De prohibiciones al fichaje más caro: mujeres en la cancha

Jueves 4 de septiembre de 2025

Tatiana Revilla
Tatiana Revilla

Abogada y escritora de clóset. Dedica su vida a temas de género y feminismos. Fundadora de Gender Issues, organización dedicada a políticas públicas para la igualdad. Cuenta con un doctorado en Política Pública y una estancia postdoctoral en la Universidad de Edimburgo. Coordinó el Programa de Género de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey durante tres años y es profesora en temas de género. Actualmente es Directora de Género e Inclusión Social del proyecto SURGES en The Palladium Group.

X: @tatianarevilla

De prohibiciones al fichaje más caro: mujeres en la cancha

La desigualdad persiste, y aunque hoy los fichajes más caros de mujeres son noticia mundial, siguen siendo una excepción frente a los salarios y transferencias masculinas.

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Jacqueline Ovalle, multicampeona femenil en México.

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Foto: Jacqueline Ovalle/Facebook.

El fútbol nos da la plataforma para ser mucho más que atletas; nos permite ser agentes del cambio

Megan Rapinoe

  • “Jacqueline Ovalle, el mayor traspaso en la historia del futbol femenil” (Fox Deportes, 2025)
  • “Quién es Olivia Smith, la futbolista “más cara” de la historia” (BBC News Mundo)
  • “¡Las reinas de Europa! Inglaterra hace historia en la Euro 2025” (The Guardian, 2025)
  • “Mayor afluencia en la EURO femenina y en las competiciones femeninas de la UEFA” (UEFA, 2025)
  • “Barcelona Femenino llega a México y es recibido por decenas de aficionados” (La afición deportes Milenio, 2025)
  • “Liga MX Femenil vs Barcelona Resumen. Duelo de Estrellas 2025” (Milenio, 2025)

Noticias como estas muestran un cambio: cada vez más, los medios hacen un esfuerzo importante para visibilizar e impulsar el fútbol para las mujeres y esto es de aplaudirse más cuando estamos ante un deporte profundamente desigual, donde hace apenas unas décadas las mujeres tenían prohibido jugar por mandato expreso de las federaciones.

En pocos años, pasamos de las prohibiciones de los setenta al primer Mundial femenil en 1991; y ahora que estamos por entrar a la fiebre mundialista, ¿Sabías que el mundial femenil será en Brasil en 2027? o, ¿sabes quiénes fueron campeonas del mundial pasado? ¿puedes decir el nombre de jugadoras famosas?

Yo pensé en Megan Rapinoe y Jenni Hermoso, pero pienso en toda la avalancha de referentes masculinos y podría decir más de cinco nombres. Lo cierto es que el fútbol de mujeres sigue en desventaja.

Y esto no es casualidad, corresponde a una historia de desigualdad en la que el deporte, las canchas y el balón se fueron construyendo en un territorio masculino, heterosexual y excluyente. Todo aquello que saliera del molde no era bienvenido. Fue castigado, ridiculizado y prohibido por las federaciones con argumentos como:

  • No era saludable
  • No podemos ni tomaremos [el fútbol femenino] en serio
  • No queremos convertirlo en un espectáculo. Ciertamente no es un deporte para mujeres

¿Se imagina que hoy la FIFA diga algo así? ¿no, ¿verdad?, para eso tenemos a Chicharito…

Un ejemplo de esto fue la prohibición de la Football Association (FA) inglesa en 1921. Después de algunos partidos femeniles e incluso mixtos con fines caritativos y de exhibición y, ante críticas de la prensa, la asociación prohibió a los equipos femeninos no solo jugar de manera profesional, sino cualquier apoyo de los equipos masculinos.

Patricia de los Ángeles hace un análisis de la historia de lucha y discriminación a las mujeres en el fútbol y cuenta cómo esta prohibición duró hasta 1971, obligando a las mujeres a jugar en campos no oficiales y sin la infraestructura e instalaciones adecuadas.

Además de Inglaterra, la Federación Alemana de Fútbol (DFB) impuso en 1955, por unanimidad, la prohibición hasta 1970, año en el que se logró el reconocimiento en los estatutos de la DFB abriendo camino para que hoy, las mujeres alemanas sean una de las grandes potencias mundiales del fútbol femenil.

Francia, España, Brasil, Noruega, la URSS y otros países replicaron medidas similares, la mayoría en los años de posguerra hasta los setenta u ochenta. No hace mucho.

Una vez que se fueron levantando las prohibiciones, y aún con las federaciones internacionales negándose a organizar torneos globales, no fue sino hasta 1991 que la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) organizó el primer mundial femenil en China, casi invisible para la prensa internacional. A partir de aquí, y con el segundo mundial en Suecia, los avances fueron enormes: inclusión olímpica, la Champions femenina, récords de asistencia y fichajes millonarios.

Pero la desigualdad persiste, y aunque hoy los fichajes más caros de mujeres son noticia mundial, siguen siendo una excepción frente a los salarios y transferencias masculinas. Mientras Neymar –el más caro de la historia– costó 222 millones de euros, la cifra récord de las mujeres con Olivia Smith es de 1.3 millones de euros. La brecha es abismal.

Estas diferencias se argumentan desde la oferta y demanda, pero como señala Lorenia Atondo, este es un discurso anacrónico. Esto, más que leyes de economía, responde a una diferencia histórica en la cobertura mediática, patrocinios e impulso de mujeres futbolistas:

“Los deportes masculinos suelen recibir más publicidad, lo cual conduce a mayores licencias de televisión y acuerdos de patrocinio. Esto contribuye a aumentar los ingresos y, por lo tanto, los salarios de los atletas masculinos. Si creamos un piso parejo en el que hombres y mujeres tengan un salario base igual, primas de transferencia y bonos iguales, los dueños de las ligas y estadios estarían obligados a dar más publicidad a los eventos para cubrir los salarios, se obligarían a buscar más patrocinios para las mujeres, a las cuales no se les puede regatear capacidad deportiva y resultan igual o más vistosas en las jugadas y eventos que los hombres”.

Los fichajes recientes de mujeres, así como toda la visibilidad que le están dando algunos medios, federaciones y ligas ha sido fundamental, pero no dejan de ser excepción y un recordatorio de la desigualdad, por ejemplo, que en México una futbolista no alcanza ni el 10% del salario de los hombres.

A pesar de toda una historia de discriminación, las futbolistas, en cada partido, siguen rompiendo la idea de que el balón es para hombres. Con cada noticia y golpe al balón, ellas abren una grieta, grietas que algún día, pueden tirar la pared completa y a mí, eso me emociona.

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