Periodista. Editor de Política en La-Lista.
‘Alito’ y el cascarón del PRI
Lo que hará "Alito" este lunes será la confirmación de que el PRI ya tiene un único dueño. En 2030, el partido podría perder su registro.
Lo que hará "Alito" este lunes será la confirmación de que el PRI ya tiene un único dueño. En 2030, el partido podría perder su registro.
Alejandro Moreno, “Alito”, confirmará este lunes su intención de reelegirse 4 años más en el cargo, al registrarse como aspirante a la dirigencia del PRI, en la que ha estado desde 2019.
El actual dirigente rompió lanzas con todo mundo, incluso con quienes lo apoyaron a llegar a donde está, con tal de conservar su corona.
Pero el PRI es un cascarón y como lo ha dicho bien Raymundo Riva Palacio, es un partido “podrido y hace casi una década se viene desgajando a pedazos”.
La lealtad de su grupo se debe solamente a que los ha colocado en posiciones clave dentro del partido. Pero tal como pasó en el PRD, eso se irá achicando y cada vez será un grupo más compacto, porque habrá menos pastel que repartir.
Incluso, en el 2030, el PRI podría celebrar su última elección de continuar por el camino que va, para después perder el registro. Y si para entonces ‘Alito’ sigue siendo dirigente, confirmará lo que han dicho sobre él varios expresidentes: será el ‘enterrador’ del tricolor.
¿Y para qué quiere quedarse con el PRI si cada vez se está vaciando más? Sus críticos aseguran que lo que busca es mantener impunidad, librar investigaciones por posible enriquecimiento ilícito y a la vez seguir acumulando más riqueza.
Bien haría “Alito” en conversar con Jesús Zambrano, dirigente del PRD, partido en vías de extinción.
“Los Chuchos” se hicieron de la dirigencia por más de una década y no hubo vuelta atrás: el partido se vació, se fueron sus líderes principales y hasta se terminaron yendo los que en principio convivían con los dos principales miembros de esta tribu: Zambrano y Jesús Ortega.
El caso de “Alito” es peculiar porque, en paralelo a su inminente reelección, ha empujado la expulsión de varios priistas que lo critican. Es decir, no solo quiere la presidencia sino que nadie lo critique, además de que se autorregaló una senaduría.
Lo que hará Moreno Cárdenas este lunes será la confirmación de que el PRI ya tiene un único dueño y, en automático, volverá menos atractivo para la ciudadanía si quiera pensar en darle un voto a este instituto político.
“Ya llegó, ya está aquí, el (o la) que va a chingar al PRI”, era una de las consignas frecuentes en mítines de campaña de algún candidato de otro partido. ¿Quién diría que quien va a terminar por cumplir eso es su propio dirigente?
Don Perpetuo, ya le dicen.
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