Nacho Lozano es periodista y autor. Ha sido reportero y presentador de noticias para radio, televisión e internet desde hace dos décadas; editor y columnista en diversos medios impresos nacionales e internacionales. Es presentador de Noticias Telemundo. Twitter: @nacholozano
Pisando talones y cola
Esta es La-Lista de las declaraciones hechas por involucrados, señalados y salpicados por el escándalo Odebrecht. El circo promete.
Esta es La-Lista de las declaraciones hechas por involucrados, señalados y salpicados por el escándalo Odebrecht. El circo promete.
En otros países han caído presidentes. En México han caído nomás los chones de los impunes y corruptos por sus carcajadas retumbando en los paraísos vacacionales a donde se fueron a esconder. En México poco ha sucedido, y honestamente, creo que nada pasará, sin embargo el circo ha dado tercera llamada y el espectáculo, la carnicería, las payasadas y la politiquería prometen al público presente. Hoy sabemos que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene un expediente contra el tórtolo de Tania Ruiz, en sus tiempos libres expresidente de México, Don Enrique Peña y Nieto, mejor amigo de Luis Videgaray, la mano que meneaba la cuna sexenal anterior y quien también está embarrado.
La FGR les imputa a los hoy imputados (pero del coraje) los delitos de asociación delictuosa y cohecho (no te preocupes, Enrique), por los sobornos que entregó el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, para aprobar la reforma energética (y eso que Videgaray solo vino a aprender).
Yo ya tengo las palomitas en la mano. Es una película que ya hemos visto. La trama de sobornos de Odebrecht a lo largo y ancho de América Latina entre las cúpulas (que copulan entre sí y para sí) políticas salpicó a México durante el peñanietismo, pero no se movió ni un barril de petróleo judicial.
Emilio L (de Lozoya) fue director de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el sexenio pasado y está detenido cómodamente en su lujosa casa disfrutando los lujos de la justicia que le da el consentidor criterio de oportunidad.
Jorge Luis Lavalle, exsenador panista, está encarcelado porque lo acusan de embolsarse lana para aprobar la transformadora (sí, antes de la 4T hubo una transformación, chavos, hecha por Peña Nieto) reforma energética. Embarran a otros legisladores, exlegisladores y actuales gobernadores panistas. Lavalle es procesado por asociación delictuosa, cohecho y lavado de dinero, fallo que ratificó en junio el magistrado José Alfonso Montalvo.
Lo nuevo en la pista circense tiene que ver con Peña y Videgaray. Anoche dormimos con la noticia de su expediente y esta mañana la loma despertó en un silencio incómodo: ¿en serio se atreverán a tocarlos con algo más que el pétalo sobornador de una rosa?
Ayer se supo que el salpique alcanza a Carlos Treviño Medina, exdirector de Pemex, quien presuntamente recibió cuatro melones de pesos de soborno.
“Por instrucciones de (y a ver dígale que no al señor) Luis Videgaray Caso (de la vida real)… Entre (pero ya no salí) el 17 y el 20 de septiembre de 2014 se entregaron (como si fuera Rappi entregando a domicilio en Tecamachalco) 4 millones de pesos a Carlos Treviño Medina (creo que le pusieron 5 estrellas por el presunto buen servicio)”, según Lozoya ha dicho en su querella.
“El jefe de escoltas de Lozoya, Norberto Gallardo Vargas, un militar del Estado Mayor Presidencial, también sostuvo en su testimonio ante la FGR que entregó a Treviño esos 4 millones de pesos, dentro de un portafolio”, según reportes periodísticos.
“Niego (de toda negatividad) rotundamente las acusaciones hechas hacia mi persona (que soy yo) en el documento que circula en las redes, al ser totalmente falsas (de toda falsedad). Serví durante tres sexenios a mi país de manera honorable y honesta todo el tiempo. Mi reputación y forma de vida así lo demuestran“, dijo en agosto del año pasado en Twitter el imputadísimo (por las imputaciones) Treviño Medina.
Los delitos que le imputan son los mismos que la FGR atribuye a Lavalle y a Ricardo Anaya (Riqui Riquín Canallín para los cuates en Palacio Nacional), quien decidió que la mejor manera de defenderse… es huyendo del país y autoexiliándose. Raro, ¿no?
Para ser Franco creo que tiene razón el presidente en eso de que “El que nada debe, nada teme”. ¿Pa qué corre?