Eduardo Huchim: La sobrerrepresentación de Morena sería inequitativa, pero legítima
Eduardo Huchim, escritor y exconsejero electoral, defiende la sobrerrepresentación de Morena y acota que aunque es riesgosa, está sustentada en la Constitución.
Eduardo Huchim, escritor y exconsejero electoral, defiende la sobrerrepresentación de Morena y acota que aunque es riesgosa, está sustentada en la Constitución.
A días de que el Instituto Nacional Electoral (INE) entre al debate sobre cómo quedarán conformadas las bancadas del Congreso, tras la asignación de los 200 diputados y los 32 senadores plurinominales, el periodista y exconsejero del Instituto Electoral del Distrito Federal (DF) Eduardo Huchim May defiende la sobrerrepresentación de Morena.
El escritor afirma, en entrevista con La-Lista, que la sobrerrepresentación es legítima porque está contemplada en la Constitución, siempre y cuando no rebase el 8% de lo que los partidos recibieron de votación. Con calculadora en mano, lanza proyecciones a diestra y siniestra.
Huchim reconoce que la norma puede resultar inequitativa, pero al mismo tiempo advierte que no se le puede arrebatar al partido oficialista lo que por derecho le corresponde.
Como experto en materia electoral parece contrariado, y señala que la oposición intenta “despojar a Morena y sus aliados” de la sobrerrepresentación, aunque no cuestiona que se verá ampliamente beneficiada por esa misma norma.
Lorenzo Córdova, expresidente del INE, calificó como “letristas” a los que quieren que la ley se aplique al pie de la letra en el tema de la sobrerrepresentación, mientras que él pide que haya una interpretación para que no le den la mayoría calificada a Morena en Diputados. ¿Usted es letrista?
Lorenzo y otros especialistas saben perfectamente que lo que están diciendo es incorrecto, pero insisten en decirlo. Yo intuyo que es por el temor a lo que pueda ser una fuerza política como Morena, con una capacidad en ambas cámaras, sobre todo en la de diputados, de hacer reformas a la Constitución.
Alegan que hay que atender el espíritu de la Constitución y los antecedentes de la cuestión de la sobrerrepresentación. Yo digo que el espíritu de esta Constitución a la que aluden ellos tendría que ser un espíritu chocarrero, que donde dice blanco ellos ponen negro, o donde dice partido, ellos dicen coalición.
“Letrista” es un adjetivo un tanto despectivo respecto a algo que es muy serio. Tradicionalmente, estudiosos de Derecho y la academia saben que la primera interpretación de una ley es justamente la literal, es decir, a la letra.
Si lo que dice la Constitución no es claro, o no es totalmente claro, entonces da lugar a la interpretación por otras vías, pero si la Constitución es clara, por supuesto que tiene que aplicarse la letra de la Constitución y ese es el caso.
Si vemos el artículo 54 de la Constitución nos vamos a dar cuenta que ese artículo, que es el que se refiere a la asignación de los diputados y senadores de representación proporcional, no menciona en ningún momento la palabra coalición. Y cuando se refiere a la tan traída y llevada sobrerrepresentación habla de que un partido político no podrá tener, por ambos principios, una diferencia entre porcentaje de su votación y el porcentaje de curules, que exceda los ocho puntos porcentuales.
Ahí no hay lugar a interpretación, porque sencillamente no se habla de coalición, se habla en todo momento de partido político.
De modo que los ocho puntos de sobrerrepresentación son legítimos porque están previstos en la Constitución.
Aunque es una disposición que propicia la inequidad, eso es clarísimo, porque si le da ocho puntos de sobrerrepresentación a ciertos partidos, naturalmente esos puntos tendrán que restárseles a los pequeños.
Sí hay una inequidad, pero es una inequidad legítima porque está prevista en la Constitución.
Es una norma que existe antes de que siquiera se constituyera Morena, quienes la impulsaron fueron el PAN y el PRI, porque esto en su momento les beneficiaba a ellos. Ahora, como no les favorece, como es otro partido el mayoritario, acuden a estos subterfugios e interpretaciones para tratar lo que sencillamente sería un despojo a Morena y sus aliados.
En el Senado se quedaría a unos tres votos de la ansiada mayoría calificada, que es lo que permite hacer reformas a la Constitución.
Dice Córdova también que nunca como ahora había estado en juego la construcción de una mayoría calificada de este tipo…
Esto que se va a hacer ahora es lo mismo que se hizo en 2021 y en otras legislaturas, esto es lo que dispone la Constitución.
Una de las críticas que hace la oposición a Morena es que hay ‘diputados sandía’, como les decían antes a los diputados postulados por el Partido Verde, pero rojos (priistas) por dentro, para buscar ventajas a la hora de distribución de legisladores de representación proporcional. Esto es una maniobra ciertamente antidemocrática, haga quien lo haga.
En esta ocasión lo hizo Morena, pero el INE ya tiene un antídoto, y es que antes de hacer la asignación de diputados de representación proporcional, hace un cotejo entre los padrones de los partidos, para ver el partido que postuló a los candidatos y el partido en el que realmente militan. Al hacer este ajuste, se evita a los diputados ‘sandía’, postulados por un partido, pero que en realidad pertenecen a otro.
Morena tiene como diputados de mayoría relativa 161, pero al hacer el INE el ajuste por afiliación efectiva, resulta que había 21 legisladores morenistas distribuidos en otras fuerzas. Para efectos de los cálculos, el INE se los carga a Morena y su número sube a 182, entonces ese truco está desmontado.
