Este 10 de diciembre, la UNESCO declaró a la práctica del son cubano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este reconocimiento mundial tiene la intención de preservar este ritmo que se originó en Cuba desde finales del siglo XIX, como una sinergia musical y cultural entre la herencia española y africana.
Este género musical surgió de la mezcla de las percusiones africanas con elementos europeos, tales como el tres, que es un instrumento parecido a la guitarra española. Conforme avanzó el tiempo, se fueron agregando más instrumentos como la trompeta y el bajo eléctrico. Todo a partir de su evolución y relación con otros ritmos.
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Tres golpes lentos y luego dos rápidos, el sonido de esas claves le dieron la vuelta al mundo. El son no sólo dio las bases suficientes para el florecimiento de otros géneros musicales como la salsa y el montuno, su esencia por sí sola triunfó en escenarios por todo el globo terráqueo. Para muestra ¿Quién no ha escuchando o bailando el clásico de Miguel Matamoros, “Lágrimas Negras”?
En el caso de México, un país mega diverso, el impacto del son se concentra principalmente en la capital del país y en Veracruz, donde hasta la fecha hay una cantidad importante de grupos que se dedican a tocar este ritmo para el disfrute popular.
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En la CDMX hay muchísimos lugares que le dedican un lugar al son en su cartelera, por ejemplo: el salón Los Ángeles, el Gran Salón, la Flor del Son, la Nueva Cuba, La embajada jarocha, Mama Rumba, Mambo Café, entre muchos otros más. Y no todo se limita a centros nocturnos, también hay que destacar los lugares de resistencia como La Fuente del Son, un espacio público que dirige Charly Soriano a fuera de la Biblioteca México (muy cerca del Metro Balderas).
Nadie pelea que el origen del son fue en Cuba, al contrario, se le agradece su aporte que ahora ya es reconocido a nivel mundial. Sin embargo, con esta declaratoria se confirma que este ritmo musical, el mundo lo ha hecho suyo, a su manera. Lo cual también le augura mucha salud y permanencia en una era digital donde todo es efímero, digital y avanza a gran velocidad.
Si todavía no conoces o reconoces el son, te dejo 3 canciones que son icónicas para el género: “El manisero” con Rita Montaner, “Guantanamera” con Joseíto Fernández y “Échale salsita” con Ignacio Piñeiro. ¡Qué viva Cuba! ¡Qué viva el son!
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