Es escritora –cuatro libros publicados y dos en camino–, periodista, cantautora –más de 160 canciones–, experta en respiración, yoga y meditación. Dirige el Yomu Institute, es mamá de tres hijos y pionera en el arte de materializar ideas innovadoras. Es la creadora y fundadora del sistema Enciende tu corazón para inspirar la alegría en el despertar de la conciencia. Instagram: @cynthiazakofficial
¿Dónde está mamá Noel?
La figura de una mujer al lado de Santa es la de su esposa abnegada que lo ayuda a armar paquetes y le sirve galletas con leche. Te invito a que la saquemos del iglú helado y la traigamos a que se luzca.
La figura de una mujer al lado de Santa es la de su esposa abnegada que lo ayuda a armar paquetes y le sirve galletas con leche. Te invito a que la saquemos del iglú helado y la traigamos a que se luzca.
Salí decidida a encontrarla en el centro comercial, en los anuncios melosos de la tele, en los carteles de la calle, dentro de las tiendas, pero no la localicé.
La busqué por todos lados convencida de que esta Navidad algo iba a cambiar y sin dejar que la frustración me venciera seguí con mi tenaz objetivo de verla en algún lado.
No por una misión feminista ni por un capricho de género, más bien porque me parecía que en los tiempos que corren ya era hora de encontrarme con ‘mamás noeles‘ sentadas en los sillones de los centros comerciales con los niños en sus faldas para las fotos.
Si nos adentramos en la historia de la leyenda de Santa Claus, San Nicolás, Papá Noel o como se llame según los países y las tradiciones, nos vamos a un lejano lugar en donde Odín, un dios reverenciado por los germanos del norte de Europa en el siglo II era celebrado durante una fiesta pagana llamada Yule que tenía lugar en la mitad del invierno.
Durante ese tiempo, Odín precedía una procesión fantasmal que atravesaba el aire, volando con su barba blanca en el cielo helado con indudables similitudes con Santa Claus, imagen que fue evolucionando hasta el siglo IV cuando llega San Nicolás.
Esta figura histórica, obispo cristiano de origen griego marca el inicio de la leyenda de este hombre de larga barba blanca con capa roja que deja regalos a los niños.
Con el correr de los siglos aterrizamos en esta Navidad, donde su simbología sigue ligada a un lejano Polo Norte, oculto a los ojos humanos en donde él y sus ayudantes preparan regalos que serán dejados caer por las chimeneas humeantes.
¿Y mamá Noel?
La figura de una mujer al lado de Santa es la de su esposa abnegada que lo ayuda a armar paquetes y le sirve galletas con leche.
Pero ella no sale al ruedo, no se sube en el trineo y participa del viaje.
No maneja las riendas de los renos y pilotea la nave.
¿O es que acaso tú la has visto con los pelos al viento, riendo a carcajadas al lado de Nicolás?
En la historia no se le ve y en el mundo consumista navideño tampoco, por eso te invito a que la saquemos del iglú helado y la traigamos a que se luzca.
Es hora de cambiar estos paradigmas que repetimos interminablemente en donde los significantes no pueden modificar el tono ni la forma, símbolos escritos a fuego que solamente nosotros tenemos el poder de sacudir.
Si hay una mamá Noel en el centro comercial, la tribu sale a flote.
Si aparecen ellas repartiendo regalos en los aires el mundo, se sana.
Seas hombre o mujer, cualquiera que sea tu denominación o género, edad o raza, defiende la mamá Noel que llevas dentro, dale la voz y voto, siéntala en el trono, pídele a los publicistas que la pongan en los anuncios y a los políticos que la suban al podio.
Mamá Noel es tu parte más tierna y más salvaje a la vez, la intuición y confianza, la sabiduría y la compasión, tu evolución encarnada, tu mejor regalo en estas fiestas.
Nos vemos ahorita para la foto navideña.