El PVEM inicialmente tenía 57 diputados, pero le descubrieron 17 que no son suyos y se los acreditaron a Morena y quedó con 40.
Al PT se le descubrieron cuatro y quedó con 34. Y esos cuatro del PT y 17 del PVEM son 21, que son los mismos que ya le sumaron a Morena en diputados. Es decir, ese truco del que se queja la oposición, ya está desmontado, es muy cercano a lo que va a ocurrir.
Además, estos partidos que se quejan de la asignación que va a ocurrir, resulta que serán muy beneficiados: Morena ganó 182 diputados y le van a asignar 75 más, para un total de 257, lo que representa algo así como el 40-42% de sus triunfos por mayoría relativa.
Pero si vemos al PAN, vamos a ver que triunfó en 31 distritos y le van a asignar 40 más, más del 100% de diputados de representación proporcional, para un total de 71.
Veamos el caso del PRI: ganó 10 diputados de mayoría relativa, ganó en solo 10 distritos de los 300 y va a recibir 26 diputados de representación proporcional, otra vez más del 100%. ¿No les va mal, no? Esto que puede resultar excesivo está perfectamente justificado, porque para la asignación de representación proporcional, no se toman en cuenta los triunfos en distritos, sino los votos.
A los partidos políticos de oposición no les va tan mal si consideramos lo que ganaron en distritos y lo que van a recibir en curules.
Y si vemos el caso de Movimiento Ciudadano, es todavía más “escandaloso”, porque ganó un distrito de mayoría relativa y va a recibir 26 de representación proporcional, algo así como el 2 mil y tantos por ciento. Y de nuevo, no hay nada ilegal. Es correcto (el cálculo), porque se toman en cuenta los votos.
Entonces, yo digo que a la oposición no le va tan mal, pero es explicable el temor.
Yo creo que el INE y el Tribunal Electoral no pueden hacer algo muy distinto a lo que acabamos de ver, porque eso es lo que establece la Constitución y las leyes secundarias.
¿Qué dice ante el argumento de que con 54% de los votos, Morena se puede quedar con más del 70% del Congreso gracias a las asignaciones a sus aliados?
Morena está topado a los 300 (diputados), ahora hay quien dice que ese límite es para los partidos coaligados, es de risa lo que argumentan, ¿dónde dice eso?
La disposición constitucional prohíbe a un partido político tener más de 300 diputados. Y esta disposición es sabia, porque el límite para cada partido es de 300 y el número necesario para hacer la reforma a la Constitución es mayor a 300, 344. En consecuencia, ninguna fuerza política por sí sola puede hacer una reforma a la Constitución, sea el más votado o no.
Esto obliga a ejercer en el parlamento lo que naturalmente es esencia del parlamento, es decir la discusión, el debate y el acuerdo.
El partido mayoritario frecuentemente busca la alianza con partidos afines para hacer la reforma a la Constitución. Es natural.
Hay temores de que ahora Morena pueda modificar la Constitución a su antojo, sin discusión, como lo hizo en su momento el PRI, ¿comparte este temor?
Por supuesto que ese riesgo existe. Sí hay un riesgo real de la aplanadora. Ahora, yo discrepo de quienes ven esto como una fatalidad, es decir que así necesariamente vaya a ocurrir.
En algunos casos, sí va a ocurrir, y es natural que ocurra, porque ¿entonces para qué quieren la mayoría si no la usan? La mayoría es para eso. Yo creo que el electorado votó por eso, en esos términos, tenía claro la demanda que hicieron los candidatos morenistas, inclusive Claudia Sheinbaum: vota todo Morena.
Si no entendemos que estamos en el inicio de un cambio de régimen, es difícil entender lo demás. Este cambio de régimen es mal visto por la oposición, pero el mandato de las urnas es que Morena tiene la fuerza derivada de la votación, para hacer esos cambios.
Sin embargo, yo pensaría que esta imposición de Morena, este uso de la fuerza mayoritaria que tengan, sea la excepción y no la regla, eso sería lo deseable, eso sería lo democrático. Que no venzan por su mayoría, sino que convenzan por sus argumentos.
Si creemos que fatalmente va a ocurrir que todo lo que quiera Morena va a ser lo más atrabiliario (violento). Pero creo que eso no se va a producir, porque tampoco son inconscientes los morenistas, por lo menos no la mayoría diría yo.
Hay una diferencia sustantiva entre lo que ocurría antes con la aplanadora priista y lo que ocurre ahora con Morena: el PRI es un partido de Estado, creado desde el poder hace casi 100 años, fue creado para ejercer el poder. En el caso de Morena, no vino desde el Estado, vino desde la sociedad y desde la oposición y así fue como llegó al poder, esa es una diferencia sustantiva.
Ahora, de que existe el riesgo de una actitud mayoritaria, inconsciente, sí, sí existe ese riesgo, pero ese riesgo deriva de la aplicación de la Constitución. Y lo que quieren Córdova y compañía, no tiene sustento, lo que pretenden es nada más el desacato a la Constitución y un despojo a Morena de victorias que legítimamente obtuvo en las urnas.
¿Hay una sobrerrepresentación? Sí, sí hay. ¿Es legítima? Sí, siempre que no se rebasen los ocho puntos porcentuales por partido político.