sistema laboral en México es un cagadero. La situación económica de nuestro país es un cagadero. El país se ha convertido en un cagadero... ¿Ya va quedando más claro por qué el uso de “Enshitiffication” sí es un buen reflejo de nuestros tiempos?
Volviendo a la oferta cultural y de entretenimiento: ¿cómo es que la experiencia de apreciar el cine también puede volverse un cagadero? Yo diría que, actualmente, eso se nota cuando permitimos que las opiniones negativas de otros, sobre todo en las redes sociales, influyan en la nuestra. Cuando empezamos a creer que esa es la forma normal de comunicarnos y repetimos tales comportamientos.
En internet siempre abundarán los asnos que se creen expertos en todo, los “opinólogos” que para todo tienen algo qué decir aunque carezcan de autoridad para justificar sus dichos. Últimamente yo detecto a una nueva especie, los que sí estudiaron pero sólo para seguir rebuznando… o dicho de otra forma, para seguir “enmierdificando” las redes y la gente.
Dado que el término “Enshittification”, según Cory Doctorow, se refiere originalmente a nuestra frustración con el deterioro de internet, me parece que ahí es donde debemos permanecer más vigilantes con el manejo de la información, las noticias falsas y la manipulación de la opinión pública.
El reciente caso de la actriz Blake Lively, quien demandó por acoso a Justin Baldoni (director y coprotagonista de su película It Ends With Us), a quien señala por haber organizado en redes sociales una campaña de desprestigio en su contra, es solamente un recordatorio de cómo estas plataformas se están usando para provocar daño.
Si se quiere ver de forma simple, designar esta palabra como la “palabra del año” no pasa de ser una noticia chusca. Pero si queremos aprovechar esta oportunidad, son el tipo de polémicas que también nos sirven para reflexionar. ¿Deseamos que 2025 siga siendo un “cagadero”? Porque si no queremos que el chiste se vuelva realidad, la responsabilidad es toda nuestra.
BREVES
En cines, 2025 nos recibió con el estreno de dos películas muy atractivas. Por un lado, Nosferatu, la nueva película del director Robert Eggers (The Lighthouse) basada en la película del mismo nombre de 1922, que a su vez es una adaptación no autorizada de Drácula. Por otro lado la película animada Flow, que no es estrictamente para un público infantil o familiar y que está considerada para varios premios importantes.
Netflix empieza fuerte el año con el estreno de series como Me haces falta (Missing You) y American Primeval. Como siempre, habrá que estar pendientes de todos los lanzamientos de la plataforma de streaming más exitosa. * Para una lista más extensa de lo mejor de 2024, visita mi perfil en Letterboxd.