Crecer es fluir
Más allá de la experiencia estética que cuidan muchísimo, sus puestas en escena tienen un amplio sentido social.
Más allá de la experiencia estética que cuidan muchísimo, sus puestas en escena tienen un amplio sentido social.
“Nuestros pensamientos y emociones tienen el poder de influir en el mundo físico de maneras que apenas estamos empezando a comprender”, Ervin László
Estaba en la butaca del teatro y no entendía muy bien que pasaba, unas bolas de amigos al lado mío estaban muy ansiosos, después empezaron a aventar bolas de papel a otres chaves y unas filas más adelante se podían ver chamarras y suéteres apartando lugar, muy raro todo. Unos minutos más tarde una mujer salió al escenario, era como una maestra que llegaba a su salón de clases y en segundos todos estábamos atentos a lo que tenía que decirnos.
Ese es el efecto de las propuestas de Teatro de Ciertos Habitantes, compañía fundada en 1997 por Claudio Valdés Kuri, Fabrina Melón, Analola Santana y otros integrantes que se dejan la camisa en cada montaje, ya que más allá de la experiencia estética que cuidan muchísimo, sus puestas en escena tienen un amplio sentido social.
Han pasado 27 años y las obras que han presentado van de “Quijote. Vencedor de sí mismo”, “Artaud en mil pedazos”, “QIQI”, “Juana de Arco en la hoguera”, “Baja la voz o cómo ensamblar una familia actual”, “El juego de los insectos”, “No soy in fracaso”, “La vida es sueño. Auto sacramental”, “Todavía… siempre”, “Montezuma”, “La piel”, “Dónde estaré esta noche”, “de monstruos y prodigios. La historia de los Castrati”, “Becket o el honor de dios”, “El automóvil gris”, “El gallo”, “el gabinete del maestro Toscano”, “Triple concierto”, “Del mago al loco. Una revelación del tarot” y la más reciente “La fábula del todo”.
Serie de títulos que dejan claro que las exploraciones de TCH va más allá de los clásicos o géneros habituales de las carteleras, es por eso que el trabajo de la compañía no solo se percibe en un foro, sino que puede ser en un museo o en una tienda departamental, cualquier espacio es el mejor lugar para contar la historia que tienen que contar.
En el caso de “La fábula del todo” la escena que les contaba al principio justo apela a la idea inmersiva de la compañía, es entrar en esa tensión y vida de los personajes que se encuentran dentro y fuera del escenario. Un texto original de Mónica Hoth y Claudio Valdés Kuri pensado para adolescentes y adultos, pero que no se limita a recibir a todas y todos los interesados a adentrarse en el pensamiento filosófico de Ervin László, pero también otras teorías en las que la física cuántica, biología y lógica se encuentran en los diálogos que fluyen como ráfagas, una dinámica en la que alumnos de la escuela preparatoria “Corazón de Jesús Borraz Moreno” sueltan su curiosidad disfrazada de rebeldía a maestros que desfilan en el salón de clases, personajes que a más de uno nos harán recordar esos años de escuela y a esos profes que nos cambiaron la vida.
Las funciones de “La fábula del todo”, una disertación científico, escénica, musical son viernes a las 20:00 horas, sábado a las 19:00 horas y domingo a las 6 de la tarde en el Teatro Helénico en Revolución 1500, San Angel Inn.
Para conocer un poco más denle play a la charla con Claudio Valdés Kuri: