Plan Cóndor 2.0

Viernes 12 de diciembre de 2025

Adriana Sarur Torre
Adriana Sarur Torre

Es política y líder de opinión. Se ha desempeñado como diputada Federal en las Legislaturas LXI y LXIII. Cuenta con más de 20 años de experiencia en análisis político mexicano e internacional. Actualmente se desempeña como empresaria, líder de opinión y columnista en diversos medios de prensa y televisión. X: @asarur IG: @adrianasarur

Plan Cóndor 2.0

La Casa Blanca y sus aliados latinoamericanos buscan reinstalar -o fortalecer- regímenes afines, sin importar los costos democráticos o sociales.

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Trump ha hecho visible su apoyo a candidatos como Nasry Asfura en Honduras.

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EFE/EPA/YURI GRIPAS / POOL

La intervención de Trump en el continente no es una reedición de la Doctrina Monroe, sino una ofensiva concertada, la Casa Blanca y sus aliados latinoamericanos buscan reinstalar -o fortalecer- regímenes afines, sin importar los costos democráticos o sociales.

El respaldo visible de Trump a candidatos como Nasry Asfura en Honduras, acompañado del indulto otorgado al expresidente condenado por narcotráfico, evidencia un diseño explícito de injerencia electoral. La misión internacional de observación ya denunció “interferencia extrema” en el proceso, señalando que se puso en crisis la legitimidad de la elección.

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Mientras tanto, Bukele consolida en El Salvador un régimen autoritario y su reelección indefinida, reformas institucionales para perpetuarse en el poder, y políticas de mano dura que acaban con los derechos humanos. Milei y otros aliados regionales de este bloque actúan como satélites, beneficiándose de ayuda financiera, apoyo mediático y respaldo incondicional desde Washington.

Esto no es una batalla ideológica entre izquierda y derecha, sino una estrategia geopolítica para reinstaurar el orden neoliberal dirigido por élites complacientes, subordinadas a intereses externos e indiferentes ante corrupción, narcotráfico o represión. Los pueblos de América Latina pagan el precio: pérdida de soberanía, democracia manipulada y exclusión social.

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Si realmente creemos en la soberanía de nuestros países, este “Plan Cóndor 2.0” debe ser señalado con firmeza. Defender la democracia significa rechazar la cooptación electoral, la impunidad y el intervencionismo bajo la excusa de seguridad o “libertad”.

Debemos recordar las terribles consecuencias que tuvo el Plan Cóndor original en toda América Latina.

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