Encontrar lo bello…
No vamos a evitar lo inevitable, pero si podemos encontrar lo bello en el proceso y a partir de eso re-aprender.
No vamos a evitar lo inevitable, pero si podemos encontrar lo bello en el proceso y a partir de eso re-aprender.
“Estos días azules, este sol de la infancia”, Antonio Machado
Este 2025 lo empezamos distinto, no hubo conteo de segundos, tampoco nos atragantamos con las uvas, solo teníamos nuestras manos entrelazadas pidiendo por la salud de mi sobrino que estaba en el área de urgencias en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, en ese transcurso mirábamos como los médicos de guardia, visiblemente cansados sonreían con los ojos deseando un feliz año nuevo, la oficial no tuvo corazón para dejarnos en la calle esperando y pudimos estar en la sala de espera, pasada la medianoche ya nos habían ofrecido tamales, atole, jugos y tortas, fue una camaradería esperanzadora en medio de la incertidumbre.
El 1 de enero tocó ir al funeral del papá de una amiga, por un momento pensé que clase de augurio pintaba para el año que comenzaba, después sacudí la cabeza y reflexione sobre los instantes, al final esa es la vida, es como una especie de cobija hilvanada con muchos retacitos.
Mire hacía el años que se fue y justo el 31 de diciembre por la mañana hacíamos videollamada con mi hermana menor en Tailandia, días antes mi sobrino más pequeño nos enseñaba su ventanita, ya que se le había caído su primer diente, su hermana ganó su primera medalla en gimnasia. La hija se inscribió en su nueva carrera, mi abuela a sus 91 años creo su cuenta de tiktok y el hermano menor de mi mamá se convirtió en abuelo.
Todos esos fueron parte de los grandes sucesos en mi familia, esos recuerdos que como en la película de “Intensamente” me sostuvieron en los acontecimientos complicados, también hubo otros que de la nada me provocaban una sonrisa, tesoros que quedan guardados en el casillero del 2024, mientras uno nuevo se prepara para todo los que viene en el 2025.
Ya que no tuvimos cabeza para las uvas en la transición del año nuevo, me gustaría enumerar mis 12 propósitos
- Tener mayor conciencia sobre nuestro cuerpo
- Relativizar aquello que no puedo resolver sola
- Ser menos neurótica
- Bailar más
- Nunca perder el optimismo
- Decirle a mis quereres lo importantes que son para mí
- Ser más empática
- Trazar nuevas rutas y metas
- Viajar
- Descansar
- Gozar
- Ser feliz
No vamos a evitar lo inevitable, pero si podemos encontrar lo bello en el proceso y a partir de eso re-aprender.
Feliz año nuevo desde este #Archipiélago de emociones
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