Para los papás y mamás que trabajan la crianza puede ser complicada por las pocas horas que ven a sus crías. Darles una vida digna implica quedarse horas extras en el trabajo, quedándose siempre con la necesidad de estar con sus hijos. Abrazarlos, reír, jugar con ellos.
En ese contexto, imagina llegar a casa y tener que ser la voz que reprender a tus hijos. A veces duele, no sabes porqué, ni estabas en el momento, ni estás segur@ que un regaño es la mejor opción, pero “tienes que confiar en lo que te dicen” Y ESTOY TOTALMENTE EN CONTRA DE ESTO

Primero, porque muy posiblemente (depende de su edad) ni siquiera se acuerde de lo que hizo cuando finalmente llegas a casa y, segundo, NO QUIERO QUE ME VEA COMO EL MALO de la película. Estoy en desacuerdo con que alguno utilice la amenaza: “le voy a decir a tu mamá o le voy a decir a tu papá” como herramienta.
No quiero que me espere con miedo, quiero que me espere con las mismas ganas que tengo yo de ESTAR JUNTOS porque llevo todo el día esperando este momento y siempre que pasa eso tengo que guardar mi abrazo y mi beso detrás de la sombra del tipo malo. No digo que no quiero guiar, ni que sea fácil para alguien más, solo quiero poder disfrutar de la parte más hermosa de un día tan pesado.

Un abrazo para ti que me lees en esta columna en Baby Daily.
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