Nacho Lozano es periodista y autor. Ha sido reportero y presentador de noticias para radio, televisión e internet desde hace dos décadas; editor y columnista en diversos medios impresos nacionales e internacionales. Es presentador de Noticias Telemundo. Twitter: @nacholozano
Les tengo una consultita
Esta es La-Lista de consultas atléticas en los Juegos Olímpicos de la 4T 2020.
Esta es La-Lista de consultas atléticas en los Juegos Olímpicos de la 4T 2020.
Todos esperábamos otro resultado. Y no hablo de la consulta, sino del México contra Brasil, caray. Esa selección olímpica jugó mejor que el Tri en la Copa Oro, pero qué le vamos a hacer. Al final: México jugó como nunca y perdimos… en penales.
Hablando de penales, la consulta para procesar penalmente a quién sabe quién, por quién sabe qué delitos, bajo vaya usted a saber qué argumentos era una extraordinaria práctica democrática, pésimamente ejecutada. Se reconoce que el impulso haya venido del presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero el galimatías hecho pregunta fue decepcionante y empuercó una desolada consulta que pintaba para ser algo mejor. Espero, querido Santa Claus, que en años por venir esto madure y se nutra en todos los sentidos.
La pregunta fue un invento de los ministros en la Suprema Corte que querían quedar bien con el presidente, pero que no estaban de acuerdo en consultar la aplicación de la justicia (nomás eso faltaba, si ellos son jueces) y que terminó en el marasmo que voy a transcribir:
“¿Estás de acuerdo o no (o sí, o no, porque ni modo de estar ‘medio de acuerdo con’, o ‘un cuarto de acuerdo en’ o ‘dos tercios de acuerdo respecto a’, con, ante, bajo…) en que se lleven a cabo (o a La Paz, o a Mazatlán, o a Puerto Escondido, ah, no, no nos gusta nada en lo oscurito… entonces mejor Vallarta) las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal (¿se puede sin apego? Es que no me gustan las relaciones tóxicas), para emprender (porque somos emprendedores y luchones) un proceso de esclarecimiento (de esos que se llevan ‘hasta las últimas consecuencias’, ‘tope a donde tope, llegue a donde llegue’, ‘caiga quien caiga’, ‘sin intocables’, procesos que, por cierto, siempre quedan en la impunidad) de las decisiones políticas (porque las decisiones personales, alevosas y ventajosas las perdonamos) tomadas en los años pasados (años que pueden ser dos, tres, diez, 200 o dos millones) por los actores (¿y las actrices? ¿Dónde quedó la inclusión en eso de la corrupción?) políticos, encaminado (más bien a gatas) a garantizar la justicia y los derechos de las posibles (porque luego son unas inventadas, exageradas, mala leche) víctimas?”
En ninguna parte leí: ¿Cómo nos puedes ayudar a presentar pruebas para encarcelar a los expresidentes que fueron ratotas de dos patas?
Y miren que ya la releí.
Pero bueno, qué les digo. Ni el presidente López Obrador participó. Lástima, hubiera sido un primer ejercicio estimulante (para la participación) y edificante (para las decisiones democráticas entre mexicanos y sus instituciones). Ni el 8% votó. Qué importa si con su 60% de popularidad presidencial es feliz, feliz, feliz. Lo que sí debemos aprender es a no preguntar así, por Dios (Dios de las Consultas). ¿Quién pregunta las cosas de esa manera? Imaginemos a una pareja de mexicanos celosos interrogándose en el marco de sus inseguridades maritales:
“¿Estás o no estás y si estás lo estás conmigo o con alguién más llevando a cabo cuchi cuchi que no me atrevo a nombrar por su nombre porque realmente dudo en que lo hagas pero es que las acciones pertinentes en mi imaginación y con apego a mis celos en el marco de nuestro noviazgo me hacen pensar y hasta considerar, constitucional y legalmente, emprender un proceso de llanto por las decisiones amorosas tomadas en los años pasados inspiradas en los actores de las telenovelas que veíamos juntos o por las canciones de amor que escuchábamos mientras nos encaminamos a ser víctimas de estos malditos celos?”. No. La gente pregunta: “¿Me estás poniendo el cuerno?”. Y ya. En fin.
En marzo, nos recordó el presidente, se consultará la revocación de su mandato. Dado el estilo que manejan en la Corte y el Instituto Nacional Electoral (INE), propongo una pregunta para que nadie quede mal con nadie entre las cúpulas de poder:
“¿Del uno al 2 millones, considerando uno como un millón de besos, estás de acuerdísimo con la manera en que hago tan bien mi trabajo como H. Presidente sabiendo que mis acciones hacen que me admires en el marco de la cuarta y última transformación cósmica, cómica, mágica y musical de un México que tú sabes que estaba de la chingada, pero, bueno, no culpemos a la noche, no culpemos a la playa, ni a la lluvia, porque sé que me amas y que he salvado como ningún presidente a México lo había hecho?
O Muy de acuerdísimo.
O Totalmente. Te amo
Para ser Franco: no soy malo haciendo preguntas, ¿verdad? ¿Verdad? ¿Estás de acuerdo en eso de que Nacho hace buenas preg…
NOTA DE LA-LISTA: Por espacio, recortamos esta columna.