Como ha quedado patente a lo largo de la historia, la innovación en diversos ámbitos avanza a pasos agigantados y frecuentemente han dado pie a carreras entre las potencias mundiales en aras de establecer la hegemonía correspondiente.
Tal como ha sucedido con carreras como las emprendidas por estar a la vanguardia en cuestiones como la conquista del espacio o el desarrollo de la bomba atómica, en épocas más actuales hemos sido testigos de pugnas entre diversas potencias por la supremacía en cosas que tienen que ver con el entorno digital en el que vivimos. El desarrollo de diversas plataformas, el comercio electrónico, las redes sociales o la construcción de chips han dado lugar a la realización de importantes esfuerzos por parte de Estados Unidos y China, contando también que países como Rusia o la India buscan hacerse de un lugar en una batalla que se encuentra reservada para muy pocos contrincantes.
En la actualidad, es en la arena de la Inteligencia Artificial (IA) en donde se están presentando importantes disputas entre países y gigantes tecnológicos para su desarrollo, mismas que han requerido de enormes inversiones realizadas por cada uno de ellos. Y es que diversas personas expertas coinciden en afirmar que la IA es el presente y futuro de la computación moderna, así como una forma que se está encontrando de que creaciones del ser humano se acerquen a tener características propias del mismo como son razonar y aprender. Por lo anterior la importancia de establecer un dominio en una tecnología a la que aún no se le ha encontrado límites y que puede tener una multiplicidad de usos en los que la precisión es una de sus principales características es verdaderamente imprescindible.
Hasta hace unos días, parecía no haber discusión sobre la supremacía que estaban estableciendo los Estados Unidos respecto al desarrollo de la IA, logro en el que el impulso desde el gobierno y desde las grandes tecnológicas (sector privado) ha sido fundamental. Empresas como OpenAI (creadora de ChatGPT) y Nvidia (diseñadora de sistemas en chip) han ganado una gran relevancia (y capitalización bursátil) a nivel mundial gracias al desarrollo satisfactorio de esta tecnología, siendo punteras que habían dejado claro que las barreras de entrada para el desarrollo de esta tecnología eran muy altas y por lo tanto reservadas a pocos actores que, antes que todo, contaran con los recursos suficientes para hacerlo.
No obstante, en días recientes una representante china irrumpió con fuerza y, al parecer, lo hizo para romper con algunos mitos en torno al desarrollo de la IA: DeepSeek. Además de diferenciarse de otras competidoras por ser gratuita, de acuerdo con sus creadores esta tecnología fue desarrollada con una fracción de los recursos que se invirtieron en otras de su tipo y en un tiempo considerablemente menor. Todo un fenómeno disruptivo al que, sin embargo, se le auguran retos importantes en lo relacionado con la privacidad y la ciberseguridad.
Ha sido de tal profundidad el impacto de la llegada de DeepSeek, que hace tres días la bolsa de valores estadounidense Nasdaq tuvo importantes pérdidas, así como también las sufrió Nvidia, que ese solo día experimento una caída del 17% en sus acciones, pasando de ser la empresa más valiosa del mundo a ocupar el tercer lugar en un solo día.
Cuando aún falta mucho por ver, la batalla por la supremacía tecnológica está viva y la innovación será clave para mantener los equilibrios en el mundo. Cabe preguntarse en papel que los Estados nacionales jugarán en una disputa en la que su presencia y la de las regiones en las que conviven será determinante para su futuro y para el del orbe entero.